La magia considera cuatro elementos, el Agua, el Fuego, el Aire y la Tierra, teniendo en cuenta que a estos elementos no se los toma en cuenta como una sustancia analizada por la química sino que se los considera como una gran fuente de poder son, para la magia, fuerzas cósmicas representadas por seres vivos que son imperceptibles para el ojo común.
Estas fuerzas son utilizadas en el Arte de de la Magia, a ellas se les pide permanentemente ayuda, y con ellas es preferible entablar una muy buena amistad.
Es necesario tener en cuenta que estas entidades son muy sensibles y muy vengativas con todos aquellos que reaccionan en contra de la naturaleza o realizan explotaciones irracionales contra el medio ambiente. Por lo general, estos elementos son capaces de tomar venganza provocando enfermedades o accidentes que pueden poner en riesgo el
cuerpo físico de las personas.
Los elementos y los nombres de los espíritus que los representan son:
Elemento Tierra:
Los espíritus de este elemento se llaman Gnomos o enanos, y son convocados con el uso de sales y de polvos. Son los espíritus que atraen la riqueza. Los gnomos son los que tienen afinidad con la sobriedad, con la serenidad, con la organización, con el aseo y con el trabajo. Estos espíritus solo le prestan ayuda a los que son laboriosos y ordenados, a las personas que aman a la naturaleza y al conocimiento. Los gnomos tienen un marcado rechazo por todos aquellos que se inclinan por la avaricia, la insolencia y la pereza, y son capaces de jugarles malas pasadas, frustrándole todos sus deseos mezquinos.
Es muy importante llevarse muy bien con ellos, para ello se debe tener una planta en la casa, a la que será necesario cuidar muy bien, en lo posible, se les debe hablar, tal como si fuera una persona amiga, se puede también enterrar una moneda en la tierra para pedir que logren interceder ante los espíritus de la tierra, para que la prosperidad y las riquezas lleguen a nuestra vida.
Elemento Agua:
Los espíritus de este elemento se llaman Ninfas u Ondinas, y se los puede atraer con soluciones y lavados. Estos espíritus rigen a los distintos vegetales y a todos los procesos de sanación. Estos seres que viven en las profundidades acuáticas, cuentan con una gran belleza y poseen un aspecto muy angelical. Tienen afinidad con los espíritus sensibles y con la poesía, y están íntimamente relacionados con el canto y con la música. Se corresponden con el matrimonio, con el amor, con la salud psíquica, con los placeres sanos y con las artes.
Estos espíritus rechazan, totalmente, la violencia familiar, la prepotencia y el maltrato, por lo que toman venganza provocando depresión psíquica, enfermedades nerviosas, desequilibrios emocionales, faltas de ganas de vivir y suelen hasta llegar a hacer perder la razón.
Elemento Fuego:
Los espíritus de este elemento se llaman salamandras, y se los atrae a través del fuego y del incienso. Son capaces de administrar la libertad y el cambio y son los encargados de aniquilar todas las fuerzas negativas, los maleficios y los conjuros que caen sobre una persona. También tienen la capacidad de limpiar y de purificar todas las bajas pasiones y todos los vicios, ayudando a realizar un cambio que permita mejorar todo aquello que traba el propio desarrollo.
Elemento Aire:
Este elemento tiene como espíritus elementales a los Silfos o céfiros, a estos espíritus se los atrae a través de aceites y de inciensos. Están directamente relacionados con las inspiraciones, con los conocimientos, con la comunicación y con los viajes.
Estos son seres muy amables, gentiles, alegres y juguetones, moran en el aire y adoran la luz de la Luna y la luz del Sol. Estos elementos son invocados por aquellos magos que diagnostican enfermedades, ya que ofrecen la inspiración necesaria para llevar acabo la alta magia, y ayudan a los magos a desarrollar los poderes de videncia.
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