El servidor viviente
Desde el
primer conjuro llevado a cabo por manos humanas, Magos y místicos de toda
clase, han estado creando servidores elementales para la manifestación de su
voluntad mágica.
Algunos han cantado mantras repetidamente una y otra vez hasta
lograr reunir la suficiente energía para que el deseo se manifieste. Otros, han
utilizado hierbas o aceites y otros talismanes.
Hasta los
científicos utilizan los elementos para crear un servidor y
aunque este sea tecnológico, es de todas formas hecho a partir de materia y de
energía y es se lleva a cabo su diseño utilizando los mismos principios.
Sea un
servidor, un arma mágica, una computadora, un símbolo, palabra de poder,o
cualquier forma que tome, el hecho es que todas las personas se sirven de
ellos, generalmente a nuestro pesar. Es por lo tanto la meta del Mago dominar
este proceso y así progresar en su arte.
Básicamente, los problemas no son
tanto el uso de servidores sino la manera de la cual los tratamos. Más
específicamente, es nuestro punto de vista lineal, o la jerarquía que le
asignamos lo que causa inevitablemente lo qué yo llamo el síndrome de Frankenstein.
Mientras que el término es en si mismo explicativo, puede no ser tan obvio ver
este problema cuando se presenta.
Un servidor
trabaja generalmente bien al principio, pero eventualmente la programación no
puede ser ajustada cuando suceden cambios repentinos.
Lo que
también ocurre, es que el elemental comienza a desear cambios para sí mismo
pero es restringido por la intención original y al final se terminara rebelando
contra su creador. Por otro lado, el servidor es altamente dependiente de
nosotros en lo que a fuerza vital se refiere y eventualmente endrá que
alimentarse de otra persona una vez que hayamos dejado de usarlo. Sin embargo,
todos estos problemas pueden ser resueltos si estudiamos la energía y la manera
en que ésta se organiza.
Parecería que
no tendríamos que estar tan restringidos como nosotros habíamos pensado cuando
creamos un servidor. Para demostrar esto, la física Cuántica nos ha demostrado
que la energía no es tan mecánica como sospechamos una vez. En realidad parece
ser absolutamente dinámica y altamente inteligente, capaz de hacer ajustes
apropiados a las circunstancias. Sin embargo, debemos primero aprender confiar
en ella, sólo entonces comenzará ella a confiar en nosotros.
Cuando se
crea este enlace, una danza sutil ocurre, a donde dirigimos la energía ahi la
vemos ajustarse. Pero para eso debemos ver el servidor como un organismo vivo,
capaz de crecer y cambiar.
Debemos
también tomar responsabilidad de nuestras creaciones y cercioranos de
asignarles un lugar en la naturaleza una vez que hemos terminado con ellos. No
debemos mirarlos como inferiores a nosotros ni tratarlos como niños, sino que
debemos estar bastante seguros, dentro de nuestra propia esfera del mundo
natural de hacer exigencias solo al tiempo apropiado.
Cuando el Mago
crea un servidor vivo, está empleando el don que se la ha otorgado por derecho,
de organizar la energía para provecho propio. Piense en esto por un momento, si
todas las formas provienen de una sustancia divina, entonces la manera por la cual tal
sustancia es moldeada depende de la realidad consensual del sistema al que ésta
es asociada .
Si ese sistema es "vida de plantas", entonces hay
ciertas cosas que las plantas deben hacer para llegar a ser plantas. Así la
sustancia divina (llamada él Kia o Tao) se somete a ciertas limitaciones para
expresarse. De esta manera la ilusión de la estructura es manifestada. Así Kia
se mueve constantemente dentro de un río eterno de formas, yendo a adonde le
plazca. Nosotros vemos estas formas como jerarquías, pero para Kia cada forma
es una expresión diferente de sí mismo.
Nuestro ego
piensa que cuando el Tao se manifiesta como gato, esta es de alguna manera una
forma inferior, pero nosotros no conocemos la dicha de ser un gato, no es
cierto?
Los seres humanos
incurren muy a menudo en el error de creer en una jerarquía evidente dentro de
la naturaleza. No existe tal jerarquía. Ni la vida evoluciona, simplemente
cambia.
Cuando ocurre este cambio esto es solamente un reordenamiento de forma
que expresa diferentes limitaciones y ventajas, las cuales ocurren según Kia le
plazca.
Considere
esta metáfora: Antes de la dualidad, Tao no tenía ninguna limitación y al no
tener ninguna limitación no podía haber tampoco ninguna ventaja. Estando más
allá del espacio y del tiempo, Tao no podría verse asi mismo porque se
convertía instantáneamente en lo que intentaba ver. Por lo tanto, el Tao no
tenía ningún espejo para admirar su belleza, así que creó una ilusión fingiendo
romperse en un número infinito de fragmentos dispersándose a través de la
realidad no objetiva eterna. Así, el multiuniverso llegó a ser. Sin embargo,
cada fragmento que era Tao seguía siendo Tao, solo de esta manera un fragmento
de Tao pudo llegar a ver otro fragmento de Tao, aunque seguían siendo uno. Todo
se refleja mutuamente.
Un servidor
vivo es una expresión de Kia dentro de la realidad subatómica. Utiliza nuestro
intención como un espejo para organizarse. Esta interdependencia mutua nos da
considerable ventaja en nuestras vidas. Si es que quisiéramos utilizarla.
Mucho Magos
creen que la mayoría de los servidores sean estos tanto dioses, como símbolos,
armas, demonios, etc. son simplemente expresiones de nuestro inconsciente. Esto
es en gran parte correcto. Pero en la realidad subatómica, la paradoja es la
regla más bien que la excepción. Por consiguiente, un servidor puede ser una
proyección de nuestro inconsciente y aún asi tener una existencia
independiente. Después de todo, no puede ser que seamos nada más que la
fantasía de un dios en algún lugar en las alturas.
Por lo tanto,
recuerde: siempre cuando un dios se pasa de la raya, lo mejor que puede hacer
es hacerle recordar que él también nos necesita.
Para evitar
el síndrome de Frankenstein, debemos cambiar la manera en que vemos nuestras
creaciones. Como simple experimento, pruebe de tratar a su computadora como si
fuera un organismo vivo.
Pero vamos!
¿usted ha sospechado siempre esto no es cierto? ¿No parece acaso que su
computadora tiene una personalidad propia?
¿Cuántas
veces le ha dado una palmada a su computadora porque a ésta no le gusta cierto
software? Estoy seguro que si usted mira con detenimiento encontrará una razón
mecánica para el problema, pero quizá, con una poco de práctica, usted puede
evitar problemas mostrándole a la computadora un poco respecto. ¿Después de
todo, era realmente un error en el software? ¿O es el error una excusa creada
por usted mismo, para mantener sus pies plantados en la realidad consensual?
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