7. ¿EXISTEN LOS CIRCULOS DE PROTECCION?
El círculo es el
símbolo de la consciencia. Como ya sabemos, el símbolo del Sol tiene un punto
en el centro del círculo. Esto significa que hay un centro de la consciencia
humana.
El símbolo del Sol
tiene solamente esos dos elementos.
En primer lugar,
tenemos el círculo exterior, el cual dinámicamente podríamos imaginárnoslo como
cada vez un poquito más grande, porque lógicamente, el ser humano va teniendo
mayor capacidad de abarcar niveles de experiencia que antes le estaban
totalmente vedados, y que se le hacían como casi imposibles, o quizás los
imaginaba, pero como si se tratara de un cuento de hadas.
El ser humano, según va
teniendo más capacidad de voluntad, mayor madurez y por supuesto, según va
adquiriendo más en edad y en atributos de experiencia, tiene la posibilidad de
ir ampliando su círculo de toma de consciencia, de actuación y de generación de
causas en dichas esferas circundantes. Pero siempre, el punto se encuentra en
el símbolo del Sol en el centro, por mucho que el círculo externo crezca.
Ese punto central
quiere decir que la consciencia ha de tener una firme guía interior, es decir,
un pilar o eje central de giro alrededor del cual se desarrolla de forma
espiral todo lo demás. Es fundamental porque el círculo representa el espíritu
y, tal como decían los griegos, el círculo por eso no tiene ni principio ni
fin, porque precisamente, por definición, el espíritu no tiene ni principio ni
fin. Esto no es sólo porque el espíritu sea eterno, sino porque sus
posibilidades de realización son infinitas. Por tanto, es muy fácil perderse en
el terreno de la consciencia si no se tiene un eje central. ¿Qué puede ser este
eje central?. El propio símbolo del Sol, astrológicamente hablando, aunque aquí
ya tendríamos que hablar solamente de Astrología Esotérica o Astrosofía, nos da
la clave.
El Sol representa los
principios morales, tales como la verdad, la creatividad y la nobleza. Estos
elementos son los que nunca se pueden perder, aunque obviamente, estas facetas
del espíritu humano también se van perfeccionando sobre la marcha, y la persona
con su experiencia va comprobando que también el concepto de verdad y la moral
personal se van fraguando y realizando poco a poco, quizás no de manera tan
utópica, pero sí de forma más concreta.
Las cadenas de actos y
pensamientos han de estar pendientes de la realidad circundante, de las
posibilidades futuras y de la intuición. Esta es una buena premisa para
continuar hablando acerca de este interesante tema de los círculos de
protección y de la propia consciencia en sí.
Es decir, nuestros
actos y nuestros pensamientos han de estar siempre en continuo análisis y
contacto con la realidad, porque es la realidad que se abre ante nuestros ojos
cada día la que nos va a decir por dónde van esos movimientos sutiles de los
planos cósmicos, en relación, en primera estancia, con nosotros mismos, luego
con nuestra pareja, con nuestra familia, con la sociedad, o incluso con la
realidad de todos los días que sucede en el mundo.
Además, tener en cuenta
las posibilidades futuras es algo importante, sobre todo si tenemos a muestro
alcance el conocimiento de ciencias como la Astrología. Aunque hay personas que
sin saber Astrología tienen una gran intuición acerca del futuro, y ésta les va
a indicando por dónde han de irse moviendo en sus futuros actos y pensamientos.
Lo ideal, evidentemente, es usar los tres elementos, que son la observación de
la realidad, el análisis de las posibilidades futuras y el desarrollo de la
intuición.
La invocación de las
entidades protectoras ha de dejarse para las grandes ocasiones o para los
apuros. En realidad, tal como dice el símbolo del Sol, nuestro gran círculo de
protección es nuestra propia consciencia.
Por tanto, el estar
centrado en uno mismo significa que el circulo de protección de nuestra
consciencia está funcionando correctamente.
Cuando estamos
descentrados, bien por dudas vitales, por una fase de estrés o quizás por una
de depresión, nuestros filtros atencionales están funcionando incorrectamente.
Se denominan filtros atencionales aquellos mecanismos psíquicos que hacen que
nosotros seamos capaces en cada momento de seleccionar, entre los estímulos y
experiencias del medio ambiente, aquéllos que realmente tienen calidad, dejando
en segundo plano o impidiendo que entre en nuestra psiquis lo que podríamos
llamar "ruido de fondo". Cuando nuestra mente se encuentra centrada,
vamos a ser capaces de extraer de cada experiencia lo positivo, de saber
discernir de las experiencias que se producen cada día, y sacar las
conclusiones pertinentes al respecto. En cambio, si nuestros mecanismos de
atención se encuentran en un estado de debilidad, como consecuencia de estar
descentrados o fuera de la esencia personal, entonces cualquier situación o
pequeño detalle que suceda en el ambiente, tal como pudiera ser un estímulo
agresivo, provoca en nosotros mismos un estado de hipersensibilidad, de
irritabilidad y, en general, de respuestas poco atinadas.
De todas formas, sí es
cierto que el concepto de círculo de protección no solamente se refiere al
círculo de protección de la propia consciencia, sino también a la unidad que en
el plano psíquico existe entre los Magos Blancos, los cuales generan un
circuito o cinturón de energía protector para quienes sepan acceder de forma
eventual o bien permanente a él. Precisamente, la siguiente pregunta se refiere
a este tema.
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