EJERCICIOS PRACTICOS DEL TOMO 3
CAPITULO IV
CREACION Y RENOVACION DE UN FUEGO SAGRADO: (SEGUNDO NIVEL DE PODER)
A. Un Fuego Sagrado o Fuego Eterno es algo muy fácil de instalar, pero que posee enormes beneficios en todos los planos, tanto para el hogar en sí como para sus habitantes.
Puede usted montar una lámpara de aceite, o usar velas gruesas de larga duración. Esta segunda opción es más cara, ya que la base del Fuego Sagrado es que siempre está encendido.
Para montar una lámpara de aceite, coja un recipiente de cristal transparente, y póngale dentro dos medidas de agua y una de aceite. El agua sirve concretamente para que la lámpara no se caliente. El aceite se irá reponiendo según se vaya consumiendo. Limpie la lámpara renovando el agua y el aceite completamente una vez por semana.
Tendrá que buscar unas mechitas especiales para este tipo de lámparas, si es posible de larga duración (3 o 4 días), pues hay otras que sólo duran un día.
Es importante que al renovar o al limpiar el Fuego éste tenga una continuidad. Para ello, pase el Fuego a una vela mientras manipula la lámpara y, cuando haya finalizado con ésta, pase el Fuego de la vela a la lámpara de aceite de nuevo. Aunque el Fuego se pase momentáneamente a la vela, simbólicamente sigue siendo la misma llama.
Por último, existe un detalle concreto muy importante. Elija inteligentemente el lugar donde va a colocar el Fuego, evitando que exista cualquier material inflamable en sus alrededores (cortinas, papel, etc.). No ponga en peligro su casa por una imprudencia...
Otro detalle a tener en cuenta es que el Fuego estará mejor situado en un rincón especial habilitado para ello, fuera de la vista de extraños. Es conveniente, además, que la colocación del Fuego Sagrado no genere tensiones con otros miembros de la familia que vivan en la casa.
B. Cuando inaugure el Fuego Sagrado desarrolle la siguiente fórmula, diciendo en voz alta, a la vez que hace un incensamiento al Altar del Fuego: "Invocamos a los Guardianes del Este, a los Guardianes del Sur, a los Guardianes del Oeste, y a los Guardianes del Norte para que purifiquen este Altar del Fuego que vamos a inaugurar".
C. Ahora el guía coloca sus manos al frente abiertas y mirando hacia arriba, y dice: "Los aquí presentes invocamos a los Angeles Guardianes de la Luz. Solicitamos el descenso de un rayo de luz divino sobre el Altar del Fuego que vamos a inaugurar". Tome respiraciones suaves y profundas durante un minuto.
D. Visualice ahora que un rayo de luz dorada penetra por la ventana de la habitación, alcanzando de lleno al Altar o mesa donde está colocado el Fuego Sagrado.
E. El guía enciende una vela blanca con una cerilla. Coge la vela con las dos manos y la alza hacia el cielo. Entonces dice en voz alta: "Los aquí presentes invocamos a las Luminosas Entidades del Fuego, para que CRISTALICEN en esta llama su poder y su sabiduría. Solicitamos su protección para esta morada y para todos los que la habitan. Les pedimos que hagan de este santuario de luz un foco de amor, dignidad y abundancia material..."
F. El guía baja la vela blanca y enciende con ella la lámpara de aceite, al tiempo que pronuncia: "...y que este Fuego Eterno que ahora abrimos permanezca vigilante en todo momento cumpliendo con su función de disolver toda tiniebla. Que así sea."
G. Recuerde. Cada vez que renueve la mecha de la lámpara, pase primero el fuego a una vela. Cuando termine, lleve la llama de la vela otra vez a la lámpara (si quiere, por medio de una cerilla), diciendo: "Fuego Sagrado y Eterno, te renuevo para que seas el faro de este hogar y la lumbre que aviva el amor entre sus habitantes".
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