sábado, 30 de septiembre de 2023

CURSO DE ALTA MAGIA BLANCA PRACTICA. Día 64

 TERCER NIVEL DE PODER:

GENERACION DE FORMAS MAGICAS.

PARTE III

 

= 9º. EL RAYO IGNEO SOLAR.

 


El Sol solamente ha de mirarse cuando se encuentra apenas un poco por encima del horizonte, es decir, justo antes del amanecer o momentos antes del ocaso.

 

El rayo ígneo solar puede ser canalizado por el Mago hacia sí mismo como un acto de comunicación con el centro del sistema solar y con su propio centro esencial como individuo y, además, como forma de recargar totalmente sus baterías físicas, psíquicas, mentales y espirituales.

 

Así, el rayo ígneo solar es una fuerza lumínica que el Mago quiere atraer y canalizar hacia sí mismo.


10º. FUENTE DE ENERGIA.

 

La fuente de energía tiene forma de fuente de agua y se utiliza para tener un pozo de energías limpiadoras, purificadoras y refrescantes de manera continua en una habitación, en un local, en un jardín o en un hogar.

 

La fuente de energía puede ser generada sobre una vasija física o recipiente con agua, pero también puede ser iniciada en la ubicación física de un arca o de un talismán. Se genera visualizando que existe una fuente continua de energía en ese emplazamiento, cuya misión es renovar las energías psíquicas de la estancia donde se encuentra.

 

= 11º. VIENTO TRANSMUTADOR.

 

Ya hemos hablado de la importancia de los cuatro vientos sutiles en los actos mágicos.

 

El viento transmutador siempre viene de cara hacia la persona o personas que lo están invocando. Su efecto es renovar y acrecentar los estados anímicos y la fortaleza psíquica, al mismo tiempo que despejar y hacer más lúcida y elevada la mente.

 

Cuando el viento transmutador se genera adecuadamente, los asistentes perciben que un torrente aéreo de energía les está dando de cara durante algunos minutos.

 

= 12º. CASCADA DE AGUA PURIFICADORA.

 

El mago genera y hace caer sobre sí y sobre los participantes un chorro de energía psíquica que, en forma de energía fluidica, limpia el aura y transmite una sensación de frescor, limpieza, paz y serenidad.

 

Hay un momento muy sencillo a lo largo del día en el cual la cascada de agua puede ser generada para fines de limpieza y purificación personal, y que es precisamente el acto de la ducha, aprovechando que existe en ese instante un elemento físico (el agua) que facilita la creación de la cascada de agua en el mundo sutil.

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