¿Cómo se forma la piedra?
Existe una doble tradición en cuanto a esto pero las dos están relacionadas
con las serpientes.
La primera dice que, como su propio nombre indica (Escocia, Gales,
Cornualles, y Asturias como veréis luego) la forman las serpientes la víspera
del 1 de Mayo. Concretamente la saliva de una multitud de serpientes reunidas
en un nido forman la piedra con su saliva. Es el cristal de los druidas que
decía Plinio en su Historia Natural (L. XXII)
«Hay una especie de huevo de gran reputación entre los galos, del que los
escritores griegos no han hecho mención. Un gran número de serpientes se
enroscan en verano, y se enrollan en un nudo artificial por su saliva y su
baba; y esto se llama «el huevo de la serpiente». Los druidas dicen que se
lanza al aire con siseos y debe ser atrapado en un manto antes de que toque la
tierra. La persona que así lo intercepta, vuela a caballo, pues las serpientes
lo perseguirán hasta que se lo impida el agua intermedia. Este huevo, aunque
esté atado con oro, nadará contra la corriente. Y los magos son astutos para
ocultar sus fraudes, dan a entender que este huevo debe obtenerse a cierta edad
de la luna. He visto ese huevo tan grande y redondo como una manzana de tamaño
común, en una cubierta cartilaginosa a cuadros, y usado por los druidas. Es
maravillosamente alabado para obtener pleitos, y acceso a los reyes. Es una
insignia que se lleva con tanta ostentación, que conocí a un caballero romano,
que fue asesinado por el estúpido emperador Claudio, simplemente porque la
llevaba en el pecho cuando había un pleito pendiente.»
Es evidente que cualquier piedra perforada no parece ser la que describe
Plinio o la que cuenta la tradición escocesa. De hecho se han hecho conjeturas
en cuanto a que se trataría de otro tipo de mineral, por ejemplo el fósil de un
erizo de mar, que tendría una forma parecida a la que describe el escritor y
militar romano en el siglo I d.C. sin embargo, no es un fósil que suela
aparecer perforado.
La "piedra bruja", "piedra de la culebra", y otras. Uno
de los amuletos más antiguos de Europa
Fósil de erizo de mar. Se conjetura con que fuera la piedra de los druidas.
Buscando información para este artículo me encontré esta entrada en el
Diario de Oriente, un portal sobre noticias de los concejos orientales de
Asturies, donde se cuenta la misma tradición, solo que en 2019.
«Os cuento. Parece ser, que cuando se acerca la época de apareamiento de
estos reptiles, los «víboros»… se reúnen alrededor de una piedra muy especial
que sólo ellos conocen y enrollándose con mucho cuidado eyaculan sobre
ella…Parece ser que esa piedra, a partir de ese momento, adquiere unas propiedades
mágicas y milagrosas, muy superiores a los antídotos existentes…»
De hecho, una historia muy similar a la escocesa la recoge Luciano Castañón
en Asturias en 1976. Hablando sobre la piedra de la culebra dice que «se sujeta
sobre la mordedura de la culebra; cuando se despega, se considera que la herida
está curada. La piedra de la culebra absorbe el veneno depositado por el reptil
en la mordedura; lo expulsa luego al bañarla en leche; seguidamente se guarda
para un posterior uso. Asegura Bernardo Acevedo «Conocemos un Ayuntamiento que
conserva dos, en él vinculadas, para servicio de los vecinos, y consta que una
de ellas fue adquirida en cien ducados de vellón para siempre jamás del mundo.»
Algunas características que le confieren: negra, jaspeada, pulida, untuosa,
oscura, azulada, porosa…
Para hacerlas se juntan siete culebras, entremezclándose. Depositan baba
sobre la cabeza de una, y cuando se endurece aquella, queda formada la piedra;
de tal modo que algunos, si ven una culebra con la cabeza grande y cuadrada,
creen que posee la piedra de la culebra, La que tiene la piedra la suelta…»
(Castañón, 1976)
La "piedra bruja", "piedra de la culebra", y otras. Uno
de los amuletos más antiguos de Europa
Una hagstone asturiana. Céltica
En Gran Bretaña aparecen aún en época medieval como cuenta la investigadora
Roberta Gilchrist
Los animales fosilizados a veces se incluían como amuletos en las tumbas
del período de conversión, en particular equinoides o erizos de mar fosilizados
compuestos de pedernal. Solo hay dos ejemplos reportados de enterramientos
medievales tardíos en Gran Bretaña, y ambos provienen de tumbas de bebés. Un
equinoide proviene del cementerio judío de Winchester (Hampshire), en uso entre
1177 y 1290. El área excavada estaba reservada para niños, con bebés que
representan 48 de los 88 entierros. Un bebé tenía un fósil de erizo de mar
colocado cerca del cráneo. […] Considero este caso significativo como parte de
una tradición antigua y generalizada de recolectar erizos de mar fosilizados
para uso apotropaico. Los encontramos en tumbas de mujeres del período de la
conversión y se exhibían de manera habitual en templos romanos de las
provincias del noroeste del Imperio Romano. Fueron conocidos en toda Europa
como “piedras de rayo”, debido a la creencia que las consideraba el residuo
físico que dejaba la caída de un rayo. Sus dueños conservarían estas piedras en
el hogar o directamente los portarían para protegerlos de los truenos y de los
rayos, una creencia tal vez reforzada por el hecho de que emergen con facilidad
en el suelo después de la lluvia.(Gilchrist, 2008, 136-137)
Las piedras del rayo en el resto del continente, incluida la Península
Ibérica se han identificado con las hachas pulimentadas neolíticas, cuya
historia más o menos venía a ser que se hundían 7 metros en el suelo y que cada
año subían uno hacia la superficie, por tanto a los siete años de haber caído
la piedra aparecía en la superficie.
En Navarra se ha documentado también el uso de fósiles de equinoideos como
piedras del rayo. Suele aparecer en vetas de sílex, lo que entronca con esa
idea que os comentaba al principio de que solían ser de ese material. Son las
Las «cantellas», «centellas» o/y «ramaskilluak» del Valle de Araquil.
(Astudillo Pombo, 2008)
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