Alcanzar un objeto
1
Concéntrate
únicamente en un objeto pequeño. Coloca un objeto pequeño, como un lápiz o un
fósforo, en frente de ti. Medita para despejar tu mente y entrar en la zona.
Silencia los pensamientos aleatorios pasajeros, y ve el objeto claramente con
el ojo de tu mente.
2
Enfócate en la
conexión entre tú y el objeto. Una vez que hayas aprendido a controlar tus
pensamientos y visualizar objetos, concéntrate en la energía que te conecta con
el mundo exterior. Visualiza la materia y la energía que corre a través de ti,
otros objetos y el espacio en medio. Mira cómo los límites entre tú y los
objetos exteriores se desvanecen, y entiende que tú y el objeto son parte de un
solo sistema.
Esta es la idea
que forma la base de la telequinesis: tú y el objeto son uno. Para trata de mover
un objeto, tienes que entrenarte para ver esta conexión y creer que es posible.
3
Visualiza
claramente cómo deseas manipular el objeto. Mira exactamente cómo quieres que
se mueva el objeto. Decide si te gustaría jalarlo, empujarlo o girarlo. Concéntrate
en el objeto, y mira cómo se mueve a medida que lo intentas con el ojo de tu
mente.
Visualiza un solo
movimiento. Trata de no distraerte o imagina que se mueve de varias maneras.
Simplemente concéntrate en una acción.
4
Enfoca tu
atención en el objeto. Mantente concentrado en el objeto, y envía tu intención
como lo harías con tu brazo o pierna. Recuerda no permitir que tus pensamientos
se desvíen y enfócate en una sola acción. Eres uno con el objeto, así que
muévelo como lo harías con cualquier otra parte de tu cuerpo.[9]
No te desanimes
si tus primeros intentos fracasan. Continúa trabajando en disciplinar tu mente,
y trata de perfeccionar tus habilidades con ejercicios de telequinesis.
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