5) Movió una enorme piedra con su oración.
Algunos monjes estaban ocupados construyendo nuevas celdas en la abadía y se encontraron con una enorme piedra que bloqueaba el camino de la construcción.
Incluso trabajando todos juntos, no fueron capaces de mover la piedra.¿Entonces, qué hicieron? ¡Llamaron a San Benito, por supuesto, quien dijo una oración por los que moverían la piedra y ¡“voilà”! Los monjes fueron capaces de mover con facilidad la piedra.
6) Exorcizó a un demonio obstinado.
Un hombre de un pueblo cercano estaba poseído por un demonio y su obispo local no pudo exorcizarlo.
Él envió al hombre a los santuarios de muchos santos mártires, pero sin efecto alguno.
Finalmente, el obispo llamó a Benito, quien invocó a Nuestro Señor Jesucristo en oración e inmediatamente liberó al hombre del demonio.
Benito le dejó al hombre dos reglas a seguir para evitar otro ataque demoníaco: Abstenerse de comer carne el resto de su vida y no tratar de entrar en el sacerdocio.
7) No se inmutó por el engaño del diablo.
Durante una construcción, Benito pidió que los monjes cavaran un agujero profundo en un determinado lugar.
Los monjes encontraron un viejo ídolo de bronce.
7 COSAS QUE DEBES SABER SOBRE LA MEDALLA Y LA CRUZ DE SAN BENITO
Parte I
Desde hace siglos, muchos cristianos han usado la medalla y la cruz de San Benito, el santo abad y patrono de Europa, para luchar contra las fuerzas del mal.
Aquí presentamos 7 datos importantes sobre estos objetos que poseen mucha tradición e historia, vinculadas al gran santo que vivió entre los años 480 y 547.
1. El origen de la medalla es incierto
En el siglo XVII, durante un juicio de brujería en Alemania, unas mujeres acusadas testificaron que no tenían poder sobre la Abadía de Metten porque estaba bajo la protección de la cruz.
Cuando se investigó, se hallaron en las paredes del recinto varias cruces pintadas rodeadas por las letras que se encuentran ahora en las medallas.
Más adelante, se encontró un pergamino con la imagen de San Benito y las frases completas que sirvieron para escribir esas abreviaturas.
Con la medalla se puede obtener indulgencia plenaria
La medalla, como se le conoce ahora, es la del jubileo de 1880 por los 1400 años del nacimiento del santo.
Fue lanzada exclusivamente por el superior abad de la famosa abadía benedictina de Monte Cassino en Italia.
Con ella se puede obtener la indulgencia plenaria en la Fiesta de San Benito, que la Iglesia celebra el 11 de julio, siguiendo las condiciones habituales que manda la Iglesia: confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa.
Cuando San Benito hacía la señal de la cruz obtenía una especial protección divina
Cierta vez quisieron envenenar a San Benito. El santo, como era su costumbre, hizo el signo de la cruz sobre el vaso y el objeto se partió en pedazos.
En otra ocasión, un pájaro negro empezó a volar a su alrededor, San Benito hizo la señal de la cruz y tuvo entonces una tentación carnal en la imaginación. Cuando estaba casi vencido, ayudado por la gracia, se quitó las vestiduras y se arrojó a un matorral de espinas y zarzas, lastimando su cuerpo. Después de ello nunca volvió a sufrir una tentación similar.
2. Con la medalla se puede obtener indulgencia plenaria
La medalla, como se le conoce ahora, es la del jubileo de 1880 por los 1400 años del nacimiento del santo. Fue lanzada exclusivamente por el superior abad de la famosa abadía benedictina de Monte Cassino en Italia.
Con ella se puede obtener la indulgencia plenaria en la Fiesta de San Benito, que la Iglesia celebra el 11 de julio, siguiendo las condiciones habituales que manda la Iglesia: confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa.
3. Cuando San Benito hacía la señal de la cruz obtenía una especial protección divina
Cierta vez quisieron envenenar a San Benito. El santo, como era su costumbre, hizo el signo de la cruz sobre el vaso y el objeto se partió en pedazos.
En otra ocasión, un pájaro negro empezó a volar a su alrededor, San Benito hizo la señal de la cruz y tuvo entonces una tentación carnal en la imaginación. Cuando estaba casi vencido, ayudado por la gracia, se quitó las vestiduras y se arrojó a un matorral de espinas y zarzas, lastimando su cuerpo. Después de ello nunca volvió a sufrir una tentación similar.
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