Lección 11 Avanzar
En la
vida cotidiana debemos intentar avanzar en todo momento, usando
el
sentido común y la bondad.
Cuando
estés realizando actividades procura avanzar en lo que estás
haciendo, y cuando creas que no puedes avanzar crea nuevas situaciones
buenas.
Ejemplo:
En tu lugar de trabajo procura avanzar en lo que hagas y en
mantener
buenas relaciones con tus compañeros, y cuando creas que no
puedes
avanzar en esta línea intenta ser todavía más amable todavía.
No se
trata de exagerar las situaciones sino de crear buena atmósfera
entre
las personas que entran en contacto contigo para que se den cuenta
con los
hechos de que eres una buena persona y se contagien de la
verdad
sin casi ellos quererlo.
Una
persona no es superhombre por creer que lo es y sin dar un paso
para
demostrarlo.
Usa el
sentido común para determinar la importancia de las cosas y
aplicar
más intensidad en las cosas que tienen más importancia.
Lección
12 Desear
Cuando
se hace una estadística del tiempo que invierten las personas en
determinadas cosas se obtiene de ésta el resultado de que la acción a la
que más
tiempo dedicamos es la del sueño.
De la
misma forma si hiciéramos una estadística de las cosas en las que
invertimos el tiempo a nivel psíquico aparecería que una actividad en la
que se
invierte mucho de nuestro tiempo es en desear.
Muchas
veces las personas suelen desear cosas que no son
trascendentes e importantes verdaderamente para él.
Actualmente es incuestionable que muchas personas se orientan a ir
detrás
del dinero, como uno de los deseos más frecuentes de las
personas.
Vemos
como personas con gran capital económico son alabadas,
llevadas
al cénit del prestigio social y vemos posteriormente, y
actualmente con más frecuencia, como su prestigio cae por los suelos por
descubrirse actividades irregulares en su actuación empresarial o en su
forma de
haber obtenido sus ingresos económicos. Jesucristo ya dijo
que
invirtiéramos en las cosas del cielo antes que amontonar riquezas en
este
mundo, pues las cosas del cielo rentarán muchísimo más y nos las
podemos llevar con nosotros en el paso dimensional.
Más a
pesar de ser obvio esto, hay algo más que se puede leer entre
líneas y
que es la perspectiva no sólo de observar lo que hacen algunas
personas
con gran capital económico sino de analizar lo que no hacen y
sí están en disposición de hacer.
El
dinero sobrante de las personas puede ser invertido en una de las
causas
más justas y de tipo trascendente: invertir en capital humano, es
decir, aplicar su dinero sobrante, en obras de beneficencia o entidades
humanitarias, donando parte de su dinero a los entes y empresas que
ayudan a los niños en todo el mundo.
Es
curioso ver desde la perspectiva de lo que es la verdad el ansia con
que se
mueven algunas personas en pos del dinero y lo poco que cuidan
a veces las cosas trascendentales.
Estas personas tendrían que plantearse
la cuestión siguiente: Cuándo se
vayan de
este planeta Tierra y recojan los frutos de lo que han hecho
aquí en
grandes
cantidades de dinero no hayan hecho un uso más apropiado de
él,
porque no hay nada de malo en tener grandes posesiones, pero
siempre
que haya otra compensación a la sociedad porque siempre, por
ejemplo,
que una persona sube en la escala social tiene que compensar
esta
subida con la ley del equilibrio que dice que debe tapar la parte
correspondiente en el polo contrario, es decir, hipotéticamente si sube
dos
peldaños, dos peldaños a los que tendrá que ayudar en la escala de
abajo,
es decir, ayudar a los mas desfavorecidos y que más lo necesitan,
donando
parte del dinero, - en el pasado: el diezmo de lo ganado-, por
ejemplo.
Aun
desde la perspectiva egoísta se debería pensar que cuánta más gente
se ayude
en esta vida implicará menos problemas que tendrá en la
siguiente. Y aún en el caso de que esté en duda de hacer o no hacer esto,
finalmente tiene que pensar que esto no le hará daño y que hará un bien
añadido
a la sociedad que por la ley de causa y efecto siempre lógica y
justa,
nunca puede recibir un mal por el bien que se hace. Hay que ser un
poco más generoso. Aplica también el sentido común y la bondad:
No se
trata de dejar las cosas buenas que se están haciendo o
cambiarlas por otras, sino de añadir a las cosas buenas que se hacen
otras
que se está en disposición de hacer, dando una prioridad a las
cosas
más trascendentales sobre las que lo son menos. Cuando compres
cosas
accesorias piensa en lo siguiente: Una persona desea comprar un
cuadro
de Van Gogh (un excelente pintor impresionista, por cierto)para
su
salón. Esto puede ser más o menos importante para su vida, pero
debe
recordar que antes de invertir en cosas accesorias es mejor invertir
en capital humano.
El puede
comprar otro cuadro que igualmente le guste, más barato, y la
diferencia donarla en una entidad humanitaria, especialmente si es de
niños,
de esta forma cada vez que mire al cuadro se acordará que esta
diferencia ha sido invertida en ayudar a niños y ese cuadro será mejor
inversión para él, que el mejor Van Gogh que hubiera podido comprar, y
el mismo
Van Gogh lo firmaría como una de sus mejores obras. ¿Cuál se
consideraría mayor inversión desde los planos elevados? Está clara la
respuesta, por tanto recordar esto antes de hacer gastos accesorios.
También
puede comprarse el Van Gogh y dar la décima parte de su
coste a
entidades benéficas. Piensa en los demás cuando compres cosas
accesorias porque otra meta importante en la vida es ayudar,
proporcionalmente según los medios que se disponen, a la humanidad y
planeta Tierra.
Si se
pertenece a un status social acomodado: medio-alto o alto, una
regla
habitual podría ser donar desde la décima parte o al menos la
quinta
parte de las ganancias netas anuales a entidades humanitarias. Usa
el
sentido común y la bondad como regla y da según tu juicio bondadoso
te
indique.
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