En caso de Maldiciones, bromas insensatas
(las palabras ociosas también producen sus resultados) o intenciones de dudoso
efecto, actúe inmediatamente imaginándose un gran espejo frente a su cuerpo, cuya parte brillante refracte energéticamente cualquier onda o intención
negativa hacia una brasa de fuego, creada también mentalmente, que la consume y trasmuta. Nunca se la refleje a un atacante o emisor porque al reflejarsela le
está haciendo mal, equivaliendo esta defensa a una venganza que pronto se le
manifiesta a usted en Karma. La venganza no es la mejor defensa.
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