Vela de color blanco
Cenizas de una hoguera
Vela de color rojo
Vela de color verde
Incienso de rosa o lavanda
Quemador
Amuleto de la suerte
Vela de color amarillo
Como hemos dicho un poco antes, es importante, antes de
hacer nada, estar en un sitio en el que nos podamos concentrar. Es mejor un
sitio que sea abierto, en el que podamos estar a solas. Un claro en un bosque o
un parque pueden ser sitios ideales para ello. También una terraza si la tenemos,
etc.
Una vez hemos encontrado este sitio adecuado para nosotros,
es momento de colocarnos cómodamente y empezar con el ritual.
Debemos crear un pequeño círculo con las velas y, nosotros
debemos colocarnos dentro. Esparcimos las cenizas de la hoguera que hemos
cogido, a la vez que le pedimos a las fuerzas del Universo que nos permitan
despertar y controlar los poderes ocultos que hay innatos en nosotros y que no
podemos aprovechar.
Ahora, es momento de coger nuestro amuleto de la suerte y
prender tanto el incienso como el aceite. Debemos pasarlo por encima de ambos
para que este se llene de las energías externas y del aroma de estos elementos.
Una vez lo hayamos hecho, debemos colgarnos el amuleto o
bien llevarlo encima a todas partes. Apagamos las velas y los quemadores de
incienso y aceite.
Es un ritual simple, pero debemos conseguir la máxima
concentración para la invocación de los poderes del Universo. Es importante que
visualicemos esta conexión
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