lunes, 11 de noviembre de 2024

CURSO DE ALTA MAGIA BLANCA PRACTICA. Día 135


2. ¿QUE PRETENDE LA MAGIA?. Parte II

Realmente, obtener orden del desorden o, como decían los griegos, hacer que surja un Cosmos (orden) de un caos (desorden) es realmente ir, en cierta medida, contra esa fuerzas que inducen al desorden. Esto no es contradictorio con lo que habíamos comentado anteriormente. Simplemente, significa que en el Universo existe una bipolarización. Por un lado existen las fuerzas que tienden a crear niveles superiores de conciencia, de organización y de realización, mientras que por el otro, están aquellas energías que tienden a la dispersión de esfuerzos, al refrenamiento o al rozamiento y, en definitiva, a la disgregación. Evidentemente, una cosa es plantearse formar una familia y otra cosa bien distinta es hacerlo sobre la práctica, y como podemos observar a nuestro alrededor, mantener nuestra familia unida no es fácil, y es bastante frecuente que éstas se rompan o que existan dentro de ellas ciertos elementos o peligro o de carácter distractor. Esto es algo que ha vivido cualquier persona que haya querido generar algo, como por ejemplo el mismísimo Edison, que ya teniendo en sus manos el invento de la luz eléctrica, se tuvo que enfrentar a todos los intereses creados de la época y que giraban en torno a las lámparas de petróleo, ya que este nuevo invento significaba poner en jaque a todo un sistema de entender la economía y la organización social.

 

El fin evolutivo último de la Magia es la Magna Obra o la Gran Obra, que es el término que le daban los alquimistas. ¿Qué significa esto de la Gran Obra?. Obviamente, no es algo que se pueda definir tajantemente pero más o menos, se intuye que es aquello que se expresa claramente en el Padre Nuestro: "Venga a nosotros tu Reino.

 

Hágase Señor tu Voluntad, así en la Tierra como en el Cielo".

 

En este párrafo del Padre Nuestro, se observa la necesidad de hacer manifestar el Reino Divino y la Voluntad Divina, tanto en los planos superiores como en el plano material concreto. Obviamente, si observamos cómo se encuentra en cierta medida el mundo actualmente, y no digamos ya cómo estaba en el pasado, veremos que esto no es algo precisamente fácil de realizar. Pero, a al vez, se ve claramente que sí es un mandato divino y, tal como dicen los místicos, hasta que esa Gran Obra no se manifieste aquí en el plano terrestre, se puede decir que no habrá vacaciones.

 

También observamos a este respecto del mandato de Dios de materializar su voluntad en la tierra, el comienzo del evangelio de San Juan:

 

"En el principio era el Verbo,

 

y el Verbo estaba con Dios,

 

y el Verbo era Dios".

 

Los hombres pueden hablar a favor o en contra de ese mandato pero el Verbo, se cumplirá. Es decir, los seres humanos pueden discutir, disertar, o hacer proselitismo a favor o en contra de la vida o los derechos humanos, pero lo que sí es evidente es que la voluntad divina por un cauce o por otro, ciertamente tendrá que cumplirse y que manifestarse.

 

La Magia es precisamente la ciencia que verbaliza y que actúa conscientemente en favor de la evolución. ¿Por qué decimos que verbaliza?. Es muy sencillo, se trata de hablar a favor del Plan Cósmico. Se trata de unir pequeñas voluntades individuales a la Voluntad del Mandato Cósmico. Cuantas más personas o individuos conscientemente hablen, es decir, generen a favor del Plan Cósmico, mayor acercamiento y mayor desarrollo existirá de la realización progresiva de esa Gran Obra.

 

Además, evidentemente, es necesario actuar conscientemente a favor de esa evolución, ya que la evolución precisamente va encaminada al desarrollo y la ampliación de la conciencia, entendido esto en un sentido lo más amplio posible.

 

Como se ha dicho, "si no se participa en la solución del problema se es parte del problema". Es difícil para el ser humano salirse de su problemática personal o de sus ilusiones individualistas, y esto ciertamente le mantiene un tanto aislado del sentido trascendente de las cosas. El gran problema es que si cada persona no se considera capaz de colaborar en la realización de esa Gran Obra, entonces, evidentemente, la cantidad de efectivos o de "soldados" que están dispuestos a entablar batalla para la realización de la Gran Obra, será evidentemente pequeño.

 

La inconsciencia es un peso muerto para la evolución, aunque lógicamente, el despertar de la inconsciencia hacia la conciencia debe de ser gradual. Se ha dicho también que "demasiada luz es perjudicial", y esto significa sobre todo, demasiada luz de golpe y porrazo. Las personas tienen que ir abriendo su conciencia gradualmente y ni creer que tienen una gran misión cósmica de entrada, ni tampoco pensar que su papel en el gran concierto o en la Gran Obra universal es insignificante, y que hagan lo que hagan no van a variar el curso de los acontecimientos de la vida. Ambos extremos son realmente un error, puesto que no nos colocan en nuestro justo centro para empezar a tomar un papel activo en el desarrollo evolutivo de la conciencia y la participación para la realización de la Gran Obra.

 

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