SEGUNDO NIVEL DE PODER:
TEORIA MODERNA SOBRE
LOS CHAKRAS. Parte V
Hasta cierto punto, se puede decir que el ser humano es como un receptor de radio, pero somos más complicados que esto puesto que poseemos siete emisores-receptores de radio funcionando simultáneamente. Cada uno de estos emisores-receptores tiene la capacidad de sintonizar con tal o cual onda (subplano), pero simultáneamente hay o debería de haber una coordinación entre todos ellos.
La vida nos va presentando experiencias que no teníamos nosotros planeadas previamente. Por ejemplo, alguien comenzó a escalar en su empresa, profesional y económicamente, y pensó que durante los dos o tres próximos años una parte mayoritaria de su esfuerzo personal iba a ir dirigida hacia ese fin, pero resulta que de repente tuvo que solicitar una baja forzosa en el trabajo para atender a un pariente próximo que se puso enfermo en otra provincia. Esto proporcionó a este individuo una óptica más amplia de su vida, la cual nunca hubiera desarrollado por voluntad propia, pues ni siquiera habría tenido la capacidad para imaginarla. Aquí se ha producido un salto de una experiencia característica del tercer chakra (el poder), a una experiencia imprevista propia del cuarto chakra (el amor).
Entonces, ¿cuál es el estado ideal de "funcionamiento" de un chakra?. Como siempre sucede, el Camino o Sendero del Medio es el más conveniente. Un chakra que no está hiperactivo (muy abierto) y que tampoco se encuentra hipoactivo (muy cerrado) es lo ideal.
Si alguien va montando en cólera progresivamente y no atina a controlarse, aumentando sus impulsos o instintos de agresión hacia algo o alguien, nos encontramos ante una hiperactividad funcional momentánea del tercer chakra. En cambio, si otra persona se encuentra atemorizada, amedrentada o incapaz de reaccionar, entonces se trata de alguien con su tercer chakra excesivamente hipoactivo.
Basándonos en estos
ejemplos, podemos entender perfectamente que el sistema de los chakras es un
método de autoperfeccionamiento individual y de evolución de la conciencia, ya
que conociendo en profundidad el significado y el mecanismo de las Ruedas de la
Vida seremos mucho más capaces de controlar y usar su funcionamiento. Es mucho
más sencillo mejorar nuestra vida cuando conocemos los conductos por los cuales
la conciencia está percibiendo el medio ambiente exterior, y de esta forma
estaremos menos indefensos hacia cierto tipo de experiencias y energías, que
con la fuerza de voluntad podremos superar más rápidamente o, inclusive, pasar
por alto sin que nos afecte en lo más mínimo.
Tampoco es raro que se
pueda pasar como en un continuo de un extremo al otro, es decir, ir de la
excesiva apertura a la oclusión, como sucede en el caso de alguien que se lanza
en exceso a determinado tipo de experiencias, y que luego termina por adquirir
una cierta repulsión, rechazo o temor hacia las vivencias que al principio
persiguió. Obviamente, ninguno de estos dos extremos es bueno.
Supongamos que alguien haya estado completamente cerrado a la función de ayuda a las personas de su entorno, con lo cual podemos decir que ha tratado de mantenerse al margen de esto con un estado de cierre de su cuarto chakra. Si la persona no aprende en un lapso de tiempo determinado la lección que tiene delante en cuanto a la caridad y la necesidad de dar algo a los demás, es perfectamente posible que uno cualquiera de sus chakras cambie de sintonía y que le abra las puertas a otro tipo de experiencias en las cuales quizás se vea forzado a recibir ayuda de otros, para que su conciencia se cultive en lo que antes no fue capaz de ver desde el otro ángulo.
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