sábado, 26 de agosto de 2023

CURSO DE ALTA MAGIA BLANCA PRACTICA. Día 59

= 3º. NIVEL ASTRAL.

 

Como siempre han dicho los esoteristas, el nivel astral es un estrato vibratorio que hace de intermedio entre el nivel físico y los niveles más sutiles (mental y espiritual), debido fundamentalmente a su PLASTICIDAD y MOLDEABILIDAD. Es decir, aunque puede resultar sorprendente para los principiantes, el nivel astral es relativamente sencillo de manejar, aunque más bien habría que decir que ciertas formas astrales son fáciles de generar y de movilizar.


La segunda característica fundamental del plano astral es la que podríamos resumir con el concepto de REBOTE PSIQUICO. Hay que tener mucha precaución en los trabajos y las labores mágicos del plano astral, para hacer que los sentimientos y las intenciones sean limpios y elevados pues, de otra manera, si existieran sentimientos pasionales o de baja calidad, se podría producir lo que todos los esoteristas conocen como "rebote psíquico".

Este efecto de rebote hace que los subplanos astrales inferiores se puedan manifestar, con lo que la característica de la plasticidad se invierte en pegajosa, absorbente y enredadora. Así, si se proyectan sentimientos o estados anímicos inferiores durante el acto mágico, estos podrían ser multiplicados en los subniveles astrales correspondientes y retornar hacia la persona que los ha generado, con el consiguiente perjuicio para ella.

Una vez que hemos adoptado el mudra correspondiente (primera fase), y que hemos concentrado el Tch'i en el mudra (segunda fase), vamos a conectar psíquicamente con la diana D que hemos elegido.

Veamos un ejemplo sencillo. Supongamos que quiere consagrar o magnetizar un símbolo, el cual podría ser por ejemplo una estatuilla de jade tallado con la figura de un sacerdote maya.

En esta tercera fase (fase astral), usted ha de emitir algún sentimiento o estado afectivo hacia la diana D (el símbolo). En este caso, genere en usted mismo un sentimiento de respeto, veneración y reverencia por el símbolo que tiene ante sí. 

Ese sentimiento de respeto o de reverencia hará que se produzca una intercomunicación vibratoria con el símbolo en el plano astral, con lo cual nos iremos acercando al grado de integración que pretendemos. Mientras genera ese sentimiento, lleve su concentración al pecho (cuarto chakra). Luego, perciba que esa fuerza astral generada se transmite desde su pecho, por sus dos brazos, hasta sus manos (el mudra).

 

= 4º. NIVEL MENTAL.

 

El nivel mental se caracteriza por ser más rápido, más frío y más ligado, evidentemente, a las ideas. Es el nivel que en la filosofía clásica se suele denominar platónico o de las ideas. Platón decía que a cada objeto o realidad física le corresponde una idea, y que siempre la idea es mucho más perfecta que su manifestación física o, expresado de otra manera, la manifestación física es una imitación de la idea a la que corresponde.

Por tanto, ahora se trata de idealizar el símbolo que tiene usted frente a sí, es decir, la figura tallada en jade.

Idealice, eleve o sublime mentalmente el símbolo, visualizándolo como una representación de las Fuerzas de la Abundancia. Usted está integrando dos pensamientos en uno; por un lado, la idea de Fuerzas de la Abundancia, y por el otro, el objeto físico que es la figura de jade. 

Visualice la unión de estas dos ideas en el entrecejo, y cuando esté usted "plenamente convencido" de que la figura de jade es un catalizador o canalizador de las fuerzas de la abundancia, haga que esa energía mental creada se transmita desde su entrecejo, pasando por el cuello y por los brazos, y se concentre en el mudra de sus manos.

 

= 5º. NIVEL ESPIRITUAL.

 

Ahora, para terminar con el proceso, solamente falta tomar la decisión de lanzar ese cúmulo de fuerzas que usted ha concentrado en el mudra hacia la diana D.

Esto requiere algunas respiraciones profundas, sintiendo que usted concentra y amplifica aún más ese cúmulo o glóbulo de fuerza en el mudra de sus manos. 

Cuando considere que ha alcanzado el nivel de voltaje suficiente, visualice que un rayo de luz surge de manera rapidísima desde el mudra y se proyecta hacia la diana D, que en este primer ejemplo es la figura de jade.

Perciba durante unos segundos que ese rayo de luz se mantiene saliendo de sus manos y que, alcanzando la diana D, va generando un glóbulo de energía en esta última.

A los pocos segundos, el rayo de luz ha terminado de transmitirse por completo desde el mudra de sus manos hacia la diana D y esta última se encuentra inmersa dentro de un glóbulo de energía de mayor diámetro que antes. 

Al principio, como siempre ocurre, este proceso en cinco fases hay que hacerlo de forma detallada y analítica, con lo que su realización se puede dilatar unos minutos pero, una vez que haya adquirido práctica, observará que la realización es relativamente sencilla.

 En síntesis, se trata de adoptar el mudra con los dedos de las manos; luego concentra usted la energía o Tch'i en el plexo solar y la proyecta hacia el mudra; seguidamente, emite un sentimiento elevado hacia la diana D y, después de haberlo concentrado en el pecho, lo transmite también hacia las manos; se concentra mentalmente en el entrecejo idealizando o sublimando mentalmente la diana D y transmite esa energía al mudra; y, para finalizar, realiza una concentración durante siete respiraciones aumentando el voltaje de energía en el mudra y, cuando ya esté listo, lanza el rayo mágico hacia la diana D durante unos segundos.

Una característica importante de los planos sutiles y, concretamente del astral, es la existencia de colores enormemente vivos y luminosos, que casi podríamos denominar colores puros.

Es bien sabido por los estudiantes de esoterismo que el Aura o Aureola Astral posee diferentes colores en función de la salud física, los estados anímicos y la tónica de pensamientos de la persona en cada momento. Esto nos conduce a la conclusión de que el color en el plano astral posee una clara relación con diferentes tipos de vibraciones, fuerzas, ondas y efectos en su acción. 

Es algo similar a lo que ocurre con los astrónomos y el espectro de los colores. Ellos, mediante un aparato llamado espectroscopio, obtienen un gráfico de colores proveniente del análisis de, por ejemplo, la luz de una estrella, el cual se llama espectrograma. En función de la anchura que tengan las bandas de color en un continuo que parece como una especie de arco iris, ellos saben de qué componentes está hecha esa estrella, así como su temperatura y su edad.

Una de las maneras de organizar, movilizar o dar forma a algo en el plano astral es mediante la VISUALIZACION. Nosotros vamos a usar la visualización para dar un color determinado a los rayos mágicos que generemos.


 

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