SEGUNDO RITUAL
ORACIÓN DE BIENVENIDA:
“En nombre de mi Amada y Todopoderosa Presencia YO
SOY, doy la bienvenida al Espíritu de la Navidad, quien baja a este planeta con
la misión de DAR; te saludo, te amo, te reconozco y te bendigo Maestro
Natividad. Te doy las gracias por la maravillosa labor de Amor, Alegría y paz
que realizas. Abro las puertas de mi corazón, de mi hogar a tu radiación y te
reconozco como huésped privilegiado a quien deseo agasajar. Solicito, acepto,
recibo y realizo la abundante provisión para la humanidad, para mi familia,
para mis amigos y para mí. Invoco la Ley del Perdón y del Olvido y la Llama
Violeta Transmutadota para que consuma, transmute, disuelva y libere con Amor
todo lo inarmonioso en mi hogar y en todo el planeta Tierra, para que la Paz,
el Amor, la Armonía, el Equilibrio, la Alegría y el Orden Divino, regalos del
Amado Natividad llenen mi vida y la de toda la humanidad”.
A continuación se hará una breve meditación invocando
desde el espacio del Amor al Espíritu d la Navidad, luego cada cual leerá para
sí mismo con mucha FE su lista de peticiones que habrá traído preparada a la
reunión. Esto se hará antes de la cena y sin haber ingerido licor de ningún
tipo en todo el día, pues se trata de un acto espiritual muy íntimo, donde cada
quien procurará conservar la mayor pureza y el mayor recogimiento, para
alcanzar vibracionalmente al Maestro Natividad y a los ángeles.
Una vez concluida la meditación donde nos acercamos
espiritualmente a Natividad, haremos la bendición de las peticiones con la
siguiente oración.
TERCER RITUAL:
ORACIÓN PARA BENDECIR LAS CARTAS DE PETICIONES
“En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
en nombre de mi Amado Maestro Natividad, bendigo la Presencia, la Esencia y la
Sustancia de Dios en estas peticiones, para que se realicen y se manifiesten,
porque sé que serán cumplidas en mí y en toda la Humanidad. Gracias Padre,
porque sé que ya está dado”.
Ahora se procede a quemar la hoja de peticiones, dirigiéndote
mentalmente a los ángeles de la Navidad:
“Ángeles Integradores de la Abundancia, transmitan
estas peticiones a mi Amado Maestro Natividad para que me sean conferidas sólo
para el Bien, Amor y Perfección en mí y en toda la Humanidad”. Puedes irradiar
las cenizas al viento si estás en un lugar abierto, o guardarlas en un sobre si
te encuentras en un lugar cerrado.
Si se desea, en este momento se puede decir la oración
de gratitud y despedida de la llama, la cual dice:
“Gracias a la Presencia de Dios Universal, a sus
Ángeles y muy especialmente al Espíritu de la Navidad, quienes nos han asistido
este día.
Bendita llama, expresión de la esencia luz de Dios,
gracias por tu servicio obediente a la humanidad, regresa ahora al centro
corazón de la creación para que seas atraída de nuevo a la acción a través de
la invocación de la humanidad para expandir los bordes del reino del padre por
todo el infinito. En la unidad de toda vida nos inclinamos y damos gracias por
la oportunidad de haber participado en este servicio” (se apaga la llama).
Con la música navideña como fondo, al terminar el
ritual se reparten abrazos a cada invitado, y sentiremos la luz dorada que se
irradia desde el centro del Universo que nos bañará de bendiciones, hay una
sensación de Unidad y de Paz.
Los regalos de Natividad vienen en las manos de los
ángeles de la Opulencia, de la Prosperidad, de la Abundancia y del Suministro.
Una de las formas simbólicas en que podemos manifestar esa generosidad es
celebrando un brindis y una gran cena que compartimos al terminar el ritual de
las peticiones. La bebida preferiblemente es el vino rosado, el cual no se
tomará en forma exagerada para no perder el sentido espiritual del día tan
especial que estamos conmemorando.
La cena se inicia con un brindis en honor a Natividad,
luego el resto de la noche y de la Navidad depende de ti. Poco a poco iras
creando tu propia forma de celebrar el día del Espíritu de la Navidad, pero
siempre conservando el requisito esencial: Pureza de intención y de corazón.
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