viernes, 29 de junio de 2018

SOSTENER EL ESPACIO ENERGÉTICO DE UNA PERSONA




El camino de transformación personal rara vez es fácil y ligero. Generalmente involucra muchas lágrimas, dolores, tanto físicos como emocionales, confusión y separaciones de personas cercanas a uno.

Este camino nunca lo recorres a solas, por más que así se sienta. Hay seres, tanto humanos como energéticos, que te acompañan en todo momento y sostienen tu espacio energético para que puedas pasar por estas transformaciones y salir de ellas completa y en paz.

Cuando estás en una etapa de  transformación, estás literalmente cambiando tu vibración energética y liberándote de cosas que no te sirven; transformándolas en energía más pura.

Algunos ejemplos de seres o energías que sostienen espacios energéticos son: los ángeles, los libros de grandes maestros, etc

Por otro lado, están esos “ángeles humanos” que aparecen en nuestra vida en el momento perfecto para ayudarnos a pasar por periodos de transformación; ellos son quienes sostienen nuestra energía mientras liberamos aquello que tiene que nacer.

Y también, sin siquiera saberlo, tú puedes ser o estar siendo una de esas personas que sostiene el espacio energético de otra.

Sostener el espacio energético de una persona significa estar presente en la experiencia de esa persona, escuchando o sintiendo en dónde está, sin juzgar, sin analizar, sin querer cambiar a la persona y sin dar consejos.

Simplemente estar ahí presente, desde el centro de tu Ser y siempre conectada con tu espíritu y tu presencia divina.

No tienes que ser ni coach, ni psicóloga, ni sanadora para sostener el espacio energético de alguien, puedes ser amiga, pareja, familiar o un recién conocido y ya estar haciendo un bien mayor del que siquiera imaginas.


5 consejos para sostener el espacio energético


#1 Simplemente estar ahí presente; desde el centro de tu Ser y siempre conectada con tu espíritu y tu presencia divina.

Tal como dice la frase de Marianne Williamson, “Cuando brillas le das permiso a otros a hacer lo mismo”.

Si estás sujetando el espacio energético de otra persona, hazlo desde tu propia presencia. No te disminuyas para que la otra persona se sienta mejor y no permitas tampoco que drenen tu energía. Mantente siempre presente desde tu centro.

#2 Mantente presente en la experiencia y escucha activamente.

Como sociedad, en general hemos perdido la capacidad de escuchar activamente y estar presentes en las experiencias. Para sujetar un espacio energético, tienes que estar 100% presente en la experiencia de esa persona y escucharla con empatía y amor.

Escucha de verdad; sin estar pensando en qué vas a decir después, sin estar preocupada por dónde tienes que ir o qué tienes que hacer, sin interrumpir para contar que a ti te ha pasado lo mismo, sin traer la conversación de vuelta a ti y sin distracciones tecnológicas (por más difícil que esto parezca).

#3 Escucha sin juzgar ni analizar

Sostener el espacio de transformación de otra persona significa que estás permitiendo que esa persona sea 100% auténtica, real y se pueda expresar libremente, sin miedo a ser juzgada o analizada. Cuando juzgas o analizas, estás poniendo tus prejuicios y tus creencias sobre la situación de la otra persona y bloqueas la energía de transformación que tiene que salir libremente.

  
#4 Limita los consejos

Muchas veces las personas vienen a nosotros a pedirnos consejos, pero en realidad lo único que quieren es que alguien los escuche. La verdad y las respuestas siempre están dentro de uno. Cuando alguien nos escucha, sin prejuicios y sin juzgar, permite que lo que tenemos que expresar salga y podamos llegar a la respuesta que está adentro nuestro. Si das consejos, estás orientando a la persona hacia lo que tú crees que es correcto, pero quizás ese no su camino.

Sostener un espacio energético, tal cuál dice la palabra, no significa dirigir ni controlar.

#5 Saca a tu ego de la ecuación

Seguro que tienes una opinión sobre lo que la otra persona debe o no hacer. Quizás hasta quieres entrar y cambiar la situación, defendiendo o actuando por esa otra persona. Saca a tu ego de la ecuación. Esto no se trata de ti ni de lo que tú crees que es correcto o incorrecto; se trata de permitir que la otra persona pueda expresarse libremente y que tú puedas entregarle amor, compasión y energía de sanación. Si crees que la otra persona está actuando mal o que tú lo harías diferente, simplemente manda amor y pide que su camino se ilumine para que la situación se resuelva de la mejor manera para todas las partes involucradas.

Para sostener un espacio energético tienes que estar conectada con tu Ser y estar 100% presente en la experiencia de la otra persona. Tú trabajo es ayudar a transformar la energía en energía de amor y compasión. No juzgues, no analices y no trates de controlar ninguna situación, simplemente da amor.

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