SEGUNDO NIVEL DE PODER:
TEORIA MODERNA SOBRE
LOS CHAKRAS. Parte IV
Otro ejemplo. Si se tratara de un personaje excesivamente psíquico o fanático desde el punto de vista místico y religioso, que está demasiado involucrado con un determinado culto sectario, entonces nos hallaríamos ante el caso de una potente espiral energética, un tanto desbalanceada, en el nivel del sexto chakra.
Pero pensemos ahora en
el atleta que entrena, que sufre, que ve que mejora, y que quiere más, más y
más entrenamiento, porque observa que llegado un momento determinado supera el
cansancio, con lo que prácticamente puede seguir y seguir durante todo el día,
pues su cuerpo no le presenta ninguna queja. Este es un nivel en el cual la
apertura y la potencia del primer chakra han llegado a niveles extraordinarios.
Son todos estos ejemplos ilustrativos de la universalidad que posee el sistema chákrico para explicar la naturaleza humana.
Para profundizar en la estructura íntima del sistema de los chakras, hay que estudiar la contraparte o correspondiente astral de la columna vertebral, que se llama en el sistema sánscrito SUSHUMNA.
La columna en el plano astral y mental es un canal central integrador, que conecta los chakras y sus diversas dimensiones. Hasta cierto punto la podemos visualizar como una gran autopista por donde viajan estas energías psicosomáticas, tal cual nuestras carreteras asfaltadas sirven para transportar y distribuir las mercancías desde el fabricante hasta los consumidores. En este caso el fabricante es, ni más ni menos, Dios, la Divinidad, la Fuente Universal, la Mente Divina o la Naturaleza, y el consumidor es el individuo. Continuando con el ejemplo, podríamos considerar a cada chakra como un lazo, nudo o nódulo en los cuales se entrecruzan infinidad de carreteras, tal como sucede en los entrecruzamientos de las grandes autopistas norteamericanas. Partiendo de la vía principal o Sushumna hay numerosas vías secundarias, entre las cuales se encuentran los llamados meridianos en la acupuntura china, y que para los clásicos de la India se denominan nadis.
Hemos hablado del chakra como un vórtice. Un vórtice es el centro de un torbellino, de un remolino o de un ciclón, y que se genera con un fluido (aire o agua) en movimiento bajo ciertas condiciones atmosféricas o acuáticas. Los chakras se relacionan o se conectan con la conciencia de una manera similar a como funciona un remolino; su actividad giratoria aspira o expulsa dentro de su nivel particular un determinado tipo de fuerzas o energías, con una pauta que es muy parecida a la de un ciclón o un huracán; todo lo que en ese momento se encuentra en un subplano específico de vibración resulta atraído hacia ese centro, para luego ser procesado y, a su vez, retransmitido de nuevo hacia afuera.
Como usted sabe, en cada plano del universo, por ejemplo en el plano astral, no existe un único tipo de vibraciones, pues si eso fuera así todas las personas tendríamos un similar nivel de experiencias sentimentales y afectivas; más bien, sucede todo lo contrario, ya que en el plano astral existen infinitos subplanos astrales y, lógicamente, un chakra puede conectar en cada momento solamente con uno de esos subplanos.
Como sabemos, todo lo que gira se encuentra en un proceso de cambio, el cual puede ser evolutivo o involutivo. Así, por ejemplo, si el primer chakra entra en una dinámica involutiva de enfermedad física, tenderá a atraer vibraciones del subplano astral correspondiente, que a su vez harán acrecentar la enfermedad. Es decir, lo primero que tendrá que hacer la persona es superar su pesimismo y su falta de fe, para invertir el proceso de absorción de energías y posibilitar que a través del primer chakra penetren energías curativas, evolutivas y ascendentes.
Pero podemos preguntarnos, ¿por qué nos es tan difícil cambiar de nivel de experiencia si existen tantos planos astrales y mentales "donde elegir"?. La cuestión es bien sencilla: nosotros somos "seres de costumbres". Esto significa que tendemos a repetir patrones de comportamiento cotidiano, patrones de expresión sentimental, patrones o esquemas de pensamiento e, inclusive, patrones o estereotipos a la hora de ejercer nuestra fuerza de voluntad. Por tanto, la evolución de los chakras se halla muy ligada al determinismo, porque realmente el determinismo existe, pero no como algo absoluto o fijo. El determinismo se da hasta el preciso instante en que alcanzamos un cierto nivel de vibración, y entonces damos el salto evolutivo hacia un nivel superior, lo cual coincide con la apertura de uno o varios de nuestros chakras hacia otros subplanos sutiles de manifestación. Pero aquí no podemos confundir la idea de Karma, pensando que nosotros evolucionamos en función de lo que hagan nuestros chakras, sino que debemos comprender perfectamente que estos se mueven, giran, se abren, se cierran, se desbloquean y se sintonizan en función de nuestros procesos personales interiores.
Se entiende por
"bloqueo" de un chakra a lo que sucede cuando una persona se queda
como estancada en una determinada pauta de comportamiento, y esta pauta se
reproduce sin cesar a sí misma, limitando momentáneamente a ese individuo en un
nivel de experiencia determinado, como podría ser una determinada relación
personal, un empleo molesto, una manía o, simplemente, una forma rígida de
pensar y de estructurar la realidad mentalmente.
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