viernes, 1 de diciembre de 2023

CURSO DE ALTA MAGIA BLANCA PRACTICA. Día 72

SEGUNDO NIVEL DE PODER:

TEORIA MODERNA SOBRE LOS CHAKRAS. Parte V


Hasta cierto punto, se puede decir que el ser humano es como un receptor de radio, pero somos más complicados que esto puesto que poseemos siete emisores-receptores de radio funcionando simultáneamente. Cada uno de estos emisores-receptores tiene la capacidad de sintonizar con tal o cual onda (subplano), pero simultáneamente hay o debería de haber una coordinación entre todos ellos.

La vida nos va presentando experiencias que no teníamos nosotros planeadas previamente. Por ejemplo, alguien comenzó a escalar en su empresa, profesional y económicamente, y pensó que durante los dos o tres próximos años una parte mayoritaria de su esfuerzo personal iba a ir dirigida hacia ese fin, pero resulta que de repente tuvo que solicitar una baja forzosa en el trabajo para atender a un pariente próximo que se puso enfermo en otra provincia. Esto proporcionó a este individuo una óptica más amplia de su vida, la cual nunca hubiera desarrollado por voluntad propia, pues ni siquiera habría tenido la capacidad para imaginarla. Aquí se ha producido un salto de una experiencia característica del tercer chakra (el poder), a una experiencia imprevista propia del cuarto chakra (el amor). 

Entonces, ¿cuál es el estado ideal de "funcionamiento" de un chakra?. Como siempre sucede, el Camino o Sendero del Medio es el más conveniente. Un chakra que no está hiperactivo (muy abierto) y que tampoco se encuentra hipoactivo (muy cerrado) es lo ideal.

Si alguien va montando en cólera progresivamente y no atina a controlarse, aumentando sus impulsos o instintos de agresión hacia algo o alguien, nos encontramos ante una hiperactividad funcional momentánea del tercer chakra. En cambio, si otra persona se encuentra atemorizada, amedrentada o incapaz de reaccionar, entonces se trata de alguien con su tercer chakra excesivamente hipoactivo.

Basándonos en estos ejemplos, podemos entender perfectamente que el sistema de los chakras es un método de autoperfeccionamiento individual y de evolución de la conciencia, ya que conociendo en profundidad el significado y el mecanismo de las Ruedas de la Vida seremos mucho más capaces de controlar y usar su funcionamiento. Es mucho más sencillo mejorar nuestra vida cuando conocemos los conductos por los cuales la conciencia está percibiendo el medio ambiente exterior, y de esta forma estaremos menos indefensos hacia cierto tipo de experiencias y energías, que con la fuerza de voluntad podremos superar más rápidamente o, inclusive, pasar por alto sin que nos afecte en lo más mínimo.

 Así, cuando un chakra está debidamente equilibrado, la persona es capaz de registrar internamente el subplano al cual está abierto el chakra en ese preciso instante, con lo que no habrá necesidad de quedarse "ciclado", enredado o estancado mucho tiempo en ese subplano o subnivel. Dicho de otra manera, un chakra equilibrado posibilita a la conciencia un vivo y activo enriquecimiento con las experiencias propias de un cierto subnivel astral, pues no se produce el fenómeno del apego o el anclaje a ese subplano astral o mental.

 Por el contrario, un chakra excesivamente abierto no es capaz de tamizar o de filtrar adecuadamente las energías y corrientes astrales y mentales que están circulando en un subplano específico, con lo cual la persona se puede ver "invadida" o superada por tales vivencias o circunstancias, ya que están penetrando hacia la conciencia en tropel, sin dar suficiente tiempo para la toma consciente de decisiones.

 En sentido contrario, un chakra demasiado cerrado u ocluido impide que las experiencias o energías sutiles de ese subplano o nivel accedan a la conciencia, con lo cual se produce un fenómeno de estancamiento o dilatación de ese ciclo evolutivo.

Tampoco es raro que se pueda pasar como en un continuo de un extremo al otro, es decir, ir de la excesiva apertura a la oclusión, como sucede en el caso de alguien que se lanza en exceso a determinado tipo de experiencias, y que luego termina por adquirir una cierta repulsión, rechazo o temor hacia las vivencias que al principio persiguió. Obviamente, ninguno de estos dos extremos es bueno.

 En síntesis, hasta ahora hemos hablado de diferentes estados o atributos del funcionamiento típico de los chakras. Definimos un parámetro o factor que es el grado de apertura-cierre de un chakra, ligado directamente al mayor o menor grado de acceso que la conciencia está teniendo hacia un subplano o nivel de experiencia. Pero también existe el componente de la velocidad de giro, relacionado con la sintonización específica del chakra, lo cual posibilita que éste en un momento determinado deje de sintonizar con un subplano determinado y pase a sintonizar con otro subnivel astral o mental.

 La sintonización de un chakra con un nivel o subplano de vibración más elevado y evolutivo se produce cuando el chakra previamente se ha equilibrado o balanceado con el nivel anterior. En cambio, se puede dar el hecho de que un chakra se sintonice con un nivel inferior después de que el individuo sistemáticamente haya mantenido un chakra en un estado de desequilibrio o desbalance prolongado, tanto de apertura excesiva como de cierre. Veamos algún ejemplo.

Supongamos que alguien haya estado completamente cerrado a la función de ayuda a las personas de su entorno, con lo cual podemos decir que ha tratado de mantenerse al margen de esto con un estado de cierre de su cuarto chakra. Si la persona no aprende en un lapso de tiempo determinado la lección que tiene delante en cuanto a la caridad y la necesidad de dar algo a los demás, es perfectamente posible que uno cualquiera de sus chakras cambie de sintonía y que le abra las puertas a otro tipo de experiencias en las cuales quizás se vea forzado a recibir ayuda de otros, para que su conciencia se cultive en lo que antes no fue capaz de ver desde el otro ángulo.

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