domingo, 30 de julio de 2023

CURSO DE ALTA MAGIA BLANCA PRACTICA. Día 55

CAPITULO VII. GENERACION DE FUERZAS Y FORMAS MAGICAS.

PRIMER NIVEL DE PODER:

 

CONSTITUCION MAGICA DEL UNIVERSO. Parte I


Ya habíamos hablado del fenómeno de la RESONANCIA, el cual podíamos explicar perfectamente partiendo de tres leyes herméticas: generación, vibración y correspondencia.

 

La LEY DE GENERACION nos indica que cualquier objeto o ser vivo es un conductor, repetidor o generador de procesos energéticos, siendo uno de los principales el fenómeno de la vibración.

 

Los objetos y los seres vivos "generan" vibraciones determinadas en función de su estructura interna, tanto física como astral, mental y espiritual.

 

La LEY DE VIBRACION dice que no existe nada repetido en el universo, aunque sí existen muchas cosas que son similares. Los seres humanos entre sí poseen similitudes vibratorias pero, evidentemente, no existen dos personas iguales una a la otra, con lo que podemos decir que los seres humanos están enclavados dentro de un cierto rango de frecuencia vibratoria en la naturaleza, pero ese rango o espectro es enormemente amplio.

 

La ley de CORRESPONDENCIA no da a entender que existen

 

vibraciones similares en los diferentes planos sutiles de una persona, por ejemplo.

 

Así, el artista muchas veces posee un aspecto físico de artista o, por lo menos, tiene hábitos y conductas que son visiblemente de artista para los demás que le observan. Pero no solamente el artista es artista en cuanto a sus comportamientos externos, sino en la propia constitución de su cuerpo astral, pues él vibra o afina con determinado tipo de emociones, vivencias subjetivas y elementos subconscientes, los cuales pueden variar de un artista a otro pero que, en general, los podemos denominar como "vibraciones astrales del arte".

 

Además, el artista también es artista en su forma de pensar, en su manera de organizar su vida diaria y en su modo de canalizar la información que le proviene del exterior, lo cual le marca también en el plano mental.

 

Y, por último, en el plano espiritual, el artista posee una conciencia que registra las experiencias bajo el tamiz de la belleza, la sensibilidad y la armonía. Todavía en el plano espiritual, la voluntad del artista seguramente estará marcada por la forma particular en la cual él capta el mundo.

 

Como resumen, el artista es artista físico, artista en lo astral, artista en lo mental y artista en lo espiritual, lo cual nos da a entender que hay una correspondencia en los distintos niveles del ser humano.

 

En síntesis, en el universo cada elemento, cada objeto, cada ser vivo y cada ser humano en particular, genera un determinado tipo de vibraciones, cada una de las cuales se manifiesta por ley de correspondencia en sus diferentes niveles sutiles.

 

Así, el artista que tiende a un tipo de arte retorcido, antiestético y rebelde ante los cánones clásicos, se está abrevando en una determinada fuente de vibraciones cósmicas; e igual sucede con el artista de molde clásico, virtuoso, rítmico y amante de la belleza pura, el cual obtiene su inspiración de otro foco o fuente de vibraciones universales.

 

Así el ser humano, la mayor parte de las veces sin darse cuenta o tener conocimientos acerca de ello, está conectando con distintas fuentes vibratorias universales, que también podemos denominar como MORADAS VIBRATORIAS. Hacemos mención de este último término estableciendo una analogía con la frase bíblica que dice "muchas moradas hay en la Casa de mi Padre".

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