MAGIA DE LOS NUDOS, O MAGIA DE LAS CUERDAS Parte III

Hechizos con Nudos mágicos en la historia

Parte II

 

La magia y hechicería con nudos ha sido tradicionalmente utilizada por los marineros para atar los vientos, desatando un nudo para agitar un viento.

Generalmente, se usaron tres nudos. El primero, desatado, causaría un viento suave, el segundo, un fuerte viento y el tercero liberaría un huracán. (Este hechizo todavía se usa hoy en día.) Un ejemplo que he visto implicaba ir a un lugar alto, y pronunciar un canto declarando la intención del hechizo al atar el primer nudo, soplando una vez sobre el nudo una vez atado y luego repitiendo para cada uno de los tres nudos, soplando dos veces sobre el segundo y tres veces sobre el tercero.)

En la historia del Nudo Gordiano, Alejandro Magno desató (o cortó) un nudo imposible de desatar y liberó el poder de hacerse rey de los descendientes de Gordias.

El nudo de Heracles (nudo del arrecife o nudo cuadrado) se dice que tiene grandes poderes curativos. Si el vendaje que rodea una herida está atado con este nudo, se dice que se cura más rápido.

Ahora que ya conocemos un poco la historia y el significado de los nudos en brujería hay que utilizarlos para nuestra ayuda.

Es una de las formas de magia más antigua es sin duda la que viene siendo llamada desde hace tiempo magia de los nudos o de las cuerdas. Se tiene constancia de que estas prácticas se remontan hasta hace unos 4000 años en la zona del valle del Tigris y el Éufrates, la llamada Mesopotamia.

Scott Cunningham afirma que este tipo de magia está casi en peligro de desaparición, yo diría todo lo contrario, a sufrido un auge en estos últimos años. Si bien es cierto que no es de las más relevantes y conocidas tampoco es anónima para mucha gente. Debido a su simplicidad se ha incrementado su práctica, pues ya no es necesaria tanta pompa y suntuosidad.

 ¿Por qué nudos? 

Porque es una forma de representar el trabajo que se está realizando a nivel físico y a nivel espiritual y mental a la vez. Se deja el testigo de los nudos en este plano. Scott Cunningham dice: El acto de atar un nudo transforma en una forma concreta, física una idea, concepción o pensamiento abstracto. Por tanto, cuando atas un nudo, mientras piensas en la cosa que quieres recordar, estás haciendo una conexión entre el nudo (lo físico) y el pensamiento que necesitas recordar (el mental). En un nivel más mágico, no atas el nudo para recordar la cuestión, sino para asegurar que la recuerdas.

A este tipo de magia se asocia mucho tipo de supersticiones y creencias de hoy día y de antaño. Hay que darse cuenta que ha pasado por grandes civilizaciones como la egipcia, la babilónica, etc.

 Como todo tiene su dualidad esto no podía ser menos. La magia de los nudos puede ser usada para hacer la vida más fácil a los demás o al revés, para hacerlo pasar muy mal. 

Cuerdas y nudos son palabras que nos asocian rápidamente a cierta práctica, el amarre. 

Curioso ¿verdad? Amarre y cuerdas. Alejándonos del tema del falso amor pero sin desviarnos de lo que vulgarmente se conoce como magia negra no encontramos otra práctica que consiste en atar a una persona. Consistía en que con una cuerda se ataba una imagen de una persona para así inhabilitar a una persona y quedar bajo la voluntad del que lo hiciese.

Toda esta relación nudos y magia hizo que en Alemania muchos objetos anudados, trenzados o plegados fuesen considerados paganos y por tanto herejías.

 Recordando y pensando vemos como también en la cultura celta era muy habitual el uso de nudos y lazos en dibujos, sobre todo los de carácter protector, como los amuletos. Sin ir más lejos, el llamado escudo de nudos. Todo el mundo ha visto alguna vez las famosas cruces celtas que se entrelazaban infinitamente.

 En las fiestas de Beltane se suele trenzar y anudar cordeles, como símbolo de que dos cosas pueden formar una, es la fiesta de la Espiritualidad.

 Antes he explicado el porqué de los nudos a nivel de dejar testimonio de lo realizado pero ahora explicaré la función de la cuerda. Ésta sirve como receptáculo de la energía del hechizo, que se liberará poco a poco. La energía se irá acumulando a cada nudo que se vaya haciendo. Pero mientras se hacen hay que tener en mente el por qué se está haciendo, qué deseo pretendes.

 Esto es lo básico, pero a tradición diferente, forma de hacerlo diferente. 

Raymond Buckland en El Libro Completo de la Brujería prefiere usar 3 cuerdas y trenzarlas haciendo una sola. 

A partir de ahí usa un sistema de 9 nudos.

El uso de cordones y cuerdas en la magia es muy antiguo, comenzando desde la magia de cuerdas practicada por los magos egipcios hasta los encantamientos con nudos utilizados por las brujas medievales para desatar tormentas. La magia de cuerdas sigue siendo una práctica muy extendida en la Brujería moderna, utilizándose de varias formas como el Handfasting (Unión de Manos, ritual de matrimonio pagano) o las Iniciaciones. Un uso común es en la creación de hechizos.

La magia de cuerdas (o magia de nudos) es una forma simple pero efectiva de trabajar con magia. Lo único que necesitas para practicar este tipo de magia es una cuerda de al menos 1m. 

Algunos de los Practicantes usan cuerdas de unos 3 m que llevan alrededor de la cintura para colgar sus herramientas ritualísticas. Esta cuerda se convierte también en un círculo de protección.

El principio detrás de la magia de cuerdas es simple. 

Haces nueve nudos en la cuerda con un patrón específico y según haces esto, tus propósitos quedan en esa unión y por lo tanto, un hechizo queda en la cuerda. 

La cuerda se conserva hasta que el hechizo haya funcionado o bien y más comúnmente, hasta que los nudos hayan sido deshechos uno por uno bajo ciertas fases lunares. 

Por ejemplo:

Si quieres atraer algo a tu vida los nudos serán realizados en Luna Nueva y la cuerda se guardará en un lugar seguro y, en los nueve días antes de la Luna Llena se desharán los nudos, uno por cada día, terminando con el último nudo el mismo día de la Luna Llena. 

Si el hechizo es para alejar algo de tu vida, los nudos han de hacerse justo después de la Luna Llena, cuando está en fase Menguante o decreciente, y se desharían en los nueve días anteriores a la Luna Nueva, terminando con el último nudo en la noche sin Luna (Luna Nueva)

Los nudos debes deshacerlos poco a poco, empezando siempre por el último y puede ser en el mismo día o cada día uno hasta llegar a una fecha señalada, ya sea por un acontecimiento especial, por el influjo de la luna, etc. El tiempo lo pones tú.

Recuerda que haces nudos porque dejas testimonio físico y salvo que los uses para erradicar o destruir algo nunca quemes la cuerda mientras los nudos sigan hechos.

Método

 

Escoge la cuerda del color que veas necesario para tus propósitos mágicos y la Fase Lunar que se adapte mejor a la Magia requerida.

Crea tu círculo de la manera usual y, si fuera posible, cuando esté preparado enciende un poco de Incienso Purificador. 

Relaja tu cuerpo y concéntrate en tus intenciones. Sitúa y centra tu ser como lo harías con cualquier trabajo mágico. 

Sostén tu cuerda en el humo del Incienso para purificarla y limpiarla de las influencias pasadas. 

Piensa sobre tu propósito e imprégnala de buena energía.

 Ata los nudos según el orden del diagrama que aquí se muestra. Al atar el último nudo, el noveno, toda la energía fluye por la cuerda y sus nudos. Vemos finalizado el objeto de nuestro trabajo mágico. El poder ha sido invocado y ahora está almacenado.

Con cada nudo que hagas, concéntrate en la razón por la que estás efectuando el conjuro. 

Es recomendable que ates un hilo rojo al segundo nudo para que te ayude a recordar en qué orden los hiciste para cuando los deshagas.

Mientras hagas los nudos recuerda concentrarte en tu propósito y visualiza el poder que estás invocando.

 

“Con el primer nudo, comienza este conjuro”

 

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“Con el segundo nudo, se hace realidad”

 

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 “Con el tercer nudo, que así sea”

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 “Con el cuarto nudo, este poder guardo”

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“Con el quinto nudo, vive este conjuro”

 

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 “Con el sexto nudo, fijo este conjuro”

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“Con el séptimo nudo, atrás dejo el pasado”

 

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“Con el octavo nudo, se hará destino”

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“Con el noveno nudo, lo que he hecho es mío”

 

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Conserva esta cuerda cerca de ti, manténla resguardada en una bolsita negra o envuelta en algún material que sea negro hasta que llegue el momento de liberar el poder que contiene. 

No le hables a nadie del conjuro para mantener tu creencia en lo que has hecho y funcionará.

 Aunque hayas hecho los nudos todos a la vez en un mismo ritual, deben ser deshechos uno por uno según se vaya acercando la Fase Lunar correspondiente y durante la noche; de esta manera el poder se liberará de forma equilibrada. Deben deshacerse en el mismo orden en el que fueron hechos; por esta razón es importante que marques el segundo nudo.

 Finalmente, en la primera noche enciende una vela y algo de incienso y sostén la cuerda en tus manos, balanceándola para activar la energía y visualizando tu propósito. 

Cuando consideres que ha llegado el momento, deshaz el PRIMER nudo.

 Vuelve a guardar la cuerda en su bolsa y manténla cerca de ti. 

La segunda noche, deshaz el SEGUNDO nudo de esta misma manera y continua de esta forma hasta la noche de la Fase Lunar correspondiente y del NOVENO y último nudo. 

Cuando vayas a deshacer este último nudo, hazlo con un GRITO.

 Las cuerdas siempre deben ser de materiales naturales, hombre ya sólo sea por un poco de respeto a una tradición milenaria. No vayáis a usar cuerdas de plástico.

Hay que tener en cuenta siempre que la cuerda tiene que ser lo suficiente larga para nuestros nudos, si necesitamos muchos nudos tendremos que tener mucha cuerda; no seáis tacaños con la cuerda.