Voy a comenzar a dar herramientas para que podáis ir creando vuestros propios hechizos y ritos y no dependáis de buscar sortilegios en tal o cual libro. Muy útil para el Oficio del Cerco, pero el verdadero poder de éste se encuentra en la práctica y en caminar por ti mismo los muchos senderos de este noble Arte que, a fin de cuentas, son uno sólo.
Los sigilos son una herramienta mágica tremendamente útil y flexible, usada en diferentes sistemas mágicos en la actualidad pero que, de una forma u otra, han existido desde el principio de los tiempos en prácticamente todas las regiones y culturas del mundo. En cada cultura se creaban de una forma particular por supuesto, y su estilo era diferente. Mi forma preferida es que los espíritus, en el Otro Lado del Cerco, me digan como diseñar cada sigilo en particular, pero soy consciente de que no todo el mundo posee esta habilidad plenamente desarrollada, así que os mostraré como crearlos con varias técnicas más terrenales que también uso a veces, entre las que hay algunas realmente hermosas y creativas, y que han sido usadas con éxito por muchos antes que por este humilde Cuervo…
Figura 1.
El primer procedimiento para crear sigilos que desarrollaré en el blog será tremendamente sencillo, es la técnica de ‘La Rueda Bruja’. Tiene su origen en las practicas rosacrucianas y fue desarrollada por Maureen Murrish en su libro ‘The Wheel Of The Year’. Para crear sigilos a través de este método necesitarás la tabla que te muestro en la Figura 1, puedes dibujarla en tu grimorio, para usarla cada vez que sea necesario.
Ahora pensarás en el objetivo que deseas conseguir, sea cual sea, aunque si eres principiante lo ideal es que sean objetivos sencillos con los que trabajar a corto plazo, estos objetivos pueden ser solo una palabra o una oración completa, pero cuanto más concreta, mejor resultado dará el sigilo. También es mucho más poderoso si lo escribes en presente, como si ya hubieses conseguido el objetivo. Piensa en tu palabra y llénala con tu intención.
El poder del sigilo está en que mientras trabajas en su creación, depositas energía en él. Pongamos como ejemplo, que es tu primer sigilo, que no descansas por las noches y que tu objetivo es descansar cada noche, así lo pondrás en presente y siendo concreto, de esta forma:
DESCANSO BIEN
A continuación eliminaremos todas aquellas letras que se repitan en la palabra u oración que estemos usando. Nos quedaremos con las letras que no se repiten, en este caso:
DCAO BI
Ahora es el momento de usar la tabla de ‘La Rueda Bruja’. Pon una hoja en blanco sobre la tabla (para no estropearla y que te sirva para más ocasiones). Buscaremos la primera letra en La Rueda Bruja y marcaremos un pequeño círculo, como signo de que es la letra en la cual empieza nuestro sigilo (Ver Figura 2).
Figura 2.
A continuación trazaremos una línea recta hasta la siguiente letra, y así hasta que lleguemos a la última, como observamos en la Figura 3.
Figura 3.
Cuando terminemos de trazar lo marcaremos con una pequeña línea transversal, signo de que ahí finaliza nuestro sigilo, como podemos observar en la Figura 4.
Figura 4.
Ahora ya tenemos nuestro sigilo, personalizado con el objetivo que deseamos conseguir (Ver Figura 5).
Figura 5.
Cómo la forma resultante me parece adecuada y concreta, decido que es la que me servirá. Sino, podríamos realizar los pasos anteriores desde el principio cambiando las palabras, para que las letras resultantes den otro sigilo y quede a mi gusto. Que nuestro sigilo quede con una forma que nos parezca agradable personalmente y nos sintamos cómodos con él, es importante porque ayuda a que nuestro poder entre en acción más fácilmente.
Podemos emplearlo por si solo llevándolo dibujado en un pedazo de papel doblado tres veces en el bolsillo, para grabar un cirio de un color asociado a nuestro objetivo, introducirlo en una bolsita encantada con otros ingredientes
Que el Negro Profundo de las Alas del Cuervo os Guarde…
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