Lección 20. Sembrar y recoger
Si siembras bueno eso recogerás.
Las
personas se suelen interrogar y quejar de lo que a veces les pasa,
pero
pocas veces se dan cuenta de que algunas de las cosas que ellos
sembraron es lo que ahora recogen. No digo ni mucho menos que sea
siempre tan evidente, pero hay algunos casos muy claros.
Un
ejemplo lo aclarará: una persona conocida tiene una obsesión por ir
detrás
del dinero, tiene unos 50 años ahora. Veamos su historia personal
para entender mejor como actúa el sembrar y recoger .
Su
obsesión fue ganar dinero, y cuando digo obsesión significa que su
pensamiento está enfocado a través de un prisma en el que todo lo
relaciona con ganar dinero.
El solía
decirse, cuando tenía unos 30 años, para acallar su conciencia?:
bueno
cuando haya conseguido bastante dinero podré dedicar más
tiempo a otras miras como la familia, la amistad, tiempo de ocio...
Consiguió su sueño hacia los 40 años aproximadamente, pero en lugar de
cambiar
su actitud hacia su familia, siguió invirtiendo la mayor parte de su
atención en seguir manteniendo el status que había conseguido.
Ahora,
divorciado, aunque con su tercera pareja, que le entiende mejor?,
se da
cuenta de que es preferible no tener la atención puesta
exclusivamente en el resultado final, (el fin no justifica los medios)
sino
que debe
tenerse en el proceso mismo del día a día; el está ahora
divorciado como consecuencia de su poca atención a los temas
familiares. Pero está contento porque sus hijos van a heredar algunos de
los
negocios inmobiliarios que tiene; hijos a los que les deja poca
atención
y mal ejemplo. Quién ha visto que con dinero se compre un sólo
gramo de amor verdadero, amistad verdadera, no interesada.
El motor
de la ambición de este empresario por el dinero fue conseguir
prestigio, pero las personas que le conocen saben de sus miras por el
dinero y
no suelen prestarle más atención que la que hacen con sus
negocios.
Si
esperas que los demás te reconozcan por lo que tienes y no por lo que
vales
como persona estás equivocado, porque lo que conseguirás son
apariencias interesadas.
Otra
idea que engaña a muchas personas es la idea de pensar que lo
bueno
que pueden hacer hoy, lo pueden dejar para la siguiente semana, o
para el siguiente mes, o año o quinquenio.
La
verdad es que hay que vivir el día a día y aportar de todo lo que nos
hace mejor personas.
Sería
ridiculo comer kilos y kilos de plátanos durante el día mezclados
con pequeñitos bocados de pan, pero ésto es
lo que hace mucha gente al
pensar en sus obsesiones: prestigio, dinero, vanidad...
Dedican
mucho tiempo a realizar obsesiones vacías descuidando las
cosas
realmente importantes. La pregunta es qué estás dispuesto a dar a
cambio
de realizar tu obsesión o sueño, porque todo lo bueno llega por
añadidura, es decir, si se persiguen valores y metas nobles en la vida;
cualquier obsesión vulgar hecha realidad que te llegue sin haberlo
merecido
porque tú lo has forzado, usando estrategias no válidas,
basadas
en la mentira, injusticia, encubrimiento, ten cuidado porque su
sostén
no está en el plano espiritual, sino en el plano del engaño donde
las raices son momentáneas.
Recuerda
cada día siembra el bien y la justicia, con sentido común, pero
no confundas el sentido común con el interés y la ambición desmedida.
Cuida de
tu desarrollo evolutivo y del de tus seres queridos y recuerda
qué es
lo más importante, en esta vida y en la otra: el amor y la
conciencia entre otras mucha virtudes.
La
evolución que siembras aquí te la puedes llevar de una vida a otra, el
dinero,
fama, posesiones... mal ganados, no. Una persona buena no
tendrá
ningún problema en la siguiente vida, ni en ésta, con el dinero y
siempre
tenderá a tener bastante para sus necesidades no para
construirse mansiones lujosas sino para
vivir mejor y ayudar a sus
semejantes a vivir mejor.
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