sábado, 2 de septiembre de 2017

ENCANTAMIENTO DE LAS HIERBAS MÁGICAS


Las hierbas pueden encantarse antes de ser utilizadas en la magia. El encantamiento (en un contexto mágico) ajusta las vibraciones de las plantas con relación a su necesidad mágica. Este proceso aumenta la eficacia de las hierbas.

El encantamiento puede llevarse a cabo con una sola hierba o bien con una mezcla, pero no debe hacerse hasta unos momentos antes de que las hierbas vayan a ser utilizadas. Luego todas se mezclaran.

Un encantamiento preliminar puede realizarse si la hierba ha sido recogida de un jardín o en el campo. Mientras se corta la hierba para un hechizo específico debe resaltarse la necesidad, como también el papel que va a tener la planta al satisfacer tal necesidad, por ejemplo:

“Yo te recojo, romero, hierba del sol, para aumentar mis facultades mentales y la concentración”.

Esto da inicio al proceso de encantamiento, aunque sólo sea preliminar. Sólo se necesitan unas pocas herramientas: un cuenco de madera o cerámica, dos porta velas y una provisión de velas de colores.

Coloque el cuenco en el centro del altar, las velas de color adecuado para el trabajo, a cada lado. Las hierbas deben colocarse alrededor del cuenco, dentro de sus recipientes.

Encienda las velas y sosiegue la mente, procure evitar interrupciones durante el proceso. Si lo desea, evite la luz artificial de la habitación, encante las hierbas (y realice toda magia) solo cuando este a solas para poder estar absolutamente concentrado.

Vierta la cantidad necesaria de hierbas secas dentro del cuenco. Siéntese y permanezca de pie en silencio y mire las hierbas con atención. Sienta las vibraciones que aguardan dentro de las hojas, las flores y los tallos; véalas, o siéntalas emerger de la planta. Las personas que poseen facultades psíquicas pueden ver las vibraciones que emanan de las plantas en varias formas, tales como nítidas líneas irregulares, lentos espirales o cometas resplandecientes. Inclínese sobre el cuenco y coloque su mano de poder dentro de él, tocando las hierbas. Manténgala inmóvil durante unos cuantos segundos y visualice con fuerza su necesidad.

ENCANTAMIENTO

Pase sus dedos por las hierbas mientras visualiza con fuerza lo que necesita y envíelo hacia la hierba. 

Sienta que las puntas de sus dedos cargan de energía las hierbas. Si le resulta difícil mantener la imagen en su mente, recite unas palabras sencillas que se adapten a su necesidad, por ejemplo:

“Milenrama, milenrama, haz que crezca el amor”.

Recite esto sin parar y en voz baja. A medida que pasa sus dedos por la hierba, sienta que éstos infunden a la planta su necesidad.

Cuando sienta que la planta vibra por la energía (o cuando perciba que la operación de encantamiento se ha completado) retire la mano. La planta ha quedado encantada. Sí hay que utilizar otras plantas en la mezcla, añada cada una de ellas a la vez, volviendo a encantar la mezcla con cada adición.

Si desea encantar hierbas que vayan a ser usadas por separado, retire las hierbas encantadas del cuenco y límpielo con una toalla seca.

Vuelva a colocar las velas con los colores adecuados a las nuevas hierbas y repita el procedimiento.

Cuando haga incienso, infusiones, bolsitas y variantes mágicas similares, desmenuce o espolvoree las hierbas (si es necesario) antes de encantarlas.

Si van a encantarse raíces o ramas, sosténgalas en su mano de poder, visualizando y/o recitando, o déjela en la parte superior del cuenco, entre las velas. En la antigüedad “encantar” significaba cantar o recitar. Una vez que haya recitado su canto a las hierbas, estarán listas para ser utilizadas.

Desde luego el encantamiento no es absolutamente necesario, pero es un método para obtener mejores y más rápidos resultados. El buen herbalista nunca omite los encantamientos

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