lunes, 11 de noviembre de 2024

LAS VIRTUDES DEL AIRE PARTE II

LAS CUATRO FASES DE LA RESPIRACIÓN


El ciclo respiratorio está marcado por cuatro tiempos o fases. Trabajarlas nos ayudará a relajarnos y a dominar nuestros propios ritmos tanto físicos como emocionales.

Salvo que se trate de poner en práctica un método concreto de respiración, siempre debemos:

- Inhalar el aire suave y lentamente para que nuestros pulmones se hinchen poco a poco.

- Retenerlo sin presión una vez ya está dentro, es el segundo paso. Debemos contenerlo siendo conscientes de que está en nuestro interior.

- Expulsarlo suavemente y, salvo que se nos indique lo contrario, empleando el mismo tiempo que hemos invertido para obtenerlo.

- Contener sin respirar es uno de los puntos básicos que muchas personas olvidan, especialmente en momentos de tensión. A no ser que estemos practicando la respiración circular, debemos estar sin aire el mismo tiempo que hemos invertido para tenerlo en el interior.

 

LA RESPIRACIÓN CIRCULAR


Cuando estamos en tensión, cuando notamos que estamos perdiendo la seguridad o nos sentimos atacados, llega el momento de emplear la respiración circular. Esta técnica estriba, esencialmente, en no retener el aire una vez ya está dentro ni tampoco en pasar ni un momento sin él. En esta metodología, anulamos las fases de retención y contención para que el organismo reciba continuamente la energía del aire. De hecho, es lo que hacemos cuando nos sentimos atacados o bajo una gran presión. En dichas situaciones y también en las que sentimos ansiedad, el aire entra y sale del cuerpo, pero al hacerlo de forma descompensada y nerviosa podemos hiperventilarnos, con el consiguiente riesgo para la salud. La metodología de respiración circular nos permite imaginar un círculo de aire que entra y sale de nuestro cuerpo y en perpetuo movimiento, regenerándonos con su acción.

 

Paso a paso


Haremos un esfuerzo por concentrarnos en la respiración sintiendo el ritmo que le estamos imprimiendo.

Reduciremos poco a poco la velocidad con que estamos cogiendo el aire y nos dispondremos a tomarlo con la mayor suavidad que nos sea posible.

Una vez el aire ya está en el interior, sin dejar ni un segundo de retención permitiremos que salga hasta vaciarlo por completo.

Cuando percibamos que el aire está fuera, volveremos, sin esperar, a tomarlo de nuevo.

 

Debemos realizar este ejercicio con la mayor lentitud posible estando muy pendientes de no incrementar la velocidad de inhalación o expulsión del aire. Para relajarnos correctamente debemos procurar que el aire entre y salga cada vez con mayor lentitud.

Podemos emplear este tipo de respiración siempre que estemos en tensión, cuando necesitemos concentrarnos o en aquellos momentos que percibamos hostilidad en el ambiente que nos rodea.

 

LAS RESPIRACIONES PROFUNDAS


Son relajantes siempre que las efectuemos tomando el aire muy lentamente por la nariz hasta sentirnos totalmente llenos para después expeler el aire dejándolo salir, sin presión.

Deberíamos respirar profundamente dos o tres veces seguidas al menos una vez cada dos horas.

 

LAS VEINTE RESPIRACIONES CONECTADAS


Este sistema de respiración es perfecto para todas aquellas situaciones que nos producen tensión, especialmente cuando estamos muy nerviosos, tenemos estrés o ansiedad. Se trata de una técnica que fue desarrollada por el médico y terapeuta de California Leonard Orr. Es una práctica que debe realizarse en un tiempo total de 30 segundos.

Nos sentaremos cómodamente o si estamos en pie, apoyaremos la espalda en una pared. Efectuaremos dos respiraciones profundas previas al ejercicio.

Realizaremos cuatro respiraciones cortas pero intensas, de forma que el aire entre y salga lo más rápido posible.

Efectuaremos una respiración larga, tomando aire profundamente y dejándolo salir también con suavidad.

Repetiremos el ciclo anterior cuatro veces sin detenernos.

Al acabar el ciclo respiratorio, permaneceremos un minuto en total quietud sintiendo el cuerpo. Si hemos notado mareo, esperaremos un par de minutos más antes de movernos. En el caso de ser fumadores debemos esperar al menos cinco minutos antes de prender un cigarrillo ya que nuestro cuerpo está muy oxigenado y la nicotina podría ser perjudicial.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario