miércoles, 30 de marzo de 2022

Taller de Metafísica CI

QUINTO ASPECTO: ALMA 



El Quinto Principal Aspecto de Dios es ALMA y se escribe con “A” mayúscula. No confundas esto con el “alma” escrito con “a” minúscula que es lo que la sicología moderna llama a la psiquis, y que es otro nombre para tu mente humana que consiste de tu intelecto y tus sentimientos. 


Alma es ese Aspecto de Dios por virtud del cual Él es capaz de individualizarse a Sí mismo. La palabra “individual” significa indiviso. La mayoría de la gente parece pensar que significa exactamente lo contrario. A ellos les sugiere separatividad pero están errados. “Individuo” quiere decir indiviso, y Dios tiene el poder de individualizarse a Sí mismo, como quien dice, desmenuzarse en partes. 


Dios se individualiza a Sí mismo como el hombre, por lo que todos somos en realidad una individualización de Dios. Dios puede individualizarse a Sí mismo en un número infinito de seres distintos o unidades de conciencia, y, sin embargo, no estar separado en forma alguna. Sólo Dios puede hacer esto porque es Espíritu. La Materia no puede ser individualizada. Sólo puede ser desmenuzada. Así, si fueras a rasgar media página de este libro, y a romperla en pedacitos, habrías dividido la página. El resto de la página sería más pequeño por la cantidad de papel que se le rasgó; y la página en su totalidad sería la suma de todos los fragmentos. Esto es división; no es individualización. El Espíritu, no obstante, puede ser individualizado y esta posibilidad es el Aspecto de Dios que llamamos Alma. 


Ésta será una idea bastante nueva para mucha gente ya que nuestro entrenamiento acostumbrado nos prepara solamente para entender la materia, por lo que deberías pensar al respecto muchas veces hasta que estés satisfecho de que lo entiendes a cabalidad. 


Así que tu verdadero ser, el Cristo Interno, el hombre espiritual, el “Yo Soy” o la Chispa Divina, como es llamado en diferentes formas, es una individualización de Dios. Son ustedes la Presencia de Dios en el punto en que se encuentran. Por supuesto que esto no quiere decir que eres un absurdo diosecito personal. Eres una individualización del único Dios Uno. 


Puede el hombre muy apropiadamente ser comparado con una bombilla eléctrica. La corriente eléctrica está presente en todas las partes del circuito, pero brilla hacia adelante, o se podría decir figuradamente que se hace auto-consciente, en la bombilla. Así la Mente Divina se hace auto-consciente en ustedes. Ahora bien, el hombre no puede estar separado en creencia humana, y cuando se da la creencia de la separación, le sigue la creencia en la muerte en un mayor o menor grado. Los grados menores son lo que llamamos enfermedad, depresión, desánimo y ancianidad. En grado mayor se convierten en la creencia en la muerte propiamente dicha, cuando perdemos el cuerpo en su totalidad y desaparecemos de este plano, dejando el cuerpo atrás. El pensamiento de muerte es, en realidad, una carga de miedo extremadamente aguda. 


Este es un tema en el que la maestría no se logra rápidamente. Será necesario releer muchas veces este asunto y orar mucho pidiendo iluminación para entenderlo completamente; y uno debería estar en guardia para no saltar a conclusiones precipitadas. 


Caer en la cuenta, en alguna medida, de que eres una individualización de Dios de ninguna manera podría hacerte egoísta o vanidoso. Por el contrario, te daría una verdadera humildad y, al mismo tiempo, una verdadera auto-confianza y por supuesto, es el único camino para superar el miedo.


Si trabajas regularmente realizando esta unicidad con Dios, cambiarás para mejor lo cual será aparente en todo reconocimiento que se te haga. Tu cuerpo y mente apenas sí serán reconocibles. La gente dirá que no eres tú, que tienes que ser un hermano más joven y ¡cuán superior eres a tu “hermano mayor”! El Aspecto de Dios como Alma es el que hay que realizar cuando eres llamado a llevar a cabo alguna tarea o asumir alguna responsabilidad que parece demasiado grande para ti. En ese caso debes trabajar sobre el Aspecto de Dios como Alma cayendo en la cuenta de que eres una individualización de Dios y que, por tanto, Dios trabaja a través de ti. 


Cuando realizas que eres uno con Dios la tarea se convierte en “Nuestra cuestión” en vez de “mi cuestión” porque Dios es tu socio. Por supuesto, cuando entras a esta sociedad constituye una parte esencial del contrato que practiques la Regla de Oro. Todos aquéllos con quienes trates deberán recibir un trato justo, lo cual quiere decir que los habrás de tratar exactamente como desearías que te trataran a ti si la cuestión fuera a la inversa. 


Dios es UNO Tú y yo somos individualizaciones del Dios Único. Entiende que no es tu cuerpo sino tu Yo Superior, tu Cristo, tu Chispa Divina, como quiera que se llame, lo que es una individualización del Dios Único. Tu cuerpo es una parte de tu conciencia carnal, que ha sido hecha para poderse movilizar en el planeta Tierra. Es sólo el cobertor de todo lo que eres tú. TÚ eres la presencia de Dios en el lugar donde te encuentres, lo cual no significa que eres un absurdo pequeño Dios personal! Tú eres como el bombillo, o un bombillo en la corriente eléctrica. Al ser encendido representa luz, sin ser la única luz. La corriente está presente en todo el circuito, pero se hace consciente en el bombillo encendido, podríamos decirlo así. 


Al llegar a comprender que somos individualizaciones de Dios no puede hacernos vanidosos. Debe darnos humildad y confianza en nosotros mismos, así como quitarnos el temor. 


Dios se individualiza como hombre, como ángel, como espacio, como tiempo, célula, como átomo, como sol, como luz. Individuo no significa, como cree mucha gente, “separado”. Lo contrario, significa “parte integral”. Dios, porque Dios, se puede individualizar en innumerables seres distintos. Siendo Él la Vida, está individualizado donde quiera que haya vida. 


Para muchos esto será una idea muy nueva, y deben meditarlo hasta que la comprendan. No se domina rápidamente. Hay que pedir luz y cuidarse de hacer conclusiones temerarias. 


CUANDO DE PRONTO TE TOCA EFECTUAR UNA TAREA QUE TE PARECE DEMASIADO GRANDE PARA TI, DEBES RECURRIR AL ASPECTO DE DIOS “UNIDAD”, Y CREER QUE DIOS ACTÚA A TRAVÉS DE TI. SI COMPRENDES ESTO VERÁS CÓMO TE DESENVUELVES DE MARAVILLA. El asunto entonces se convierte en “Nuestro asunto”, uno con Dios, en lugar de “Mi asunto”, tuyo exclusivamente. El hombre es el instrumento. Dios es el actuante. 


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