Respeto a la línea o tradición:
Cada mago o brujo tiene una línea que lo antecede, es decir
que tiene una tradición. Es muy importante que el mago o brujo cultive esa
tradición y lo haga con respeto. Esa tradición puede estar representada en su
maestro o en una institución quién es la que da las pautas éticas y morales que
el brujo debe respetar. Es poco probable que una persona pueda avanzar en el
camino de la magia si no tiene una tradición que lo respalde, ya que la soledad
no es una buena consejera para un brujo. Y así no tenga un grupo actual que lo
respalde, no hay dudas que tendrá aunque sea una línea antecesora histórica que
lo represente.
Respeto a los códigos morales tradicionales
Hay algunos códigos éticos y morales que son los que cualquier mago blanco o brujo que usa la magia blanca debe respetar. Esos códigos no son muy diferentes de los mandamientos que tienen las distintas religiones y están relacionados con premisas básicas, entre ellas se deben mencionar la de no robar, no matar, no mentir , no agredir a otros y usar correctamente nuestra personalidad en el mundo cotidiano sin dañar a los demás, ya sea de acto o de palabra. Estas premisas son las que usaban todos los grandes maestros y avatares y cuánto más el brujo o mago se apegue a estas prácticas, mejor será su relación con él mismo y su entorno y por ende con su energía interna y externa, lo que redundará en una mejor conciencia a la hora de practicar su actos de magia o hechicería.
Pureza de acción
Una de las cosas más difíciles para un brujo o mago es tener
una energía pura y cristalina al hacer su práctica. Esta pureza tiene que ver
con una directriz en la energía y una mentalización correcta cuando se hace
cada acto mágico. Aquí debemos destacar que esa pureza es necesaria para que lo
realizado tenga sus adecuados frutos, y la forma de encontrar esa pureza es por
varios métodos. El primero es un adecuado cuidado del cuerpo físico, además un
correcto pensar que debe ser reforzado por medio de la meditación diaria y una
clara emotividad, cuando hablamos de estos tres aspectos nos referimos de
alguna manera a los tres cuerpos energéticos del ser humano, el cuerpo físico,
el cuerpo astral o emocional y el cuerpo mental. La armonía de estos tres
cuerpos se refuerza con la correcta acción o mejor dicho, con la acción en
pureza. Este tipo de premisas son las que se aprenden de un maestro o de alguna
escuela esotérica. Cada escuela además da distintos métodos para llevar
adelante estas distintas premisas.
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