= TERCERO. Combinación de varias letras hebreas para formar una palabra.
Veamos un ejemplo importante, ya que éste da
lugar a un mantram adecuado para el aumento de la capacidad de concentración
mental, ya sea para discernir o dilucidar entre varias opciones teóricas a
elegir, para planificar objetivos a medio y largo plazo, para buscar la
brillantez y la genialidad intelectual ante un problema dado, o para abarcar
con capacidad de síntesis multitud de conceptos, tanto teóricos como prácticos.
Tres letras salen ahora a la luz.
La primera es SHIN, análoga al Arcano Mayor 0 ó 21 del Tarot, El Loco o El Genio, indicador de la chispa mental, a veces un tanto despistada, desordenada o incluso utópica, pero con una gran carga de brillo, aportación original y fuerza intelectual.
La segunda letra es MEM, cuyo Arcano Mayor en relación con el Tarot es el 13, La Muerte o el Renacimiento. Significa el someter los proyectos originales surgidos en la fase anterior a una depuración psíquica, de la cual "sobrevivirán" sólo las ideas más aptas, que serán las que resistan la tensión psíquica a la que se les someta. Es decir, "muchas son las ideas llamadas, pero pocas las elegidas".
El tercer y último componente de esta palabra es la letra ALEPH, cuyo indicador en el Tarot es El Mago, regido por Mercurio, planeta que une lo de arriba con lo de abajo, es decir, lo abstracto con lo concreto, dando lugar a la maestría, que es ni más ni menos que la capacidad de materializar las ideas o los proyectos, lo cual es el último paso dentro de cualquier proceso de concentración mental.
Así, la palabra resultante es SHEMA, de la cual deriva en castellano el término ESQUEMA. Este nos hace referencia al funcionamiento de la mente humana organizada con base a los esquemas mentales, muy similar a la organización de los datos en la informática, es decir, con un método estrictamente jerarquizado en directorios, que a su vez se dividen en subdirectorios, y asísucesivamente.
Por tanto, la técnica de los esquemas mentales o resúmenes mentales es especialmente poderosa para aumentar la creatividad profesional, para controlar mejor el tiempo, para organizar más inteligentemente la vida cotidiana, para plantear proyectos a medio y a largo plazo, y para realizar cualquier actividad cotidiana práctica, casera, intelectual, o inclusive espiritual.
Así, SHEMA se convierte en un mantram que se
puede vocalizar de forma individualizada para facilitar la síntesis, la
intuición, la solución de un problema práctico, o el enfoque adecuado de una
cuestión abstracta.
CUARTO. Uso de una o varias letras hebreas
como parte de un ceremonial de mayor amplitud.
En posteriores capítulos de este Curso vamos a tratar diferentes estructuras ceremoniales. Dentro de ellas y, concretamente en el punto álgido de la ceremonia, se puede hacer uso de la vocalización o pronunciación de una, o bien tres, letras hebreas.
El hecho de que las letras hebreas puedan ser
usadas como punto neurálgico de un ceremonial, da a entender la fuerza y
potencia especial que poseen éstas en el trabajo mágico.
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