jueves, 4 de julio de 2024

Cristales Maestros Parte 23

 


Cristales Maestros CELESTIALES


Los cristales llamados Celestiales o Angélicos se caracterizan por su

emisión mágica, no racional, son estructuras cristalinas que están      

materializados en el espacio, tienen forma, pero no tienen tiempo, no

se adaptan al tiempo lineal.

 

Los gemólogos suelen llamarle Cuarzo esquelético ya que algunos de

ellos no tienen forma y presentan agujeros. También se caracterizan

por estar chamuscados de forma natural, suelen tener inclusiones…

pero aún así llaman poderosamente nuestra atención, no son bellos ni

estéticos, pero son especiales. Son extremadamente poderosos y

difíciles de encontrar. Son cristales que han soportado de todo hasta

llegar a nosotros. Su lección es precisamente esa, la fuerza, la

tenacidad.

 

Los Celestiales fueron los habitáculos o medios de transporte de

energías muy elevadas, formas de vida no materiales que ayudaron a

que la materia se formara, es decir, los Angeles. Tienen todavía la

vibración de esta energía o forma de vida llamada angélica. Cuando

llegaron aquí a la Tierra fueron a formar parte del centro de la

misma y poco a poco entraron en contacto con la atmósfera terrestre.

Contienen y han pasado las fases de los elementos que componen el

cuerpo del planeta.

 

Los Celestiales no están tallados, facetados, pulidos y sin embargo

en sus superficies podemos encontrar figuras, símbolos, señales como

de una escritura desconocida que después de habernos entrenado y

entregado a los anteriores cristales maestros, nos resultará fácil

descifrar si mantenemos el cristal con la mano derecha y pasamos

índice de la mano izquierda por encima de estos símbolos, con los

ojos cerrados y dejando que nuestra vista interior lea los símbolos a

través del tacto.

 

La estructura de este cristal se puede usar como se utilizan las

cartas de símbolos geométricos para que "aparezcan" en el entrecejo

con los ojos cerrados, la técnica es:

 

Serenamos la mente y mantenemos la mirada en su estructura.

Nos fijamos en su forma y detalles.

Cerramos los ojos y esperamos a que nuestra visión interior focalice

la forma del Celestial.

Mantenemos la actitud receptiva.

Escribimos o grabamos el proceso.

 

Los Celestiales nos conectan con nuestra energía angélica, con la

esencia que forma parte de nuestro Ser cuya vibración pertenece a esa

frecuencia. Nos liberan de las ataduras emocionales así como de

pautas de conducta de las que nos queremos deshacer. Recordad que los

Angeles son una forma de vida que está más allá de la polaridad y por

lo tanto, no poseen chakra emocional, son armonía constante. Su

energía o frecuencia nos lleva a enfrentarnos con nosotros mismos,

con lo que no somos y debemos dejar de ser para que nuestra auténtica

luz pueda expresarse.

 

Antes de "trabajar" con Celestiales es conveniente que hayamos

experimentado muchísimo con los demás cristales maestros, pues ellos

nos inducen a una apertura de conciencia que necesita mucho valor

para ser enfrentada, nos muestra el calibre de lo que puede llegar a

ser nuestra energía de luz mal calificada. Este cristal funciona así:

Si uno mismo posee un concepto de sí mismo como una persona pura, de

buen corazón, de una bondad que se refleja en su mirada y en su

físico…, y es así de verdad, el Celestial le mostrará un brillo, luz,

grandeza, poder y abundancia mucho más elevado de lo que nunca podría

esperar, porque él muestra la verdad, pero si es al contrario, si nos

estamos autoengañando, el cristal seguirá mostrando la verdad y

nosotros recibiremos un shock emocional.

 

Tampoco podemos utilizarlo como si fuera un pañuelo o paño de

lágrimas buscando consuelo, el Celestial es fuerte y poderoso y esta

energía se la ha ganado a pulso, él es como es, verdad pura y eso es

lo que refleja. Este es un cristal de los Angeles que exige mucho

porque otorga mucho y para armonizar con él deberemos haber limpiado

nuestras emociones y nuestro ego de falsas ilusiones y tonterías. Su

frecuencia nos mostrará aquello en lo que necesitamos trabajar sobre

nosotros mismos que todavía no está bien.

No hay que temer a los Celestiales sino todo lo contrario, ellos son

nuestros maestros en el aprendizaje y liberación de las emociones

negativas. Las emociones negativas aunque sean negativas son nuestras

y lo primero que deberíamos hacer es aceptarlas y aprender a      

transmutarlas en el mismo momento que se están produciendo. Si algo

nos contraria y nos produce una emoción limitadora que callamos, esa

energía va a depositarse en alguna parte de nosotros e irá creciendo,

ya sea en forma de granito, úlcera, tumor, cáncer, distracción fatal,

agujero áurico, bloqueo de chakra o lo que sea. Por ello, en el

momento que se produce una emoción negativa debemos liberarla. Por

ejemplo, si la causa de esta emoción es algo que hemos oído en la

televisión, la solución no será romper la televisión, pero sí estaría

bien darle unos golpes a un cojín, gritar, saltar o correr para

liberar esta energía caótica, este es un ejercicio recomendado por

terapeutas y psicólogos. Después respiramos y sentimos que nos hemos

liberado, que nos hemos quedado muy bien.

Cuando la persona ha trabajado en sus emociones y se encuentra

equilibrada, la energía del Celestial, le ayudará a abrir el chakra

de la corona y la energía espiritual fluirá con todo su poder y

equilibrio pues la "toma de tierra" estará hecha.

Los Celestiales podemos emplearlos en terapias con otras personas

siempre y cuando nuestro criterio así lo dicte, además de informar a

la persona del gran poder del cristal y a la menor duda no lo

aplicaremos.

El Celestial es un equilibrador, desbloqueador y canalizador de las

glándulas pineal y pituitaria, por lo que resulta muy eficaz en los

casos de esquizofrenia, epilepsia y drogodependencias. Repara,

regenera y vitaliza las células cerebrales agotadas y degeneradas por

estas enfermedades citadas y por los efectos de las drogas.

En este y otros casos, la persona/paciente deberá disponer de varios

Celestiales para poder utilizarlos en imposición sobre sus centros

vitales (preferentemente el chakra corazón, zona de la cabeza y plexo

solar). También será conveniente que duerma con un Celestial

dispuesto en la mesita de noche, lo mas cerca posible de la zona

donde reposa la cabeza al dormir.

 

 

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