Cada uno de nosotros posee poderes formidables, escondidos en el fondo de nuestro subconsciente. Podemos transformar nuestra vida en cualquier momento, sacando provecho a las posibilidades prodigiosas de ese “depósito inagotable”… con la condición de tener la llave adecuada para éste dominio ilimitado, es decir un buen método de desarrollo personal.
Existen, por cierto, numerosas técnicas en la materia. No
pasa un mes sin que un nuevo procedimiento supuestamente "revolucionario”
nos proponga el paraíso en la tierra. Llenos de esperanzas, nos precipitamos
entonces para adquirirlo, pensando que obtendremos todo lo que nos prometieron.
Desgraciadamente, la mayor parte del tiempo, cuando leemos las indicaciones en
cuestión o tratamos de aplicar y realizar los ejercicios propuestos, nos
decepcionamos, pues nuestros deseos se demoran demasiado en realizarse (si es
que se realizan).
Además, muy a menudo, los medios de acción relacionados, son
mucho más complicados de lo previsto, o hay que dedicar muchísimo tiempo para
obtener resultados mínimos. Mientras que existe un método verdaderamente
seguro, rápido y eficaz para lograr estos cambios verdaderos en nuestra
existencia: el poder subliminal. El proceso que permite adquirirlo, es práctico
y concreto.
Gracias a éste, usted explotará todas y cada una de las
riquezas de su espíritu y alcanzará la realización de todos sus deseos.
El secreto de la eficacia del método subconsciente, consiste
en lograr traspasar la barrera de la consciencia para dirigirse directamente al
subconsciente.
Mientras que la gran mayoría de las técnicas de plenitud
personal se dirigen a su espíritu consciente, éstas son estériles porque
representan únicamente la estructura mental frenando su progresión. ¡Si usted
pudiera ser feliz, únicamente con su mente, lo sabría y sobretodo lo seria
desde hace mucho tiempo!
El secreto del poder subconsciente consiste, en disminuir el
umbral de vigilancia de la conciencia para implantar directamente, sugerencias
en el subconsciente. Este actúa en el cerebro derecho, desconectando el cerebro
izquierdo, el cerebro de la razón. Los resultados son perceptibles de forma
inmediata y sobre todo son duraderos. Este método, ya permitió a cientos de
personas en los Estados Unidos, en Australia, en Canadá, en Nueva Zelanda, de
transformar sus vidas con un mínimo de, esfuerzo y de tiempo invertido. ¿Por
qué los resultados son tan rápidos?
Usted puede y con razón, preguntarse cómo en algunos minutos
por día, es posible cambiar completamente el curso de su vida. El método
subconsciente exige un espíritu crítico y muy desarrollado. Este le permitirá
hacer una selección entre, las buenas y las malas ideas ó sugerencias que
intentan penetrar día a día en su espíritu, por medio de su entorno familiar,
profesional, sentimental, medios de comunicación…. etc.
La rapidez en la obtención de resultados, gracias a éste
método, se explica en la aplicación de un principio psicológico muy importante:
”Monoïdéismo”, que es la facultad por la cual la repetición de una misma idea,
durante varios días consecutivos, logra implantarse profundamente en la consciencia,
pero sobretodo en el subconsciente.
Posiblemente también se pregunte la razón por la cual usted
no logra aprovechar este fabuloso poder si de verdad lo posee. Pregunta muy
buena, a la cual ya respondió Sigmund Freud, el padre del Psicoanálisis. Según
él, ciertas capacidades enterradas en el subconsciente no salen a relucir
porque están censuradas por el cerebro.
Éste, es como un guardián severo, reprime, a veces
brutalmente, las numerosas tentativas de fuga de numerosas ideas procedentes
del subconsciente.
Nuestro espíritu actúa así, porque él mismo, es preso de
todos los acontecimientos y acondicionamientos que hemos tenido desde nuestra
infancia a través de la educación, de la Familia, de la sociedad, de la
cultura, de la religión, del mismo medio profesional y de prohibiciones
impuestas por nosotros mismos, pues pensamos que son útiles.
En resumen, nuestra conciencia nos perjudica porque cree que
estos acondicionamientos son como principios y/o reglas absolutas, en las
cuales se apoya para dirigir sus acciones y notar la diferencia entre el bien y
el mal.
Entonces, es necesario que sepa que no hay ninguna verdad
absoluta en la vida. Su realidad es la suma de sus experiencias vividas y no el
resultado de una ideología teórica cualquiera. ¿La mejor prueba? ¿Nunca le ha
pasado, que cambia de opinión, de repensar ideas o conceptos que pensó que
nunca cambiaría?
Con el poder del subconsciente, usted estará en condiciones
de pasar la barrera del consciente, de una forma consciente y organizada, que
sacará a la luz sus recursos subconscientes y le dará la valentía de
materializarlos en su vida.
Usted podrá pasarse, de lo que su conciencia le dicta
durante el tiempo suficiente para acceder a sus capacidades escondidas.
Este proceso se hará de modo activo o pasivo. Durante la
primera fase, usted voluntariamente bajará el grado de “vigilancia” de su
espíritu. Durante la segunda fase, usted dejará salir a flote las sugerencias
que surgen de su subconsciente o usted voluntariamente implantará sugerencias
que tocan campos precisos en su vida.
Su consciencia no es su enemiga
¡Cuidado! Sin embargo no debe considerar su conciencia como
una enemiga. Al contrario, es un aliado precioso que la ayudará, aunque por el
momento, usted no sea feliz debido a su mala programación, o no logre cambiar
su vida.
Su espíritu consciente todavía desempeña un papel de
guardián del subconsciente, de forma demasiado celosa pues no conoce otro modo
de funcionamiento. Bastará con que usted instruya y lleve hacia el otro,
gracias al método de lo subconsciente, para que la deje rápidamente alcanzar
sus nuevos objetivos.
Desde ahora, deje pues de tratarlo como un adversario, al
que hay que combatir o eliminar, porque usted siempre lo necesitará, el estará
ahí solo para reaccionar a solicitudes o agresiones exteriores, adaptarse a los
cambios inherentes a la existencia o comprender su entorno en toda
circunstancia.
Su conciencia, simplemente necesita ser reprogramada para
ayudarle a alcanzar su equilibrio y no sentir nunca más la tensión perpetua que
existe entre sus aspiraciones profundas y su existencia diaria.
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