miércoles, 15 de enero de 2025

CURSO DE ALTA MAGIA BLANCA PRACTICA. Día 148

 


6. ¿EXISTEN PELIGROS AL TRANSITAR EL SENDERO DE LA MAGIA?. Parte I

Existen peligros simplemente en todos los campos. Quien es arbitro de fútbol de segunda división B, está sometido al riesgo de que en un momento determinado enfrentarse, en uno de esos pequeños campos que ni siquiera tienen vallas ni fosos, a un conjunto de espectadores alterados y algo bebidos que han asistido al partido con ganas de bulla. Para la persona que invierte su dinero bien en Bolsa, en divisas o simplemente abriendo un negocio, existe un riesgo en todo momento, a no ser que "compre Bonos del Estado", pero incluso en este último caso podemos decir que su grado hipotético de seguridad es correlativo también al grado de ganancia que va a obtener, que ciertamente no es excesivamente grande.

 

El único peligro definitivo en la Magia es dejar doblegar la consciencia ante las presiones o traicionarse a sí mismo. Es frecuente que el estudiante de Magia, si quiere acelerar demasiado las cosas, o si se las toma como un juego, comience a recibir unos taponazos sutiles bastante sonoros. Incluso, está más que demostrado que, sobre todo cuando se comienza con la Magia, si se plantean unas intenciones muy puras y muy sanas, es también frecuente que se manifiesten unas pruebas relativamente fuertes, porque se va demasiado cándido por la vida confundiendo la gimnasia con la magnesia. Esto está relacionado con el primer Arcano del Tarot, al cual se le suele llamar el Arcano Cero y también el Arcano Veintiuno, que es El Loco o, como diríamos en el Taro Cosmosicológico, el nombre del arcano sería una "tripleta" de palabras claves: El Loco, El Autodidacta y El Genio.

 

Se empieza, ciertamente, siendo un loco, porque hay falta de experiencia y hay que pagar las novatadas, tal como se pagan en cualquier otro terreno que es fundamentalmente práctico, aunque tenga unas bases teóricas, tal como es la Magia.

Esta falta de experiencia hace que la persona entre con un gran idealismo y que piense inicialmente que conociendo algunas fórmulas mágicas, o habiendo comprobado en un determinado momento que algunos problemas se le han solucionado acudiendo a la Magia, entienda que prácticamente ya no se va a encontrar con barreras a la hora de acometer unos proyectos de mayor envergadura.

 

En cambio, sucede que en esos momentos las cosas pueden salir aparentemente bastante mal, aunque evidentemente a niveles de experiencia vayan a resultar bastante productivas. Pero es frecuente que al introducirse en este tipo de temas, el estudiante supravalore su capacidades e infravalore las capacidades del adversario, aunque aquí no tenemos que hablar necesariamente de un adversario personificado en alguien en concreto, aunque eso también puede suceder, pues es bastante extraño que alguien a lo largo de su vida no vaya a tener ningún enemigo.

 

Precisamente por esta supravaloración de las propias capacidades e infravaloración de las fuerzas grises, el estudiante de Magia se lleva los primeros choques frontales con una realidad que no había previsto suficientemente y con antelación. Aquí observaremos, si este estudiante es simplemente flor de dos o tres días, o si bien opta por tomar consciencia de lo sucedido, reconocer los errores, revitalizarse y posteriormente actuar de manera más avanzada o perfeccionada. También puede pasar que simplemente opte por dejar este tipo de materias para más adelante y bajarse del burro a medio camino.

 

Incluso en este último caso, si se han seguido las normas mágicas verdaderas mínimamente, no existe mayor problema, salvo esas experiencias un tanto chocantes que hemos citado y que pueden ser de variada índole.

 

Cuando sí existe realmente problema es cuando la persona doblega su consciencia, es decir, baja su nivel, su arquetipo o su modelo moral y pretende seguir en el camino mágico pero traicionando ciertos conceptos que sabe que son intocables. Esto puede ser debido a una decisión personal, porque le puede resultar más atractivo seguir un camino no tan recto, o bien porque es influenciable y se deja presionar por otras personas que no son de intenciones rectas. Aquí sí podemos hablar de problemas de mayor rango, porque la persona pretende estar sin estar, ya dice La Biblia eso de "a los tibios los vomito".

 

Tengamos siempre en cuenta que a mayor nivel de energía, mayor necesidad de autocontrol.

 

El poder en sí no corrompe, pero activa áreas y niveles del inconsciente que estaban dormidos, incluso para el estudiante más preparado.

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