Deje escritos estos conjuros siempre a mano en su altar, llévelos en su agenda personal para recitar en cuanto los necesite. Ya en casa, trace círculos de sal, carbón, velas o piedras y conjure adentro de ellos para sellar de manera potente la protección.
(Cada una es una oración independiente,)
a) “Funciones protectoras,
Seres de luz,
Guardianes del cielo,
tenga yo de mi lado vuestros escudos eternos”.
“Yo te conjuro por el Creador,
Elohim, Adonai, Teobac y Metatrón,
a que te disuelvas en sal,
en tormenta, rayo, y granizo.
Te conjuro en nombre de Cristo
para que te quites de mi camino. Amén”.
b) “Si dos son los que te hacen mal de
ojo,
tres, son los que te cuidan:
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo
para que seas pronto puesto a resguardo. Amén”.
c) “Cruz de Caravaca,
tijeras de San Jorge,
manos de Fátima,
corten la envidia,
que se quede la
puerta y dé media vuelta.
Dioses Guerreros,
Ojo de Horus,
eleven muralla contra quien
mal me lanza.
Así es y será”.
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