ENCANTAMIENTO DE PROTECCION EN PUERTAS Y VENTANAS: (SEGUNDO NIVEL DE PODER)
A. Las puertas y ventanas delimitan la
frontera física entre el hogar y el mundo exterior, por lo que es conveniente
aplicarles el encantamiento protector que seguidamente desarrollaremos, el cual
se puede repetir periódicamente una vez cada año el 21 de marzo, fecha en la
cual se produce el equinoccio de primavera o, también, cuatro veces al año al
comienzo de cada una de las estaciones: 21 de marzo, 22 de junio, 22 de
septiembre, y 22 de diciembre.
B. Si el hogar está o se piensa que puede estar
sometido a algún tipo de ataque psíquico específico, se puede realizar cada 28
días en Luna Nueva el mismo encantamiento que a continuación explicamos. En la
Luna Nueva es más fácil controlar las fuerzas del inconsciente y de lo oculto,
ya que nuestro satélite se encuentra con un mínimo de fuerza. Así, si
existieran peligros externos acechando al hogar por parte de enemigos, personas
envidiosas o chismes, durante la Luna Nueva estas fuerzas veladas tienen su
punto más débil, lo cual es conveniente para aplicar encantamiento que
exponemos.
C. El encantamiento de protección general en
puertas y ventanas puede realizarse la primera vez en cualquier fecha del año
pero, preferiblemente, las siguientes ocasiones el día en que comienza una
estación. En cuanto a la hora, es conveniente que realice una duplicación
exacta del acto primero por la mañana y, posteriormente, por la noche, para
contar tanto con la protección de las fuerzas del día como con la de las
fuerzas de la noche. Como herramientas mágicas a usar, basta con una barra de
incienso o un incensario, y con una vasija de cristal con agua. El agua puede
contener alguna esencia limpiadora y purificadora como la menta. El proceso que
en breve detallamos se repite para cada una de las puertas y ventanas "exteriores"
de la casa, ya que las puertas interiores no poseen en esto mayor importancia.
En caso de que exista chimenea, se le aplicará también una fórmula similar.
Vaya protegiendo las puertas y ventanas una tras otra en el sentido evolutivo,
es decir, comenzando por la puerta principal continúe con la puerta o ventana
que se sitúe a la derecha de ésta. Se hace la protección desde dentro, es
decir, estando los presentes colocados en el interior de la casa. Si se quiere
dar una mayor fuerza al acto, se puede en segunda instancia aplicar igual
fórmula a las puertas desde fuera, e incluso a las ventanas que sean accesibles
desde el exterior (viviendas a ras del suelo o con terraza). El sentido de la
protección exterior va a ser también el evolutivo y, por tanto, comenzando por
la puerta principal y continuando con la ventana o puerta que esté a la
izquierda de ésta. El guía del acto puede magnetizar previamente el agua que se
va a asperjar, siguiendo el método que ya hemos estudiado. El guía del acto
primeramente da a los asistentes unas breves explicaciones acerca del sentido
del acto mágico que se va a realizar.
D. Veamos ahora el encantamiento que se
aplica a las PUERTAS. Dentro de la casa, él (o ella) se coloca frente a la
puerta principal (la cual debe de estar cerrada) y realiza tres incensamientos
según el sistema explicado diciendo: "Incienso al Padre, incienso al Hijo,
incienso al Espíritu Santo..." "Incienso al Padre, incienso al Hijo,
incienso al Espíritu Santo..." "Incienso al Padre, incienso al Hijo,
incienso al Espíritu Santo..." El guía coloca el incienso con la mano
derecha en alto, a la vez que pone su mano izquierda en el plexo, y dice (puede
ser acompañado por los demás): "Los aquí presentes te invocamos, Espíritu
Protector del Hogar, para que impregnes con tu luz este dolmen, y así lo
conviertas en impenetrable a cualquier energía involutiva o enemiga de este
sagrado recinto. Permite la entrada a tu luz y sabiduría, y sirve de arco de
triunfo para los más elevados propósitos e ilusiones de los moradores de esta
casa". Ahora el guía toma la vasija de cristal con agua y humedece sus
dedos pulgar, índice y corazón. Luego asperja el agua tres veces sobre la
puerta. Seguidamente se procede con la ventana o puerta situada a la derecha de
la puerta principal, aplicando la correspondiente formulación mágica.
E. Estudiemos la formulación para las
VENTANAS. Dentro de la casa, el guía se coloca frente a la ventana (la cual
debe de estar cerrada y con el postigo y/o cortina abiertos) y realiza tres
incensamientos según el sistema explicado diciendo: "Incienso al Padre,
incienso al Hijo, incienso al Espíritu Santo..." "Incienso al Padre,
incienso al Hijo, incienso al Espíritu Santo..." "Incienso al Padre,
incienso al Hijo, incienso al Espíritu Santo..." El guía coloca el
incienso con la mano derecha en alto, a la vez que pone su mano izquierda en el
plexo, y dice (puede ser acompañado por los demás): "Los aquí presentes te
invocamos, Espíritu Protector del Hogar, para que impregnes con tu luz este ojo
del viento, y así lo conviertas en impenetrable a cualquier energía involutiva
o enemiga de este sagrado recinto. Permite la entrada a tu luz y sabiduría, y
sirve de ojo vigilante para los más elevados propósitos e ilusiones de los
moradores de esta casa". Ahora el guía toma la vasija de cristal con agua
y humedece sus dedos pulgar, índice y corazón. Luego asperja el agua tres veces
sobre la ventana. Seguidamente, se procede con la ventana o puerta situada a la
derecha de esta ventana, aplicando la correspondiente formulación mágica.
F. Cuando se haya realizado el círculo
completo con todas las puertas y ventanas, se puede hacer una segunda ronda por
el exterior de la casa si es que ello es físicamente posible y el acto no va a
estar a la vista de extraños.
G. Al finalizar, el guía va al centro físico
de la casa, o bien, al lugar donde está instalado el Fuego Sagrado. Los
asistentes se colocan alrededor del guía. El guía realiza cuatro
incensamientos, uno hacia cada punto cardinal, comenzando por el Este, y pronunciando
la fórmula clásica: "Incienso al Padre, incienso al Hijo, incienso al
Espíritu Santo..." El guía (y los participantes si lo desean) coloca sus
manos separadas con las palmas hacia arriba frente a sí a la altura del pecho,
y dice: "Madre Divina, acoge en tu seno este hogar y las personas que lo
moran. Haz llegar a este santuario familiar tus dones de amor, paz y
fructificación, para que así se cumpla el milagro del trigo y la levadura.
Madre Divina, bendice este suelo para que sea sustento de alegría y
realización. Madre Divina, bendice este techo con el fin de que sea segura
protección ante los elementos."
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