Elija, entre estos amuletos, los que más le agraden o le sean más fáciles de conseguir.
Úselos en sus rituales y conjuros de protección.
Dije espejo: los espíritus errantes se espantan ante el
reflejo de su propia imagen. Lleve colgado un espejito pequeño, para activarlo
diga de inmediato: “¡Del derecho o del revés, ven, rebota y sal de aquí de una
vez!”. Manténgalo limpio y brillante.
Yin-yang: es un símbolo muy poderoso que repele energías que
no están armonizadas con el universo. Pegue o dibuje este símbolo en las palmas
de las manos y cruzándolas sobre su pecho y diga: “Nodos trabados, ya mismo
disuelvo, circulen al cosmos, transmutados en buenos”.
La higa puño: es uno de los amuletos en forma de mano más
usados en todo el mundo: ahuyenta el mal de ojo y la envidia; además, se usa
para protegerse de enfermedades.
Ámbar: esta resina fosilizada, de color amarillo
traslúcido posee una intrigante belleza.
Tiene distintos fines: curativos, reparadores, y protectores contra ataques
psíquicos. Tenga una siempre en su altar.
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