lunes, 2 de mayo de 2022

Propiedades mágicas y terapéuticas del LAPISLÁZULI

 


Se trata de una bellísima piedra opaca de color azul claro y con vetas blancas. Cuanto menor es la cantidad de blanco mayor es su valor. Algunas de estas gemas apenas tienen finísimas líneas blancas, y las hay de un azul tan oscuro que casi parece negro.

Compuesto por una base de bióxido de silicio, el lapislá­zuli es un mineral altamente complejo, en cuya fórmula en­tran distintos minerales, como hidróxidos de sodio y alumi­nio, pirita (mineral de hierro), sodalita, mica y compuestos varios, como anfíboles y piroxenos.

Posee un brillo vitreo poco marcado en las piedras pulidas, pero compensado por un her­moso color azul marino, en ocasiones tendente al violeta o al gris y mezclado con zonas blancas o amarillo-doradas.

La colocación azul se debe a la presencia de azufre en suspen­sión coloidal y el dorado a la pirita o, en algunas ocasiones, al oro.

Los yacimientos más importantes se encuentran en Rusia, en la región del Lago Baikal, en Siberia, en Chile y en las la­deras del Vesubio, aunque en pequeñas cantidades y de difí­cil explotación.

Todas las regiones de extracción de lapislá­zuli son zonas volcánicas, ya que el mineral tiene su génesis en los fenómenos metamórficos que tienen lugar entre rocas calcáreas y rocas eruptivas.

Origen y proyección histórica: El lapislázuli era ya conocido entre los egipcios hace más de 3.000 años, que lo consagraron a la diosa Isís y lo utiliza­ban para tallar con él escarabajos sagrados y elementos or­namentales, como las tiaras y pectorales de los faraones y sus preferidas.

Estos ornamentos se dividían en dos categorías: los que tallaban en piedras auténticas y eran utilizados por las castas superiores y los que se hacían con polvo prensado de la misma piedra, destinado a personas más humildes.

Los babilonios, persas y sumerios llevaban consigo pendien­tes de lapislázuli para mantenerse cerca de la divinidad, mien­tras que los griegos lo consagraron a Venus y los paleocristianos a la Virgen María.

Durante el Renacimiento Italiano, los pintores lo utiliza­ban mezclado con sustancias oleosas para preparar el célebre color azul ultramar, a diferencia del también conocido azul de Prusia, que se hacía a partir de la azurita, muy común en Europa.

La diferencia en los términos sugería que la primera de las piedras provenía de lejos, mientras que el azul de Prusia tam­bién se conocía como citramarino, es decir, "de este lado del mar".

El lapislázuli fue también una de las razones de los viajes de Marco Polo hacia la India, China y el Tibet, hasta que finalmente lo halló a orillas del río Dana Amón, en la región oriental del Afghanistán.

Algunos autores sostienen que de allí provienen los términos lapislázuli y lazulita: del persa la-chuard (zafiro) o del árabe lazurd, precursor de las palabras españolas azur azul.

Energía: Receptiva.

Planeta: Venus.

Elemento: Agua.

Deidades: Isis, Venus, Nuit.

Metal asociado: Oro.

Poderes: Curación, alegría, amor, fidelidad, psiquismo, protección, coraje.

Tradición mágico-ritual:mTiene infinitas asociaciones con reyes y reinas. En la antigua Sumeria, la piedra estaba íntimamente asociada con las deidades en general. Al llevarla, su dueño tenía el potente poder mági­co de una deidad, pues la piedra contenía la fuerza detrás de toda divi­nidad.

Algunos decían que contenía el alma de la deidad, que se "rego­cijaría en su sueño". Era un elemento popular para fabricar los sellos cilindricos en Sumeria. Estos eran piedras pequeñas y redondas esculpidas con imá­genes de deidades y sus símbolos. Los sellos cilindricos se usaban como "firmas" presionando la piedra grabada sobre los documentos de arcilla húmeda, y eran apreciados como amuletos y talismanes.

Algunos creen que el lapislázuli, una bella piedra real azul con man­chas de pirita dorada, combina las influencias de Venus y Marte, pues la pirita está gobernada por Marte. Esto no es demasiado convincente puesto que el contenido de pirita es mínimo y, en algunas piezas, es prácticamente inexistente.

Usos mágicos: Es una piedra curativa y calmante, solamente haciendo tocar el cuerpo con la piedra, mejora su condición física, espiritual, psíquica y emocional.

Aún siendo costosa, se usa específicamente para aliviar las fiebres y las enfermedades de la sangre. Fortalece la vista si se usa con regularidad.  Si se sostiene en la mano durante cualquier ritual de curación, o se coloca alrededor de velas azules o púrpuras, la piedra ayuda al mago a concen­trar la energía sobre el resultado mágico.

Si lleva a cabo un ritual de curación para un amigo, sostenga la pie­dra y visualice a la persona enferma como un ser humano curado, sano y en perfecto estado.

Visualice la energía que fluye al interior de la pie­dra y, aumentada y especificada, hacia la persona.

Es una piedra edificante, espiritual. Su color azul profundo refleja sus vibraciones pacíficas. Es útil para aliviar la depresión y estimular la espiritualidad, y es excelente para la meditación. Estimula la bondad de quien lo lleva. Se usa en rituales designados a atraer el amor espiritual.

Tome un trozo de lapislázuli sin pulir con el borde afilado. Cargue la piedra y una vela rosada con su necesidad de amor. Luego, usando el lapislázu­li, grabe un corazón en la vela.

Coloque la piedra cerca del candelero y haga arder la vela mientras visualiza un amor que entra en su vida. Es considerado un poderoso amuleto de fidelidad y se usa para forta­lecer los vínculos que existen entre los amantes.

Quizás en la actualidad se use más comúnmente para fortalecer la conciencia psíquica. Rompe el dominio que la mente consciente tiene sobre la subconsciente (psíquica) y permite que se conozcan los impul­sos intuitivos.

Usar un collar de lapislázuli o sostener un trozo en la mano aumenta su conciencia de estos impulsos, muchas veces difíciles de percibir.

Para aumentar en general su conciencia psíquica (por ejemplo, su capacidad de aprovechar esta información), use esta piedra todos los días.

O úsela sólo cuando está adivinando el futuro, observando el designio de una piedra o consultando el tarot de piedras o, por el con­trario, utilizando símbolos que hablan a la mente psíquica.

Recuerde: estos actos de adivinación y los rituales asociados con ellos por lo gene­ral son "trucos" designados a relajar la mente consciente.

También es una piedra protectora, en especial de los niños. En la India contemporánea, las cuentas de lapislázuli se ensartan en hilo de oro.

Los niños usan el collar resultante para asegurar la salud, el crecimiento y la protección. En una época, se colocaba alrededor del cuello de los niños para alejar los miedos y las fantasías perturba­doras.

Esta influencia que da coraje, también la utilizan los adultos y quizá, se deba a las propiedades psíquicas y protectoras del lapislázuli.

A pesar de su precio relativamente elevado, todo aquél que realice magia con piedras, debería poseerlo y utilizarlo.

El lapislázuli es el símbolo de la riqueza. Lo ha sido desde tiempo inmemorial, hasta tal punto que ya en el mi­lenario Egipto se creía que era un amuleto infalible para enri­quecer a su poseedor, por lo que fue muy codiciado.

Resulta habitual hallar textos antiguos en los que se hace referencia al lapislázuli como «piedra del dinero» o «llama-dinero».

En Amé­rica, es muy usual hallar todo tipo de amuletos realizados con esta gema, pues se considera que quien lleva un anillo, un pastillero, una cajita, un colgante o cualquier otro adorno de la­pislázuli constantemente consigo, jamás padece problemas eco­nómicos.

Su valor curativo se concentra en las afecciones de los muslos. Evita las heridas en esa parte del cuerpo.  Es muy pro­picio para los nativos de Tauro.

Acción Psíquica: En casos de hipersensibilidad nerviosa, al punto de que todo estremece y sobresalta; dificultad para trabajos que requieran de una concentración mental, a causa de la rapidez con que se registran las impresiones que llegan al cere­bro por la falta de un ordenamiento para pensar.

La actividad mental aumenta notablemente en la noche. Muy útil para personas con una conciencia exagerada de su personalidad, vanidosos. La locuacidad puede ser extraordinaria, agotan a quienes están a su alrededor.

Al hablar saltan de un tema a otro, tratan de acaparar la atención. Una de las virtudes fundamentales del lapislázuli es la de armonizar in­tegralmente los cuerpos sutiles con el cuerpo mental, permi­tiendo así la limpieza de los pulmones, el bazo y las glándu­las de secreción endocrina.

Sin embargo, la función específica del lapislázuli es la de penetrar y profundizar, más que curar, por lo que conviene acompañarla con algún cristal curativo (malaquita, cuarzo rosa, rodocrosita, sanguinaria, etc.), acorde con la dolencia a tratar.

Acción Emotiva: Este es el medicamento contra los celos exagerados y de todo tipo, personalidades castradoras, difícil convivir con ellas. En general, los celos de estas personas obedecen a una inseguridad de su propia sexualidad, lo cual es muy difícil que lleguen a comentar o confesar.

Una característica de su ánimo es la euforia orgullosa; todo es hermoso cuando tienen ganas.

Acción Energética: Tiende a equilibrar las energías internas para darles un dinamismo apropiado a los centros sutiles, estimulando al ser a transitar por un camino mucho más espiritual.

Su mayor acción la ejerce sobre el Centro Laríngeo, al que estimula. En la cristaloterapia actual, el lapislázuli es fundamental­mente un purificador mental y espiritual, que refuerza esos cuerpos sutiles y los alinea entre sí.

Colocado sobre el chakra pineal, permite penetrar a través de los bloqueos incons­cientes y pone en comunicación la mente consciente con la intuitiva, ayudando a la primera de ellas a buscar por intros­pección sus propias fuentes energéticas.

En este proceso apa­recen inevitablemente bloqueos traumáticos, o esquemas dog­máticos que el lapislázuli ayuda a eliminar hacia el exterior, a través del cuerpo etéreo.

Por su color azul, el lapislázuli está indisolublemente ligado con el chakra laríngeo y, enseña el camino de la iluminación, la expresión y la capacidad mental, preparando el camino para la apertura del ojo pineal.

Aumenta el poder espiritual y el de­sarrollo del cuerpo mental, permitiendo a la vez que ese desa­rrollo se manifieste expresivamente.

Con amatista, malaquita y cuarzo rosa o rodocrosita sobre sus chakras correspondientes, crea una sensación real de firmeza y decisión, abriendo un camino, no sólo al conocimiento, sino también a la expre­sión y comunicación de ese conocimiento.

En combinación con la Amatista, encamina hacia la serenidad propia del conocimiento superior, recobrando las ilusiones en momentos de adversidad.

Su efecto es la activación.

Incompatibilidad: Esmeralda, Granate, Jaspe, Rubí, Ópalo.


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