domingo, 25 de septiembre de 2022

CURSO DE ALTA MAGIA BLANCA PRACTICA. Día 15



CEREMONIA DEL FUEGO TRANSMUTADOR: TERCER NIVEL DE PODER. ELEMENTO FUEGO.



A. El fuego puede ser usado para infinidad de propósitos dentro de la Magia, pero necesita ser usado con prudencia: no usar fuegos que se puedan descontrolar en el monte, si se hace el acto al aire libre; si se usa en casa, no tener nada inflamable o combustible cerca de él; tener precaución al encenderlo y apagarlo, etc.

No es imprescindible que el fuego sea grande, con lo que se puede usar una lámpara de aceite o una vela gruesa.

Si se dispone de una chimenea en la casa, es una buena oportunidad para hacer uso de un fuego que deja brasas, las cuales pueden servir también de elemento mágico.

B. Al encender el fuego diga en voz alta la siguiente fórmula:

"Los aquí presentes invocamos a las entidades protectoras del Fuego y de la Luz, para que iluminen y protejan este acto.

Que este fuego sea impulsor evolutivo de la conciencia y la voluntad".

C. Los asistentes pueden colocarse en postura de meditación en torno al fuego.

Pronuncian en voz alta lo siguiente:

"Invocamos al fuego purificador de la Naturaleza, para que nos ilumine indivualmente en la meditación que ahora vamos a iniciar.

Guíanos por los senderos luminosos de la conciencia, y haz que nuestro Yo Superior se nos manifieste con Poder y Verdad".


D. En general nosotros recomendamos hacer las meditaciones con los ojos abiertos, ya que ello facilita que el estado Alfa (estado mental creativo) pueda ser alcanzado por la persona también de forma espontánea a lo largo del día (período en el que obviamente estamos con los ojos abiertos). Es decir, si siempre se medita con los ojos cerrados, resulta más difícil alcanzar el estado Alfa con los ojos abiertos.

El tema de la meditación va a ser individual, y versará sobre:

"¿qué necesito transmutar (elevar o transformar) de mi carácter psicológico?".

La duración puede ser de unos veinte minutos, dependiendo de la experiencia de los asistentes, y cada meditador va a decidirse por un solo aspecto a purificar durante el acto mágico.


D. Finalizada esta primera meditación, cada participante escribe en un papel con un lápiz el nombre o descripción del aspecto psicológico que quiere transmutar, sublimar, perfeccionar o disolver.


E. A continuación, todos los asistentes dicen en voz alta:

"Invocamos al Fuego Purificador de la Naturaleza, para que nos ilumine indivualmente en la meditación que ahora vamos a iniciar.

Alúmbranos en el Camino de la Verdad y la Vida, y permítenos elevarnos en la espiral de la evolución cósmica, para alcanzar mayores niveles de plenitud, integración y profundidad en nuestra misión trascendental como seres humanos".

El tema de la segunda meditación también será individual, y durará unos veinte minutos:

"¿Qué quiero transmutar de mis circunstancias ambientales personales?". Puede tratarse de cualquier asunto relacionado con el trabjo, los estudios, la vida sentimental, etc.



F. Finalizada esta segunda meditación, cada participante escribe en otro papel la circunstancia ambiental que quiere purificar.



G. Ahora cada persona va a echar al fuego primero un papel y luego el otro. Cuando lanza al fuego el primer papel la persona dice en voz alta:

"Integro al fuego este componente de mi psicología personal, para que se eleve y transmute, dando como resultado luz y seguridad interior".

Cuando lanza al fuego el segundo papel, pronuncia:

"Fundo en el fuego esta experiencia de mi vida, para que evolucione y trascienda, dando como resultado la renovación en el sendero de la existencia".

Luego la persona que está a la izquierda de la primera hace lo mismo, y así hasta el último.



H. Si los asistentes lo desean, pueden comentar cómo fue su experiencia con el acto mágico.



I. Antes de apagar el fuego se hace un agradecimiento, diciendo todos en voz alta:

"Fuego Eterno del Espíritu, te agradecemos estos momentos de plenitud y verdad, y con respeto de pedimos que tu calor, tu fuerza y tu luz nos sigan alumbrando en el camino.

Así sea".




J. El guía apaga el fuego o los asistentes esperan un poco a que se consuma. Siempre ha de apagarse antes de que el acto termine y las personas comiencen a irse.


 

        

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