CAPITULO V. LA PROTECCION PSIQUICA.
PRIMER NIVEL DE PODER:
PROTECCION PSIQUICA Y ATAQUE PSIQUICO. Parte
II
El ATAQUE PSIQUICO PROLONGADO es también de carácter "impersonal". Este tipo de ataque supone el mantenimiento a lo largo del tiempo (meses o años) de una presión psicológica sutil sobre el sujeto C, y que es realmente indefinida en cuanto a su procedencia, puesto que no se le puede achacar a alguien en concreto y, ni siquiera, a un lugar en concreto. Este tipo de influencias suele afectar a individuos que tienen una alta sensibilidad astral, especialmente hacia subplanos astrales de tónica medio-baja.
Puede ocurrir, como simple ejemplo, que el sujeto C capte en exceso las vibraciones desarmónicas que hay a su alrededor, bien sea en el trabajo, en el barrio, en la ciudad, o sencillamente, al entrar a un bar.
La terapia a aplicar en este tipo de casos no es fácil y requiere voluntad, ya que por lo general el origen es kármico, es decir, la persona ha estado relacionada en el pasado -en la vida presente o en anteriores- con el mundo de las experiencias psíquicas, pero éstas no han sido bien canalizadas o utilizadas.
En estos casos es especialmente importante que el sujeto C modere sus actividades de carácter místico, religioso o esotérico al mínimo necesario; es decir, estas personas tienden a zambullirse en multitud de experiencias psíquicas: consultas continuas a astrólogos o tarotistas, participación en grupos más o menos cerrados, leer muchos libros esotéricos, etc.
"Moderar al mínimo necesario" no significa abandonar, sino balancear, ya que esta persona C ha incurrido en excesos en tiempos pasados, con lo cual es conveniente que se balancee desarrollando actividades más concretas y ligadas al mundo de la creatividad material, como por ejemplo el arte, el trabajo creativo, el deporte, y otras manifestaciones no intrínsecamente de carácter metafísico.
Así, dejará las prácticas místicas para una o dos veces por semana y podrá ir recuperando la sensación de protección interior. Además, el mago puede ayudar en el proceso invocando algún tipo de protección sobre el individuo, y enseñándole algunas técnicas de autoprotección.
Al ATAQUE PSIQUICO INCONSCIENTE en realidad habría que llamarlo "ataque psíquico germinado y amplificado en el inconsciente", título que evidentemente es demasiado largo.
Como usted ya puede ir suponiendo, esta cuarta clase de ataque psíquico es muy especial, pues es generada por la propia persona hacia sí misma o, inclusive, contra sí misma.
El poder del inconsciente es grande, y la persona sin quererlo, a través de emisiones psíquicas o pensamientos insistentes, puede ir generando una "figura psíquica" o una "figura mental".
Esta figura astral o mental puede producirse por el persistente temor de la persona hacia algo o hacia alguien, por la manía que le ha cogido a un determinado asunto o actividad, por los errores cometidos en el pasado con algo o con alguien, por las especulaciones imaginativas descontroladas acerca de algo o alguien, etc.
Por ejemplo, el individuo C se encuentra algo acomplejado por su gordura, y esto se ha ido convirtiendo gradualmente en una actitud cuasi-obsesiva, con lo que este sujeto ha ido generando una "figura psíquica" de sí mismo alejada de la realidad, la cual está mediatizando y obstaculizando el desarrollo de su verdadero yo.
Los esoteristas denominan a esas figuras como "elementales" o "entidades elementales". Son ni más ni menos que manifestaciones de energía psíquica que han tomado una forma determinada, la cual es ni más ni menos que la que su creador les ha dado, muchas veces sin saberlo.
El mago es capaz de neutralizar y posteriormente disolver esas entidades cuando son de carácter desarmónico, siempre y cuando la persona que las ha creado esté dispuesta a no seguirlas "alimentando" psíquicamente.
En el otro polo, como ya veremos más adelante, están las entidades elementales de naturaleza benéfica, las cuales pueden ser generadas para propósitos mágicos blancos.
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