SEXTO NIVEL DE PODER:
SEXTO CHAKRA: AGNA (EL PENSAMIENTO).
Se sitúa en relación con la glándula endocrina
llamada hipófisis o pituitaria, la cual se sitúa en la base del cráneo, en la
llamada silla turca. Su metal es la plata y el planeta regente es la Luna,
siendo Neptuno el otro planeta afín. El signo zodiacal análogo es Cáncer. El
tercer ojo nos aporta un estado de comprensión adicional, a la manera de la
lectura de un texto "entre líneas", lo que permite descubrir más de
lo que dicen las meras palabras o la apariencia externa de las personas con las
que nos comunicamos. El término AGNA significa "percibir" pero,
también, "dominar". En este chakra se localizan y se desarrollan la
capacidad para ver el aura, la percepción de detalles en el plano astral, las
precogniciones (ver los acontecimientos de un tiempo distinto), y las visiones
remotas (ver lo que ocurre en un lugar distinto). Obviamente, el sexto chakra
no funciona, como el quinto, con un lenguaje verbal, sino que utiliza
fundamentalmente imágenes, que es lo que podríamos llamar el lenguaje visual.
Esta comunicación por medio de las imágenes se nos va haciendo gradualmente más
familiar a todos con procesos técnicos como la fotografía instantánea, el cine,
el vídeo, los ordenadores y los hologramas. La información visual es no lineal
con respecto al tiempo, tal como podemos observar si observamos alguna de sus
manifestaciones más frecuentes:
A. Percepción directa: tiempo presente. B.
Memoria: tiempo pasado. C. Imaginación: pasado, presente o futuro. Sueños:
tiempo onírico (no se liga con ningún otro tiempo). E. Precognición: tiempo
futuro.
VERTIENTE ESOTERICA DE AGNA. A este centro se
le denomina el tercer ojo con frecuencia y ha constituido casi una obsesión
para muchas personas el poder despertarlo completamente, lo cual frecuentemente
no ha sido sino el foco de variados problemas para ellas. Por eso nosotros
preferimos hablar de limpieza, armonización y potenciación de los chakras, pero
no de intentos artificiales de conseguir poderes a través del despertar de
alguno de ellos en concreto. Debemos entender que a la naturaleza no se le
puede engañar y que ella misma posee unos mecanismos de protección, a los
cuales no es conveniente forzar. Una compensación adecuada de los chakras allí
donde sea necesario llevará, con la tranquilidad y la autorrealización, a
resultados mucho más interesantes y reales que los que se podrían conseguir con
prisas y afanes de poder mental. Ello precisamente es digno de ser citado al
hablar del chakra Agna, pues su despertar desequilibrado o descontrolado genera
multitud de desbalances psíquicos. No se puede olvidar que los chakras son
puertas interdimensionales, con lo que ellos abren nuestros sentidos y
experiencias hacia otros mundos dentro de este mundo. Pero existe, como en
todo, la ley de polaridad en relación con los chakras, por lo que su activación
se puede provocar hacia el lado claro o bien hacia el lado obscuro. Agna es
efectivamente la residencia de las capacidades de clarividencia,
clariaudiencia, inspiración, contacto con los mundos psíquicos superiores,
visión del aura, profecía, comunicación mística, oración, invocación, etc.
Posee este chakra analogía con la Luna, planeta de la memoria y del
inconsciente, así como con Neptuno, el astro de la sublimación psíquica y el
subconsciente. Agna genera una gran capacidad de memoria, así como la habilidad
para captar los estados psíquicos internos de las personas y de los diferentes
ambientes. La citada capacidad memorística puede llegar inclusive a las
anteriores encarnaciones y a episodios pasados de la historia de la humanidad.
Neptuno, además, posibilita la comprensión de los arquetipos universales que
residen en el subconsciente colectivo de la humanidad.
SEPTIMO NIVEL DE PODER:
SEPTIMO CHAKRA: SAHASRARA (LA CONCIENCIA).
Se sitúa físicamente en relación con la
glándula pineal o epífisis. Es el llamado Loto de los Mil Pétalos en Oriente.
Su regencia es con el Sol, el planeta de la conciencia, aunque también posee
afinidad con Plutón, el astro que descubre los tesoros internos y que genera la
autorrealización. El signo zodiacal afín es Leo. Este chakra se denomina
también chakra corona o coronario porque es la coronación de todo el sistema.
Este centro tiene relación con la conciencia cósmica y su nombre, Sahasrara,
significa "multiplicado por mil". El cerebro humano contiene unos
13.000 millones de células nerviosas, cuyas posibles interconexiones pueden ser
de un número superior a 10 billones. Esto significa que nuestra mente no posee
limitaciones en cuanto a ser un soporte para la vivencia de estados de
conciencia cada vez más amplios y completos. Se entiende por conciencia cósmica
al entendimiento de un orden trascendental tanto en lo interno como en lo
externo. Es más, algunos dicen que Sahasrara es el asiento del espíritu en
tanto que punto de conciencia interno y sin dimensiones que nos acompaña a
través de nuestro tránsito vital. Otros aseguran que es el punto a través del
cual la chispa divina de Shiva entra en el cuerpo y le aporta su esencia.
Nosotros no hemos creado la conciencia, sino que estamos hechos de ella,
rodeados de ella y somos parte de ella. Desarrollar la conciencia es, en
realidad, beber de esa fuente, así como participar en esa fuerza interpretando
sus manifestaciones y entendiendo su origen. Alguien ha dicho que la cualidad
más característica de la conciencia trascendente es su vacío, y esto es cierto
en buena parte, ya que para que la conciencia pueda llenarse de la fuente es
necesario que previamente se halla vaciado de otra serie de contenidos que la
han estado ocupando.
VERTIENTE ESOTERICA DE SAHASRARA. Este es un
chakra verdaderamente difícil de activar, puesto que ello implica por necesidad
un grado importante de autocontrol, autorrealización e inclusive de
iluminación. A pesar de ello, muchos megalómanos o maniáticos de lo grande a lo
largo de la historia han despertado algo del séptimo chakra por el lado siniestro
al constituir imperios de poder y, a veces, al morir con ellos. El chakra
Sahasrara es el que posibilita el descubrimiento y la realización de las
grandes obras sobre la tierra. El don de mando, la capacidad de organización y
la autoconfianza son atributos relacionados con el astro solar. El símbolo de
los alquimistas aquí se cumple perfectamente: el plomo o cualquiera de los
metales o atributos inferiores es transmutado en el oro del séptimo chakra.
Así, este centro representa verdaderamente una conciencia crística realizada.
"Demasiada luz puede enceguecer" y no son pocos aquellos a los que en
la historia se les ha dado la denominación de ángeles caídos, ya que han
alcanzado cierto nivel de conciencia superior y en un momento dado el afán de
poder o de sobresalir les ha literalmente "chamuscado". Recordemos a
este efecto la leyenda de Icaro, que habiéndose acercado demasiado al Sol en su
vuelo terminó por derretir la cera de sus alas fabricadas y pereció cayendo en
el mar. La puerta que sirve para poder desenvolver equilibradamente este nivel
de energía es la humildad, pero no es suficiente con la humildad fingida.
"Primero verás mis reflejos, mas luego me verás cara a cara" o
"serás probado una y mil veces", son algunas de las enseñanzas que
pueden dar a entender algo en relación con este chakra, el cual sin duda alguna
está por encima del nivel humano normal. Sólo podemos enclavar en este nivel a
los escasos grandes conductores de la humanidad, los cuales tiene claro su
papel y el cual llevan a cabo siempre con la verdad por delante. En realidad no
se puede decir que éste sea un chakra como los demás, sino más bien la cumbre,
el resultado o el fin de todo el proceso de equilibrio, activación y
experiencia anteriores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario