martes, 12 de julio de 2022

Taller de Metafísica CXV

LLAVE TONAL DEL AÑO 2022

 

Cada ser, encarnado, desencarnado o Ascendido es un centro vibratorio, como la cuerda pulsada de un arpa. Es la capacidad Ascendida o Cósmica, la pulsación de la vibración que conforma la radiación del servicio asume una nota particular en este momento, la cual es la llave tonal del año, y los diversos servicios de la Hermandad se combinan gentilmente con esa nota, conformando el Espíritu de la Navidad que es sentido, absorbido y establecido por la raza. Así, la llave tonal del año es impresionada poderosamente una vez más en los cuerpos, en los registros akáshicos y en la atmósfera de la Tierra, de modo que el mayor servicio posible al hombre pueda estamparse en la conciencia de toda la gente antes de que la nueva vibración del año sea sentida e interpretada. Tiene un propósito adicional, que es el de aquietar la conciencia de todos los seres en preparación para la recepción de esas nuevas fuerzas y corrientes , que se convertirán en la vibración predominante cuando el Señor de la Vida descargue el Pensamiento-Forma y la vibración del sentimiento que será la llave tonal del año entrante.

 Arcángel Uriel 6 to. Rayo Oro Rubí llave tonal  Noche De Paz Franz Xaver Grüber (1787 – 1863)



 LOS ÁNGELES




Los Ángeles son seres inteligentes auto-conscientes creados por Dios, para cumplir un destino específico, servicio y actividad. Son principalmente seres de sentimiento. Aunque tienen naturalmente una mente consciente inteligente, Su servicio es absorber, condensar, transferir y generalmente irradiar los Sentimientos Espirituales de Dios y los Mensajeros de Dios a quienes Ellos sirven. El mundo de sentimientos del Ángel es extremadamente sensible. La proximidad natural al Aura de Dios Padre-Madre o a las Actividades del Fuego Sagrado en los Templos de Luz llenan el aura y la esfera de influencia individual de los Ángeles con una Cualidad similar de radiación. Estos Amorosos Seres se divierten en las Virtudes mediante tal proximidad. A los Ángeles jóvenes no se les requiere llevar la radiación espiritual que han absorbido, a las esferas debajo de aquélla en que han nacido. A medida que el Ángel madura y se desarrolla, Él desea dentro de Sí estar al servicio del Dios que lo hizo. Comienza entonces, un curso de entrenamiento espiritual bajo el Gran Arcángel Jofiel, cuyo entrenamiento lo prepara para tal servicio espiritual. El Ángel debe aprender a sostener la radiación de alguna Virtud específica. Debe sostener esa Cualidad de Sentimiento hasta que se le indique que descargue la esencia de la Virtud dentro del mundo y atmósfera de algún individuo que requiera asistencia.

 

Por ejemplo, si el Ángel desea incorporarse a las Legiones de la Fe en Dios, el Señor Jofiel lo asigna al Templo del Primer Ámbito bajo uno de los Ángeles Directores de las Legiones del Arcángel Miguel. Aquí entra al ya-establecido Momentum Cósmico de Fe y siente en Sí mismo la Pulsación, Poder y Vibración de la Fe. Él aprende a absorber desde el Gran Corazón Cósmico del Señor Miguel el regalo de la Fe sostenida. Aprende a generar Fe en Su propio cuerpo emocional. Aprende a sostener esa Cualidad de Sentimiento. Luego sale de la periferia del Aura de Su Instructor y se empeña en sostener mediante Su propia conciencia la Fe que disfrutó tan libremente en el seguro compás del Momentum de Fe de otro. Aquí su fuerza es medida. Gradualmente es capaz de sostener la Cualidad de la Fe por lapsos cada vez más largos a la vez que se aleja más y más del Aura de Su Instructor.

 

Luego, dirigido por los Mensajeros de la Fe, es enviado a una misión con un Ángel Guardián y muchos otros Ángeles neófitos. Ellos llevan Fe dentro del mundo físico donde hay tanta miseria, desilusión, infelicidad y aflicción. Los Ángeles entran a las auras de los hombres, mujeres y niños aturdidos e irradian la Fe que han aprendido a sostener, y le dan nueva esperanza y coraje a los desesperanzados. Justamente como un radiador emite un calor confortador dentro de la atmósfera, así hace el Ángel que irradia una presión de Fe o cualquier Virtud que pueda requerirse dentro del espíritu de los hombres. Cuando Su regalo de radiación ha logrado Su servicio, Él regresa con su Superior para encarnar de nuevo la Virtud de la Deidad y espera asignaciones futuras en Su Nombre.

 

La naturaleza de los Ángeles es la obediencia a Dios, el Creador de todo lo bueno y la fe absoluta en el Todo-Poder de su Dios para realizar los milagros es su Sentimiento.

 

El respeto por la elección del libre albedrío de los individuos que encarnan sobre la Tierra hace que únicamente sean atraídos a quienes pueden creer en Ellos, amarlos y desear servir con Ellos. Su cortesía innata no les permite actuar en los mundos de quienes los rechazan.

 

Al ser primordialmente seres de sentimientos, la acreción espiritual no magnetiza Su presencia. A los Ángeles los atrae la dulce esencia del Amor que emana desde el corazón del hombre. Los Ángeles no reconocen la forma, no es el cascarón vacío de las creaciones de pensamiento sino más bien el perfume, el color y la virtud de los Sentimientos Divinos lo que los atrae. De allí que cuando un planeta que aún tiene forma física cesa de irradiar amor… ¡los Ángeles retroceden!. Cuando un planeta junto con sus evoluciones, aprenden a irradiar Amor, los Ángeles se acercan aún más a la asociación con las evoluciones allí presentes, creando así la cooperación que tanto se desea para permitir que la Perfección se exprese sobre este planeta.

 

La puerta abierta a través de la cual los Ángeles entran a la atmósfera de cualquier planeta, es el SENTIMIENTO, ya que desde allí se descarga el Amor de Dios-la Presencia “YO SOY” Universal. Si no hubiera sido por la dirección d los grandes Arcángeles y Arcangelinas-Llamas Gemelas de los Arcángeles-junto con el amor de Sanat Kumara y de quienes reconocieron a la Hueste Angélica sobre la Tierra a lo largo de las eras desde que la Hueste Angélica fue repudiada por las masas de la gente, hace rato que los Ángeles hubieran regresado a Su hogar celestial. Luego, la mismísima Tierra eventualmente hubiera cesado de existir, y sus evoluciones se hubieran visto así privadas de un hogar planetario sobre el cual realizar su Plan Divino.

 

Los Ángeles encarnan las Virtudes de Dios y mantienen con vida los centros irradiantes de esas Virtudes en la atmósfera baja de la Tierra, y estas Virtudes encienden los centros espirituales en los corazones de los hombres. Si la Hueste Angélica eliminara estos centros irradiantes de Virtud Divina, el hombre sólo tendría la efluvia de la discordia humana con la cual alimentarse. Pronto esta dieta causaría la inanición espiritual y a remoción última del hombre del planeta, así como la disolución propiamente dicha de la Tierra como salón de clase de desarrollo espiritual.

 

Los miembros de la Hueste Angélica son, en realidad, “incubadores cósmicos” de las virtudes aletargadas de la humanidad en la Tierra, así como también los estimuladores del desarrollo a través del empeño auto-consciente de esas Virtudes a través de la gente de la Tierra.

 

Los Ángeles elevan la cualidad de la energía doquiera que están presentes. Dos cualidades de energía no pueden existir en el mismo sitio o en la misma conciencia al mismo tiempo. Por tanto desde un punto de vista meramente científico, la Hueste Angélica constituye un magno poder en la redención de las energías mal calificadas porque la radiación de su aura es positiva, constructiva, elevadora, pura y perfecta. Cuando esa radiación infiltra la atmósfera del planeta y sus evoluciones, cambia la cualidad de la energía de toda la raza, llevando a todos Armonía y Paz. La Hueste Angélica tiene plena maestría sobre la calificación de la energía. La humanidad está en esta Tierra para aprender dicha maestría.

 

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