Toma una manzana verde, bien ácida.
Córtala por la mitad y quita un poco de relleno con una
cuchara o cuchillo.
En ese hueco que has hecho, coloca un papel con el nombre de
la persona o una fotografía,
doblada de modo que quepa en la manzana.
Toma tres clavos metálicos grandes y vuelve a unir la
manzana atravesándola con ellos.
Coloca en un frasco de vidrio y agrega cenizas de cualquier
tipo, sal, una taza de vinagre y
una taza de leche agria.
Cierra bien el recipiente y como en el hechizo anterior,
entierra en una zona alejada de tu
casa o si es posible, en los terrenos
propiedad de la persona.
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