Cuando los más pequeños del hogar son susceptibles a tener
pesadillas recurrentes, una buena forma de lograr que concilien el sueño
tranquilo y reparador que requieren, es preparar para ellos un osito de
protección o un muñeco de peluche mágico.
La confección del peluche o osito de protección es un
ejercicio mágico de gran tradición dentro de las creencias . El objetivo es
brindar seguridad a los niños, a la hora de dormir.
Recuerda que los niños, al igual que los animales domésticos
y las plantas, son más sensibles que los adultos a las vibraciones del entorno,
por lo que si existen influencias negativas que rondan la casa, ellos
resultaran los primeros afectados.
Igualmente si existe contacto frecuente con personas
negativas o vampiros energéticos, puede afectar los patrones de sueño de los
habitantes del hogar, principalmente los niños.
¿POR QUÉ ELEGIR UN OSITO?
osito de protección
Para la confección de este amuleto de protección infantil,
suele seleccionarse la figura de un osito de peluche, felpa o tejido lavable, aunque
también es posible emplear otra forma animal, del agrado del pequeño.
Sin embargo la elección del osito de protección no es al
azar. En la antigüedad, el oso era asociado a la diosa griega Artemisa,
protectora de la caza y la naturaleza, pero también de los niños y las mujeres
parturientas (Artemisa fue la partera de su madre, la diosa Leto).
Otro punto a favor de la escogencia de un osito, es su
significado como tótem o animal místico de poder. En culturas tan distintas
como la de los nativos americanos y los vikingos, los osos eran venerados por
múltiples razones.
Se dice que es uno de los tótems más poderosos, que confiere
valor, tranquilidad, fuerza, poder, positivismo, introspección, paciencia,
capacidad de análisis, liderazgo, autoestima, equilibrio, vitalidad y
asertividad, a todos aquellos que decide proteger.
El tótem del oso está relacionado con la Luna, y para los
indígenas norteamericanos era el gran guardián de la medicina y sus secretos.
PREPARANDO EL OSITO DE PROTECCIÓN...
Lo primero a tener en cuenta al preparar un osito de
protección es que el material en el que este confeccionado y las hierbas que
incluirás en su preparación no causen alergia o afecten la salud del niño,
recuerda que estará en la cama con él (el niño puede abrazarlo o no).
Una vez elegido el material en el que está confeccionado el
osito, puedes hacerlo tú misma o comprarlo. Si decides comprarlo, purifica la
figura pasándola por humo del incienso de sándalo, antes de proceder a
prepararlo.
Recuerda visualizar que el osito se limpia de energías
discordantes mientras lo pasas por el humo del incienso, no sabes en manos de
quien estuvo, antes de llegar a ti. Luego realizarás un pequeño agujero en la
piel del osito.
Por ese agujero introducirás una mezcla de hierbas protectoras
(máximo 4 y mínimo 3 hierbas).
Puedes elegir entre
valeriana,
manzanilla,
romero,
ruda,
lavanda,
salvia,
albahaca y
verbena.
Estas hierbas deben ser compradas en herbolarios o afines y
los más naturales posibles (sin procesar), para mayor efectividad cómpralas
frescas y déjalas secar en tu casa.
Cuando estén secas, arranca las hojitas y realiza la mezcla.
Puedes ayudar el proceso encendiendo una vela a los ángeles y protectores del
niño. En todo momento visualiza a las hierbas creando un escudo protector
alrededor del osito, que se extenderá envolviendo al niño, generándole
tranquilidad.
Saca un poco de relleno del interior del osito, por el
agujero que hiciste. Introduce la mezcla de hierbas (la cantidad de la mezcla
no debe ser superior a tres cucharadas). Vuelve a colocar el relleno dentro del
osito, y cierra el agujero con hilo y aguja.
Puedes dejar el osito junto a la vela de los ángeles
mientras se consume, cuidando de que no se queme, ni sirva de elemento
conductor para un incendio.
Finalizado el ritual, entrégale el osito al niño y dile que
lo mantenga junto a su cama para protegerlo de noche.
Este ritual tiene más
efectividad si es ejecutado durante una noche de Luna Llena.
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