LLAVE TONAL DEL AÑO 2022
Cada ser, encarnado, desencarnado o Ascendido es un centro
vibratorio, como la cuerda pulsada de un arpa. Es la capacidad Ascendida o
Cósmica, la pulsación de la vibración que conforma la radiación del servicio
asume una nota particular en este momento, la cual es la llave tonal del año, y
los diversos servicios de la Hermandad se combinan gentilmente con esa nota,
conformando el Espíritu de la Navidad que es sentido, absorbido y establecido
por la raza. Así, la llave tonal del año es impresionada poderosamente una vez
más en los cuerpos, en los registros akáshicos y en la atmósfera de la Tierra,
de modo que el mayor servicio posible al hombre pueda estamparse en la
conciencia de toda la gente antes de que la nueva vibración del año sea sentida
e interpretada. Tiene un propósito adicional, que es el de aquietar la
conciencia de todos los seres en preparación para la recepción de esas nuevas
fuerzas y corrientes , que se convertirán en la vibración predominante cuando
el Señor de la Vida descargue el Pensamiento-Forma y la vibración del
sentimiento que será la llave tonal del año entrante.
Los Ángeles son seres inteligentes auto-conscientes creados
por Dios, para cumplir un destino específico, servicio y actividad. Son
principalmente seres de sentimiento. Aunque tienen naturalmente una mente
consciente inteligente, Su servicio es absorber, condensar, transferir y
generalmente irradiar los Sentimientos Espirituales de Dios y los Mensajeros de
Dios a quienes Ellos sirven. El mundo de sentimientos del Ángel es
extremadamente sensible. La proximidad natural al Aura de Dios Padre-Madre o a
las Actividades del Fuego Sagrado en los Templos de Luz llenan el aura y la
esfera de influencia individual de los Ángeles con una Cualidad similar de
radiación. Estos Amorosos Seres se divierten en las Virtudes mediante tal
proximidad. A los Ángeles jóvenes no se les requiere llevar la radiación
espiritual que han absorbido, a las esferas debajo de aquélla en que han
nacido. A medida que el Ángel madura y se desarrolla, Él desea dentro de Sí
estar al servicio del Dios que lo hizo. Comienza entonces, un curso de
entrenamiento espiritual bajo el Gran Arcángel Jofiel, cuyo entrenamiento lo
prepara para tal servicio espiritual. El Ángel debe aprender a sostener la
radiación de alguna Virtud específica. Debe sostener esa Cualidad de
Sentimiento hasta que se le indique que descargue la esencia de la Virtud
dentro del mundo y atmósfera de algún individuo que requiera asistencia.
Por ejemplo, si el Ángel desea incorporarse a las Legiones
de la Fe en Dios, el Señor Jofiel lo asigna al Templo del Primer Ámbito bajo
uno de los Ángeles Directores de las Legiones del Arcángel Miguel. Aquí entra
al ya-establecido Momentum Cósmico de Fe y siente en Sí mismo la Pulsación,
Poder y Vibración de la Fe. Él aprende a absorber desde el Gran Corazón Cósmico
del Señor Miguel el regalo de la Fe sostenida. Aprende a generar Fe en Su
propio cuerpo emocional. Aprende a sostener esa Cualidad de Sentimiento. Luego
sale de la periferia del Aura de Su Instructor y se empeña en sostener mediante
Su propia conciencia la Fe que disfrutó tan libremente en el seguro compás del
Momentum de Fe de otro. Aquí su fuerza es medida. Gradualmente es capaz de
sostener la Cualidad de la Fe por lapsos cada vez más largos a la vez que se
aleja más y más del Aura de Su Instructor.
Luego, dirigido por los Mensajeros de la Fe, es enviado a
una misión con un Ángel Guardián y muchos otros Ángeles neófitos. Ellos llevan
Fe dentro del mundo físico donde hay tanta miseria, desilusión, infelicidad y
aflicción. Los Ángeles entran a las auras de los hombres, mujeres y niños
aturdidos e irradian la Fe que han aprendido a sostener, y le dan nueva
esperanza y coraje a los desesperanzados. Justamente como un radiador emite un
calor confortador dentro de la atmósfera, así hace el Ángel que irradia una
presión de Fe o cualquier Virtud que pueda requerirse dentro del espíritu de
los hombres. Cuando Su regalo de radiación ha logrado Su servicio, Él regresa
con su Superior para encarnar de nuevo la Virtud de la Deidad y espera
asignaciones futuras en Su Nombre.
La naturaleza de los Ángeles es la obediencia a Dios, el
Creador de todo lo bueno y la fe absoluta en el Todo-Poder de su Dios para
realizar los milagros es su Sentimiento.
El respeto por la elección del libre albedrío de los
individuos que encarnan sobre la Tierra hace que únicamente sean atraídos a
quienes pueden creer en Ellos, amarlos y desear servir con Ellos. Su cortesía
innata no les permite actuar en los mundos de quienes los rechazan.
Al ser primordialmente seres de sentimientos, la acreción
espiritual no magnetiza Su presencia. A los Ángeles los atrae la dulce esencia
del Amor que emana desde el corazón del hombre. Los Ángeles no reconocen la
forma, no es el cascarón vacío de las creaciones de pensamiento sino más bien
el perfume, el color y la virtud de los Sentimientos Divinos lo que los atrae.
De allí que cuando un planeta que aún tiene forma física cesa de irradiar amor…
¡los Ángeles retroceden!. Cuando un planeta junto con sus evoluciones, aprenden
a irradiar Amor, los Ángeles se acercan aún más a la asociación con las
evoluciones allí presentes, creando así la cooperación que tanto se desea para
permitir que la Perfección se exprese sobre este planeta.
La puerta abierta a través de la cual los Ángeles entran a
la atmósfera de cualquier planeta, es el SENTIMIENTO, ya que desde allí se
descarga el Amor de Dios-la Presencia “YO SOY” Universal. Si no hubiera sido
por la dirección d los grandes Arcángeles y Arcangelinas-Llamas Gemelas de los
Arcángeles-junto con el amor de Sanat Kumara y de quienes reconocieron a la
Hueste Angélica sobre la Tierra a lo largo de las eras desde que la Hueste
Angélica fue repudiada por las masas de la gente, hace rato que los Ángeles
hubieran regresado a Su hogar celestial. Luego, la mismísima Tierra
eventualmente hubiera cesado de existir, y sus evoluciones se hubieran visto
así privadas de un hogar planetario sobre el cual realizar su Plan Divino.
Los Ángeles encarnan las Virtudes de Dios y mantienen con
vida los centros irradiantes de esas Virtudes en la atmósfera baja de la
Tierra, y estas Virtudes encienden los centros espirituales en los corazones de
los hombres. Si la Hueste Angélica eliminara estos centros irradiantes de
Virtud Divina, el hombre sólo tendría la efluvia de la discordia humana con la
cual alimentarse. Pronto esta dieta causaría la inanición espiritual y a
remoción última del hombre del planeta, así como la disolución propiamente
dicha de la Tierra como salón de clase de desarrollo espiritual.
Los miembros de la Hueste Angélica son, en realidad,
“incubadores cósmicos” de las virtudes aletargadas de la humanidad en la
Tierra, así como también los estimuladores del desarrollo a través del empeño
auto-consciente de esas Virtudes a través de la gente de la Tierra.
Los Ángeles elevan la cualidad de la energía doquiera que
están presentes. Dos cualidades de energía no pueden existir en el mismo sitio
o en la misma conciencia al mismo tiempo. Por tanto desde un punto de vista
meramente científico, la Hueste Angélica constituye un magno poder en la
redención de las energías mal calificadas porque la radiación de su aura es
positiva, constructiva, elevadora, pura y perfecta. Cuando esa radiación
infiltra la atmósfera del planeta y sus evoluciones, cambia la cualidad de la
energía de toda la raza, llevando a todos Armonía y Paz. La Hueste Angélica
tiene plena maestría sobre la calificación de la energía. La humanidad está en
esta Tierra para aprender dicha maestría.
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