Según el
Instituto Nacional del Cáncer, se denomina «Cáncer» a un conjunto de
enfermedades relacionadas. En todos los tipos de cáncer, algunas de las células
del cuerpo empiezan a dividirse sin detenerse y se diseminan a los tejidos del
derredor.
El cáncer es una
enfermedad genética— es decir, es causado por cambios en los genes que
controlan la forma como funcionan nuestras células, especialmente la forma como
crecen y se dividen.
Los cambios
genéticos que contribuyen al cáncer tienden a afectar tres tipos principales de
genes — proto-oncogenes, genes supresores de tumores y genes reparadores del ADN. Estos
cambios se llaman a veces «causantes» de cáncer.
Hay más de 100
tipos de cáncer. Los tipos de cáncer reciben, en general, el nombre de los
órganos o tejidos en donde se forman los cánceres.
El cáncer en la historia
Quien piense que
el cáncer es una enfermedad moderna, es que no ha indagado mucho en la
historia.
Los primeros
casos clínicos se encontraron en el papiro de Edwin Smith,
un documento histórico que recogió en 1.600 a.C. algunos detalles sobre esta
enfermedad.
Otro documento importante que data de la época de los egipcios es el papiro George Ebers. Un tratado médico en el que recopila algunos detalles sobre posibles casos de cáncer de mama y cáncer de útero en aquella época.
Hipócrates, considerado como «el padre de
la medicina«, fue un médico de la Antigua Grecia y que ejerciódurante el
llamado siglo de Pericles, siglo V.
Hipócrates y sus
seguidores, fueron los primeros en utilizar el término ‘karkínos’ (καρκίνος) para referirse a ‘úlcera maligna’ o
‘cáncer’. Como curiosidad está el hecho de que este término también proviene la
palabra «cangrejo» y por lo que he podido leer, algunos historiadores
atribuyen esta similitud entre cangrejo y el cáncer, a que «los tumores son tan
duros como un caparazón de cangrejo».
El tratamiento
del karkinos en época hipocrática era básicamente local y herbolario y, en
muchos casos, se recomendaba no hacer nada, hasta que surge Galeno (129-157
d.C.) , quien publica un libro dedicado exclusivamente a los tumores: «De
tumoribus praeter naturam (peri ton para physim onkom)», en el cual describe
diversas lesiones tumorales u onkoi.
Durante la Edad
Media, siguen curando el cáncer de la misma manera que sus antecesores,
mediante herbolaria y local. Curioso es el caso del papa Gregorio X, quien
presentaba una lesión cutánea que podría tratarse de un melanoma y que
describen que recibió tratamiento con un ungüento a base de arsénico, que lo
aliviaría al menos ocho años, hasta que muere por otras causas.
En la península
ibérica, los árabes usaron la terminología latina y tenían una sola palabra
para denominar tanto al cangrejo como el cáncer: «saratán«, de
donde se originará el vocablo castellano antiguo zaratán que
en la España renacentista será sinónimo popular de cáncer, aunque
luego se restringe al cáncer de mama.
Debo de decir que
no he encontrado mucha información reseñable hasta el siglo XVIII, época en la
que se ordenan e identifican las lesiones cancerosas. Hay constancia del uso
«medicamentos secretos» como cicuta, belladona, opio y otros medicamentos a día
de hoy, prohibidos.
La cirugía para
tratar el cáncer se aplicó incluso antes de la invención de la
anestesia en 1846. Las cirugías tenían el objetivo de extirpar todo el tumor junto
con los nódulos linfáticos de la región donde se ubicaba
el tumor.
Se utilizaban
mucho los ácidos y el antimonio. Hasta encontré un preparado denominado «Caustique
noir», basado en ácido sulfúrico mezclado con azafrán molido para
darle consistencia pastosa….
A partir del
siglo XVIII se ha avanzado considerablemente en los tratamientos, pero todavía
se trata de una enfermedad bastante desconocida.
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