12. ¿PUEDEN EXISTIR
DESEQUILIBRIOS PERSONALES AL ENTRAR EN LOS SENDEROS DE LA MAGIA? PARTE III
La tercera premisa es que no fuerce usted la máquina. Esto es una manera
coloquial de decir que no pretenda expandirse más de lo que realmente es usted
capaz de sobrellevar. Tenga en cuenta que las mieles que proporciona la Magia
Blanca son increíblemente satisfactorias, pero también hay que estar
predispuestos a recibir y superar las pruebas adecuadamente que se van
presentando de manera simultánea, ya que por principio natural universal, el
Cosmos no da nada gratis a nadie.
Como cuarto punto está el análisis de sus deudas pendientes, y no nos referimos
solamente a sus deudas bancarias, sino fundamentalmente a la deuda kármica en
un sentido amplio. Hay que tener en consideración sus limitaciones actuales,
cuál es su verdadero radio de acción y su capacidad de movimiento, y todo ello
depende fundamentalmente de cuál es su situación real en cuanto a compromisos y
en cuanto a consecuencias de actos pasados erróneos, que puede estar usted
pagando en estos momentos presentes.
Al hacer el análisis del yo, nos tendríamos que remitir al filósofo español
Ortega y Gasset, cuya sentencia prácticamente más conocida es esa de "yo
soy yo y mis circunstancias". Por tanto, hay que tener en cuenta que
nuestro yo no solamente se compone de nuestro impulso, de nuestras buenas
intenciones, de nuestro entusiasmo y, ni siquiera, de nuestra voluntad. Nuestro
yo también tiene una parte de sí mismo manifiesta en nuestros condicionantes
actuales, los cuales no son, ni más ni menos, que el resultado o el producto
directo y concatenado, aunque siempre complejo, de nuestros actos pasados.
La quinta premisa es: vigile su mente.
Recordemos eso que decían los creadores del Raja-Yoga. En los versos del autor
clásico sánscrito Patanjali, se hace hincapié en la necesidad de relajar y
distender la mente, procurando acercarla lo más posible al vacío o al estado de
neutralización.
Se comparan estos textos antiguos con una especie de caballo desbocado que hay
que saber domar e ir tranquilizando poco a poco, haciendo que note la serena
presencia de su dueño. Su dueño es la voluntad y la consciencia. Por tanto, la
mente en determinadas ocasiones puede tender a magnificar determinadas
situaciones, y en otras justamente sucede lo contrario, es decir, tiende a dar
demasiada poca importancia a cuestiones que debieran ser consideradas como algo
más trascendentes. En determinados momentos la mente tiende a supravalorar
nuestra posibilidades y en otras ocasiones a infravalorarlas, y así
sucesivamente.
La mente, por supuesto, está sometida a la ley de la Polaridad, con lo cual,
estos cambios de una banda a la otra son relativamente frecuentes.
Ya hemos comentado que el sendero de la Magia reside precisamente en la
consecución, es decir, en la realización o materialización del equilibrio
dinámico. No se trata de establecer un polo teórico entre dos extremos también
teóricos, ya que eso no es demasiado difícil. Se trata fundamentalmente de
vivir y realizar la síntesis en nuestra vida, que es lo que algún autor ha dado
en llamar el cuarto punto o matesis. Es decir, primero está la tesis, luego la
antítesis, luego la síntesis y luego la matesis, que es lo que podríamos llamar
la materialización o realización de la síntesis, ya que la síntesis también
puede ser un concepto o un proyecto más o menos teórico aunque evidentemente,
siempre bien diseñado.
Como sexto punto encontramos la necesidad de no fanatizar. Esto realmente es
una manifestación más de lo que hemos estado comentando ahora mismo en relación
con los extremos mentales, ya que el fanatismo es una exacerbación de un
impulso o de una convicción, llevándolo más allá de los límites del sentido
común y de la moderación. En realidad, el fanatismo supone una actitud de no
querer dudar y no querer pensar acerca de las fallas de esa idea o de esa
convicción, con lo cual, un estado mental sostenido hacia un polo extremo,
puede conducir realmente a reacciones que hoy en día estamos viendo socialmente
en el mundo, de una envergadura y de unas consecuencias desarmónicas enormes.
Como séptimo punto, no subestime, ni exagere sus sensaciones sutiles. Esto
quiere decir que la intuición, al igual que la vista, el tacto o el olfato,
también pueden engañar. Igual que se dice eso de que "no es oro todo lo
que reluce" también podremos decir que no es miel de dioses todo lo que la
mente capta como intuición. Por tanto, sea prudente y procure abrir sus canales
sutiles en los momentos de mayor relax y de profundidad psíquica.
Si se hace usted demasiado susceptible a las energías o sensaciones del
ambiente a lo largo de todo el día, llegan un momento en que éstas pueden
llegar a molestarle y causarle cierta pérdida de energía, con la consecuente
tendencia al aislamiento, al cansancio y al apartarse de las actividades
cotidianas.
Por tanto, hay que ser abiertos hacia las energías sutiles, pero sobre todo
cuando es el momento adecuado y cuando uno se encuentra protegido y en un
ambiente límpido como para poder colocar la mente en una actitud más sutil.
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