sábado, 14 de enero de 2023

Sigilos Parte XV

El servidor viviente

 


Desde el primer conjuro llevado a cabo por manos humanas, Magos y místicos de toda clase, han estado creando servidores elementales para la manifestación de su voluntad mágica. 

Algunos han cantado mantras repetidamente una y otra vez hasta lograr reunir la suficiente energía para que el deseo se manifieste. Otros, han utilizado hierbas o aceites y otros talismanes.

 Hasta los científicos utilizan los elementos para crear un servidor y aunque este sea tecnológico, es de todas formas hecho a partir de materia y de energía y es se lleva a cabo su diseño utilizando los mismos principios.

Sea un servidor, un arma mágica, una computadora, un símbolo, palabra de poder,o cualquier forma que tome, el hecho es que todas las personas se sirven de ellos, generalmente a nuestro pesar. Es por lo tanto la meta del Mago dominar este proceso y así progresar en su arte. 

Básicamente, los problemas no son tanto el uso de servidores sino la manera de la cual los tratamos. Más específicamente, es nuestro punto de vista lineal, o la jerarquía que le asignamos lo que causa inevitablemente lo qué yo llamo el síndrome de Frankenstein. 

Mientras que el término es en si mismo explicativo, puede no ser tan obvio ver este problema cuando se presenta.

 Un servidor trabaja generalmente bien al principio, pero eventualmente la programación no puede ser ajustada cuando suceden cambios repentinos.

 Lo que también ocurre, es que el elemental comienza a desear cambios para sí mismo pero es restringido por la intención original y al final se terminara rebelando contra su creador. Por otro lado, el servidor es altamente dependiente de nosotros en lo que a fuerza vital se refiere y eventualmente endrá que alimentarse de otra persona una vez que hayamos dejado de usarlo. Sin embargo, todos estos problemas pueden ser resueltos si estudiamos la energía y la manera en que ésta se organiza.

 Parecería que no tendríamos que estar tan restringidos como nosotros habíamos pensado cuando creamos un servidor. Para demostrar esto, la física Cuántica nos ha demostrado que la energía no es tan mecánica como sospechamos una vez. En realidad parece ser absolutamente dinámica y altamente inteligente, capaz de hacer ajustes apropiados a las circunstancias. Sin embargo, debemos primero aprender confiar en ella, sólo entonces comenzará ella a confiar en nosotros.

Cuando se crea este enlace, una danza sutil ocurre, a donde dirigimos la energía ahi la vemos ajustarse. Pero para eso debemos ver el servidor como un organismo vivo, capaz de crecer y cambiar.

 Debemos también tomar responsabilidad de nuestras creaciones y cercioranos de asignarles un lugar en la naturaleza una vez que hemos terminado con ellos. No debemos mirarlos como inferiores a nosotros ni tratarlos como niños, sino que debemos estar bastante seguros, dentro de nuestra propia esfera del mundo natural de hacer exigencias solo al tiempo apropiado.

 Cuando el Mago crea un servidor vivo, está empleando el don que se la ha otorgado por derecho, de organizar la energía para provecho propio. Piense en esto por un momento, si todas las formas provienen de una sustancia divina, entonces la manera por la cual tal sustancia es moldeada depende de la realidad consensual del sistema al que ésta es asociada . 

Si ese sistema es "vida de plantas", entonces hay ciertas cosas que las plantas deben hacer para llegar a ser plantas. Así la sustancia divina (llamada él Kia o Tao) se somete a ciertas limitaciones para expresarse. De esta manera la ilusión de la estructura es manifestada. Así Kia se mueve constantemente dentro de un río eterno de formas, yendo a adonde le plazca. Nosotros vemos estas formas como jerarquías, pero para Kia cada forma es una expresión diferente de sí mismo.

 Nuestro ego piensa que cuando el Tao se manifiesta como gato, esta es de alguna manera una forma inferior, pero nosotros no conocemos la dicha de ser un gato, no es cierto?

 Los seres humanos incurren muy a menudo en el error de creer en una jerarquía evidente dentro de la naturaleza. No existe tal jerarquía. Ni la vida evoluciona, simplemente cambia. 

Cuando ocurre este cambio esto es solamente un reordenamiento de forma que expresa diferentes limitaciones y ventajas, las cuales ocurren según Kia le plazca.

 Considere esta metáfora: Antes de la dualidad, Tao no tenía ninguna limitación y al no tener ninguna limitación no podía haber tampoco ninguna ventaja. Estando más allá del espacio y del tiempo, Tao no podría verse asi mismo porque se convertía instantáneamente en lo que intentaba ver. Por lo tanto, el Tao no tenía ningún espejo para admirar su belleza, así que creó una ilusión fingiendo romperse en un número infinito de fragmentos dispersándose a través de la realidad no objetiva eterna. Así, el multiuniverso llegó a ser. Sin embargo, cada fragmento que era Tao seguía siendo Tao, solo de esta manera un fragmento de Tao pudo llegar a ver otro fragmento de Tao, aunque seguían siendo uno. Todo se refleja mutuamente.

 Un servidor vivo es una expresión de Kia dentro de la realidad subatómica. Utiliza nuestro intención como un espejo para organizarse. Esta interdependencia mutua nos da considerable ventaja en nuestras vidas. Si es que quisiéramos utilizarla.

Mucho Magos creen que la mayoría de los servidores sean estos tanto dioses, como símbolos, armas, demonios, etc. son simplemente expresiones de nuestro inconsciente. Esto es en gran parte correcto. Pero en la realidad subatómica, la paradoja es la regla más bien que la excepción. Por consiguiente, un servidor puede ser una proyección de nuestro inconsciente y aún asi tener una existencia independiente. Después de todo, no puede ser que seamos nada más que la fantasía de un dios en algún lugar en las alturas.

 Por lo tanto, recuerde: siempre cuando un dios se pasa de la raya, lo mejor que puede hacer es hacerle recordar que él también nos necesita.

 Para evitar el síndrome de Frankenstein, debemos cambiar la manera en que vemos nuestras creaciones. Como simple experimento, pruebe de tratar a su computadora como si fuera un organismo vivo.

 Pero vamos! ¿usted ha sospechado siempre esto no es cierto? ¿No parece acaso que su computadora tiene una personalidad propia?

¿Cuántas veces le ha dado una palmada a su computadora porque a ésta no le gusta cierto software? Estoy seguro que si usted mira con detenimiento encontrará una razón mecánica para el problema, pero quizá, con una poco de práctica, usted puede evitar problemas mostrándole a la computadora un poco respecto. ¿Después de todo, era realmente un error en el software? ¿O es el error una excusa creada por usted mismo, para mantener sus pies plantados en la realidad consensual?

 

 

 

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