Época de la Navidad
Observamos la Navidad en la última semana de Diciembre. Los primeros cristianos se propusieron conseguir que sus seguidores se alejaran de las celebraciones paganas de Roma, por lo que fijaron que la Navidad ocupara el lugar de la Saturnalia romana. Sin embargo, Jesús no nació en invierno, sino en primavera o temprano en el verano; los pastores estaban en las colinas con sus ovejas.
Los pastores del relato navideño eran gente sencilla pero
muy espiritual. Tenían un entendimiento espiritual pero no eran pobres ya que
tenían todo lo que necesitaban: los vestidos que llevaban puestos, una sencilla
cabaña y sus ovejas pero eso era todo lo que necesitaban. Y además, tenían el
tiempo para pensar y meditar y lograr el entendimiento espiritual de manera que
sabían que algo importante estaba aconteciendo y un ángel se les apareció.
Cuando el ángel se les apareció por primera vez a los pastores, la primera
reacción de ellos fue miedo. Al principio tuvieron miedo porque les parecía
demasiado bueno para ser verdad. Esa es la tragedia de la naturaleza humana.
Pensamos que algo es demasiado bueno para ser verdad, pero la perturbación
nunca nos sorprende. Nos lamentamos de ella pero nunca pensamos que es
demasiado mala para ser verdad.
Temor al cambio
Cuando acontece algo nuevo y extraño lo primero que siente
la mayoría de gente es miedo. Se tiende a interpretar algo inesperado como malo
y peligroso.
El ángel les dijo a los pastores “No temáis, porque os doy
nuevas de gran gozo”.
Mensaje y señal
Los ángeles trajeron a los pastores un mensaje que ellos
podían entender “Ha nacido hoy en Belén, un Salvador, que es CRISTO. Hallaréis
al niño envuelto en pañales en un pesebre.”Se les había dicho todo cuanto
necesitaban saber.
La Biblia está llena de conocimiento e inspiración. El aire está que hormiguea pero el ciego no puede ver la Luz, ni el sordo oír la música. Y todos estamos ciegos a la Luz de Dios y sordos a la Música de las Esferas. No vemos y no oímos por lo que decimos: “No está allí, pero claro que está.”
Estos pastores recibron inspiración, aceptaron el mensaje
y no se quedaron sin hacer nada esperando que algo pasara. Se fueron y
encontraron al Niño Cristo. Y eso es lo que se supone que debemos hacer en
nuestras vidas, encontrar al Niño Cristo en nosotros mismos.
Los Magos de Oriente
Los Magos que vinieron de Oriente eran sabios porque eran espirituales. Se habían pasado mucho de su tiempo en oración y viviendo la vida espiritual y ellos sabían que algo maravilloso estaba ocurriendo en la Tierra. Habían visto una estrella. La siguieron y ésta los condujo al bebé en Belén. La gente que se mantiene cerca de Dios sabe muchas cosas que la gente que no, no tiene manera de saber.
Después que nació el Niño fue llevado al Templo, donde había
un viejo llamado Simeón que había dedicado su vida a Dios y también sabía lo
que estaba pasando. La mayoría de la gente pensaba que cuando el Mesías
viniera, vendría a iluminar sólo a su propia nación particular y raza. Pero
estaban equivocados y Simeón lo sabía. Jesús vino a redimir la totalidad de la
raza humana.
Jesús escogió regresar a la Tierra a fin de realizar una gran obra para con la humanidad y por eso se le denomina el Salvador del Mundo. Nuestra emancipación espiritual y física hubiera venido mucho más lentamente de no haber sido por la obra que realizó Jesús en y a la mente de la raza.
A fin de ayudarnos, Jesús tuvo que convertirse en uno de nosotros, tuvo que nacer de una mujer y regresar dentro de la raza humana. Nada se puede hacer desde afuera. Hasta Dios no nos ayuda desde afuera. ¿Cómo nos cura Dios? ¿Cómo nos libera Dios? ¿Cómo nos perdona? No desde afuera, sino trabajando en nosotros, cambiando nuestra conciencia. Cuando se cambia lo interno, el cambio externo sigue en conformidad con dicho cambio interno.
La Enseñanza de Jesús
Jesús vino a enseñar compasión y amor del uno por el otro.
Jesús enseñó la alta metafísica y la alta espiritualidad, y su piedra angular
era la compasión y el amor.
EL ESPIRITU DE LA NAVIDAD
El espíritu de Navidad comienza a fluir alrededor del Planeta Tierra hacia el final de Noviembre (Día de Acción de Gracias) y continúa durante siete semanas hasta el 12 o 14 de Enero.
El Espíritu de Navidad es una emanación de Amor que lleva las Cualidades Perfectas de los Maestros, de los Ángeles y de todo habitante del Reino del Cielo. Vierte sobre la Tierra algo parecido a una lluvia dorada, compuesta de hermosas partículas de Luz, siendo cada una de estas partículas como una estrella de nueve puntas. Toda la atmósfera inferior de la Tierra así como todos los cuerpos de la gente que sobre ella vive, son envueltos en esta Luz. Se incrementa en Poder hasta la Nochebuena, cuando su potente Presencia es sentida más palpablemente hasta por las más densas mentes externas.
A la vertida de los Seres Celestiales se suma una tremenda
Radiación desde los Retiros Internos y Santuarios de un extremo a otro del
Planeta, bajo la guía de los Maestros de la Gran Hermandad Blanca que sirven en
estos lugares.
MENSAJE DE NAVIDAD
A medida que el Planeta Tierra llega al cumplimiento de su
revolución anual alrededor del Sol, la acción vibratoria de los doce meses
comienza a sonar su acorde y nota final, las cuales contienen en sí la llave
tonal del año, y la cual, para los días restantes del año, será la vibración
predominante que la gente sentirá por doquier.
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