Alta Magia y Baja Magia: ¿Qué son? Existe una tendencia en
la ciencia del Ocultismo para referirse a dos tipos de magia: Alta Magia y Baja
Magia. Con frecuencia, esto se interpreta como un juicio moral más que un
aspecto técnico. En realidad, las palabras Alta y Baja no se refieren al valor
moral de la Magia que se hace, sino a su calidad técnica.
Alta Magia Blanca o Magia Ceremonial
Muchas personas usan el término Alta Magia Blanca o Magia
Ceremonial en el contexto de hermetismo o esoterismo occidental para abarcar
una amplia variedad de rituales largos y complejos de Magia. Se nombra como tal
debido a que los trabajos incluidos se caracterizan por las ceremonias y una
cantidad de accesorios necesarios para ayudar al practicante. Puede verse como
una extensión de la magia ritual, y muchas veces se usan como sinónimos. Sin
embargo, en este artículo, hablaremos de la Alta Magia en contraste con la Baja
Magia.
Alta Magia y Baja Magia
Se utilizan los términos Alto y Bajo para indicar la fuente
de la energía a usar durante nuestros trabajos mágicos. Sin embargo, esto se
basa en una cosmología medieval y no en un verdadero análisis de la energía.
Entonces, llamamos Alta Magia a la que utiliza la energía pura, traída
directamente de la Fuente, mitigada por formas y rituales específicos con el
fin de dar forma a la fuerza, según la intención del mago o practicante. La
Baja Magia extrae la energía de la tierra, energía que se ha suavizado por
existir en el mundo manifiesto alrededor del mago. Esta podría llamarse “Magia
de Gaia” o “Magia de la Tierra” y la otra “Magia Solar.”
De hecho esto funciona mucho mejor como analogía. El Alto
Mago saca su fuerza directamente desde el centro de la Vida y de la Luz que se
manifiesta como el Sol en nuestro cosmos. El Bajo Mago se basa en la misma
energía, pero después de que ha sido absorbida y ha mutado dentro de la tierra
viva sobre la que él se encuentra.
Alta Magia Negra
Si se toma a una persona enferma y se aplica la terapia de
Color-Sonido esto es un ritual de Alta Magia. Al trabajar sobre la persona con
hierbas o darle ciertas piedras, esto es Baja Magia. Ninguna de ellas es mejor
o más eficaz, simplemente funcionan en diferentes partes del individuo en
cuestión. Una trabaja más directamente con su vehículo físico, la otra más
directamente con sus vehículos astral y etéreo. ¿Se puede decir que hay uno
mejor que otro? Depende de la dolencia. Personalmente yo diría que los dos son
mejores que uno o el otro, y que juntos tienen una mayor probabilidad de éxito.
Orígenes de los términos Alta Magia y Baja Magia
El problema al hablar de estos dos tipos de Magia, surge con
sus orígenes. La Magia Baja es la magia de la gente común, de los pueblos
paganos. Esta es la magia de las plantas y las flores, de las piedras y los
árboles, la magia de la bruja experimentada y de los ancianos sabios. Es común,
ya que es casera y fácil de trabajar.
La Alta Magia tiende a ser la Magia utilizada por los
intelectuales y los más educados, aquellos que están dispuestos a aprender los
matices de cómo tratar con la energía desde su fuente directa. Para trabajar de
este modo, se requiere una gran concentración y aprendizaje. Es la misma
diferencia que hay entre un programador de aplicaciones y un simple usuario de
computadoras.
Esto ha llevado a una separación clara entre los
practicantes, que me parece triste, pero muy a menudo es real. Los Bajos Magos
ven a los Altos Magos como snobs y engreídos, y muchos de ellos lo son. Los
Altos Magos ven a los Bajos Magos como paletos y pobres, y hay algo de verdad
en esto también. Pero como con cualquier generalización, siempre hay excepciones
y hay que poder ver el valor en ambos enfoques.
En mi opinión, brujas y hechiceros, sin importar su origen o
sus prácticas, deberían llevarse mejor, buscar las similitudes y ver cómo los
diferentes métodos pueden beneficiar al conjunto, y no poner énfasis en lo que
los hace diferentes o los separa. Las tradiciones legítimas tienen valor, ya
sea que trabajen con la Magia de la Naturaleza o directamente con la Fuente.
Una gran adepto que conocí me dijo que él tenía muy claro que las tradiciones
Bajas y las enseñanzas Altas deben ser mezcladas en una sola tradición de
trabajo, y que en el pasado esta fue la intención original. Yo siempre he
estado de acuerdo con él.
LOS FUNDAMENTOS DE LA ALTA MAGIA
Entramos, a partir de este momento, en la magia como
fenómeno. Pero cuidado: vamos a hablar ahora de la verdadera Magia, de lo que
se ha venido en llamar Alta Magia para distinguirla de la otra, de la Baja
Magia, esta última más conocida del público en general porque es la formada por
los curanderos, echadores de cartas, hechiceros y brujos... los que buscan su
lucro a través de ella.
Ahora vamos a hablar exclusivamente de la Magia en el más
alto sentido de la palabra. Por eso, nuestras afirmaciones tal vez sorprendan a
muchos: ciertamente, vamos a establecer unas nociones y a sentar unas bases que
son muy poco conocidas por el público en general. Porque, ya lo hemos dicho
anteriormente (tema La Magia) la verdadera Magia es una doctrina esotérica,
oculta... y de ahí precisamente su otro nombre de ocultismo.
LOS FUNDAMENTOS DE LA ALTA MAGIA
Entramos, a partir de este momento, en la magia como
fenómeno. Pero cuidado: vamos a hablar ahora de la verdadera Magia, de lo que
se ha venido en llamar Alta Magia para distinguirla de la otra, de la Baja
Magia, esta última más conocida del público en general porque es la formada por
los curanderos, echadores de cartas, hechiceros y brujos... los que buscan su
lucro a través de ella.
Ahora vamos a hablar exclusivamente de la Magia en el más
alto sentido de la palabra. Por eso, nuestras afirmaciones tal vez sorprendan a
muchos: ciertamente, vamos a establecer unas nociones y a sentar unas bases que
son muy poco conocidas por el público en general. Porque, ya lo hemos dicho
anteriormente (tema La Magia) la verdadera Magia es una doctrina esotérica,
oculta... y de ahí precisamente su otro nombre de ocultismo.
Los fundamentos de la Alta Magia.
La Alta Magia se fundamenta en la acción del hombre (el
mago) sobre un plano superior, al que nos hemos referido ya al hablar de los
Reinos de la Magia: el plano astral. Como hemos dicho ya en aquella ocasión, el
acto mágico busca sus efectos actuando sobre este plano astral, el cual, a
través de la ley de las correspondencias, actúa como intermediario para
conseguir el fin material o espiritual propuesto.
El fin material o espiritual propuesto. ¿Cuáles son los
fines que persigue realmente el mago a través de su acto mágico? Si consultamos
cualquier grimorio, encontraremos allí multitud de fines, la mayor parte de
ellos mucho más próximos a nosotros de lo que parecería en una ciencia tan
elevada: conseguir el engorde del ganado, el amor de una mujer, la fama y el
dinero... para todos estos fines, nos dicen los grimorios, hay formulas
precisas, establecidas y cualificadas, de muy seguro efecto, que basta recitar
al pie de la letra para obtener automáticamente los fines solicitados.
Desgraciadamente, la cosa no es tan sencilla como esto; de
otro modo, la Magia sería un arte tan asequible que podría llevarlo a cabo
cualquier hijo de vecino. La mayoría de los grimorios y demás libros de
fórmulas mágicas (aun sin tener en cuenta el hecho de que la mayor parte de los
grimorios que han llegado a nuestras manos son copias y recopias,
adulteraciones y hasta falsificaciones de los originales) solamente nos señalan
el cascarón vacío de lo que es la Magia, la cubierta exterior formada por una
serie de fórmulas que, en sí mismas, no significan nada.
Porque no todo es posible para la Magia, no todo es
asequible. Hay, incluso para ella, cosas que escapan por completo a su alcance.
Entonces, ¿la magia no es omnipotente? Quien piense en la
posibilidad de una omnipotencia de la Magia demuestra poseer una maravillosa
ingenuidad. La Magia, ciertamente, es capaz de hacer muchas cosas... pero
existen siempre unos límites. Pedir a la Magia que convierta a un elefante en
una pulga, por ejemplo, es algo tan absurdo como pretender conseguir el amor de
una mujer recitando simplemente, a la luz de la luna, una "fórmula mágica"
convenientemente preparada, delante de un amuleto hecho con la lana de unas
medias que haya llevado en alguna ocasión la mujer amada. No, los fines del
verdadero mago son mucho más concretos... y mucho más reales.
Unos fines que podríamos resumir, sustancialmente, en
cuatro: la videncia, la proyección del cuerpo astral, la evocación de los entes
astrales y, finalmente, la acción -a través del plano astral- sobre un tercero.
Veamos un poco más detenidamente el alcance de cada una de
estas cuatro finalidades, aunque todas se definan ya suficientemente por sí
mismas. La videncia - que ha sido en parte capturada, si se nos permite la
expresión, por la parapsicología- es la cualidad, obtenida a través del acto
mágico, que le permitirá al mago ver lo que ocurre en otras partes - lo cual
dentro de todo es relativamente fácil para la Magia- o lo que ocurre en el
pasado y en el futuro... lo cual es ya un poco más difícil.
La proyección del cuerpo astral (es decir, el abandono
momentáneo y voluntario, por parte del mago, de su cuerpo físico para entrar
dentro del plano astral) es ya más difícil de conseguir... y mucho más
peligroso también, ya que desencadena una serie de fuerzas que muchas veces
pueden quedar fuera del control del mago, y lo sumergen en un mundo completamente
distinto e inhabitual para él.
La evocación de las fuerzas astrales (dentro de la cual
hemos de incluir, aunque equivocado en sus teorías, al espiritismo), permite al
mago entrar en contacto con las fuerzas astrales, llamadas también "los
elementales" (entre otros) y usarlas incluso como mediadoras para sus
otros fines.
La acción sobre un tercero, finalmente, es la base sobre la
que se asientan todos los maleficios -aunque sus alcances puedan ser muy
otros-, y su finalidad es actuar sobre otras personas o grupos de personas... a
través siempre, claro está, del plano astral, medio eterno a través del cual se
mueve (y empleamos la palabra mover en un sentido evidentemente figurado) toda
la acción del mago.
Estos son pues, en pocas palabras, los resultados que busca
el practicante de Alta Magia al realizar sus actos mágicos. Sin embargo, como
ya hemos dicho varias veces en otras ocasiones, estas finalidades no son, en
suma, más que otro medio del que se vale el experimentador para conseguir una
nueva finalidad, superior y última, que es siempre el resultado final de la
Magia: la autoperfección del propio operador...
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