¿ ESTAN CONECTADOS ENTRE SI DE ALGUNA FORMA LOS MAGOS BLANCOS?.Parte I
Sí. No es necesario que
se conozcan entre sí los Magos Blancos para estar conectados entre ellos.
Sabemos que en la dimensión espacio-tiempo o dimensión físico-terrestre, el
tiempo posee un valor relativo pero exacto. Es decir, los relojes que funcionan
bien están perfectamente sincronizados unos con otros, y alguien en Japón no
puede decir que vivió un minuto más largo objetivamente, que otra persona que
estaba ese mismo minuto en Nueva York. Sin embargo, cuando nos colocamos en el
plano subjetivo, sí pueden existir diferencias de percepción personal acerca de
cómo ese japonés vivió ese minuto y acerca de cómo el neoyorquino lo hizo. Pero
esto ya no es algo que pertenece al dominio físico o al plano material, sino
que ya estamos penetrando en el mundo de las psiquis, el cual, como sabemos los
esoteristas, se denomina el mundo astral.
En el plano astral, el tiempo se difumina enormemente y se hace muchísimo más
relativo, en comparación con el tiempo en el plano físico.
Recordemos que precisamente desde el punto de vista de las leyes físicas, ya
Einstein descubrió con su Teoría de la Relatividad que el tiempo varía en
función de elementos físicos, tales como la velocidad o la gravedad.
De tal manera, ha quedado demostrada la teoría de Einstein según la cual, para
un objeto viajando a grandes velocidades en el tiempo cercanas a la velocidad
de la luz, el trascurso del tiempo es más lento que para los objetos o personas
que por ejemplo quedaran viviendo en la Tierra. De tal manera, si se lanzara
una nave viajando a más de doscientos mil kilómetros por segundo, cosa
imposible hoy en día, durante diez años terrestres, a la vuelta, comprobaríamos
que las personas que embarcaron en esa nave, solamente han envejecido un año y
que, seguramente para esas personas, su noción subjetiva del paso del tiempo
fue también de un año. En cambio, nosotros habríamos envejecido diez años, es
decir, diez veces más. Esto demuestra la relatividad del tiempo ya en el plano
físico, pero en el plano astral lógicamente ésta se vuelve mucho mayor.
En el plano astral, apenas podemos penetrar de forma independiente un poco
durante los sueños, pero por lo general, el recuerdo de los sueños queda un
poco borroso en nuestra memoria. Sin embargo, es relativamente frecuente que cuando
nos despertamos recordemos un sueño y pensemos que ese sueño ya lo habíamos
tenido varias veces anteriormente, o que, incluso, no estemos seguros
exactamente del momento en el cual lo soñamos o de la noche en que lo soñamos
por primera vez. Esto es una indicación muy vaga de que, efectivamente, en el
plano astral el transcurso del tiempo es muchísimo más relativo que en el plano
físico, de acuerdo a la Teoría de la Relatividad de Einstein.
Lo mismo podemos decir de la relatividad del espacio. Ya Einstein, en cuanto a
leyes físicas también, ha demostrado que el espacio en realidad no es algo
plano y totalmente uniforme como nosotros lo entendemos, sino que pueden
existir deformaciones en el espacio, e incluso agujeros en el espacio, que son
los llamados agujeros negros.
Por ejemplo, para Einstein, la gravedad genera una deformación en el espacio.
Es como si la Tierra estuviera girando alrededor del Sol, no porque el Sol
estuviera tirando de ella por una especie de hilo invisible que mantiene a la
Tierra atada al astro solar. Einstein explicó el fenómeno de la gravedad como
una deformación en el tiempo generada por la interacción de la gravedad del Sol
y la gravedad de la Tierra. De este modo, podríamos visualizar la Tierra
girando alrededor del Sol sobre una especie de tela sobre la cual, según la
Tierra va rodando como si fuera una bola de madera, ella va generando un surco
en esa tela, la cual no se encuentra excesivamente tensa. Este surco que va
generando esa bola de madera al girar alrededor del Sol es lo que llamaríamos
una deformación del espacio-tiempo, ya que de acuerdo a las teorías de
Einstein, espacio y tiempo son una sola entidad interrelacionada, y no la suma
o ni siquiera la interacción entre dos cosas.
Todo esto nos sirve para entender que efectivamente es posible que personas que comulgan o que poseen una afinidad en su plano psíquico, mental y espiritual, pueden estar efectivamente conectadas en ese otro segundo gran nivel del Universo, que es el que denominamos el mundo astral.
El mundo astral es el que hace posible que las influencias de los astros lleguen hasta nosotros, aun cuando esto se puede encontrar a cientos de miles de millones de kilómetros en el caso de los planetas, e incluso a muchos años luz, si de estrellas estuviéramos hablando.
En el plano astral, nosotros nos convertimos en seres tremendamente sensibles a las influencias del medio ambiente, e incluso del medio ambiente cósmico tal como nos está indicando este principio astrológico.
En el plano astral, los seres humanos pueden conectarse entre sí en función de sus afinidades y de las características de su alma, ya que realmente el alma pertenece y está formada por materia o por partículas astrales, tal como queramos referirnos a ello.
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