SEGUNDO NIVEL DE PODER: parte II
= SEXTO.
En la vocalización de la palabra mágica.
Continuando con el ejemplo anterior, en esta fase pronunciaríamos la palabra
BETH. La pronunciación de una palabra mágica siempre debe tener una tónica
ceremoniosa, nítida y energética, como mínimo. Además, es posible pronunciar
una palabra mágica con una sonoridad mantrámica, es decir, al estilo de los
mantrams.
¿En que consiste esto? Se trata de alargar la
verbalización de aquellas letras o fonemas de la palabra que pueden ser
extendidos algo más en el tiempo, para así generar un efecto vibratorio más
poderoso. Este estilo mantrámico de vocalización va a ser estudiado en la cinta
de cassette práctica correspondiente a este tomo.
El punto de concentración a visualizar
durante la pronunciación de la palabra es el cuello. Si hablamos y colocamos
los dedos sobre la garganta, localizaremos fácilmente el punto donde la
vibración sonora es más fuerte. Esa es la zona o altura exacta a la cual se
encuentra el quinto Chakra.
¿A qué llamamos entonces la "generación
del rayo sonoro"?
Para verlo de una manera más sencilla, vamos
a recordar qué es un rayo. Un rayo es una descarga eléctrica que se produce en
la atmósfera como consecuencia de una alta diferencia de potencial eléctrico,
bien entre distintas zonas de una nube tormentosa, o entre esta última y la
tierra.
Para que se produzca un rayo es necesario que
el campo eléctrico alcance de 10.000 a 30.000 voltios/centímetro.
Las cargas eléctricas se distribuyen en una
nube tormentosa de la siguiente forma: la región superior de la nube se carga
de electricidad positiva y, la parte inferior, de electricidad negativa. De
alguna forma la nube es así una gran pila eléctrica, la cual necesita
descargarse a tierra cuanto antes.
El rayo, en realidad, está formado por
descargas sucesivas que se realizan en milésimas de segundo. Cada descarga
tiene dos etapas, la de ida y la de retorno, y es esta última la descarga
principal.
¿De qué nos sirve a nosotros esta explicación
en Magia? Hemos dicho que las etapas 5 y 6 son simultáneas en el tiempo, es
decir, mientras se está visualizando la figura mental asociada, (sexto chakra)
se está vocalizando la palabra mágica (quinto chakra). Pero esto no termina de
explicarnos por qué llamamos a este fenómeno el "rayo sonoro". La
cuestión es bien sencilla.
Al unir un PENSAMIENTO específico a una
PALABRA dada, nos estamos acercando al concepto práctico de la cuadratura del
círculo, la cual es ni más ni menos que la "materialización del
espíritu".
La POLARIDAD POSITIVA que estamos poniendo en
juego está representada por el pensamiento generado en torno a la figura
asociada, mientras que el soporte material (POLARIDAD NEGATIVA) es el sonido,
es decir, la pronunciación de la palabra mágica.
Resumamos. Una entidad metafísica (el
pensamiento en torno a la figura asociada) se une en sucesivos impactos, los
cuales duran apenas unos segundos, a una vibración sonora modulada por las
cuerdas vocales. Por esto establecemos la relación comparativa con el rayo, el
cual necesita una carga positiva y una carga negativa para ser generado.
Para verlo del todo claro, establezcamos la
analogía entre la carga positiva y el sexto chakra, es decir, el mundo mental;
mientras que la carga negativa está en conexión con el quinto chakra, que es el
del Poder del Verbo.
Podríamos perfectamente denominar a este
efecto "generación del rayo y el trueno", más que "generación
del rayo sonoro".
Si reflexionamos, existe una gran similitud,
debido a que el pensamiento siempre es más rápido que el sonido, de la misma
forma que el rayo es más rápido que el trueno.
SEPTIMO.
En el período de silencio o "vacío
mental". Una vez que hemos pronunciado la palabra mágica y hemos
permanecido durante todo el lapso de la vocalización visualizando la figura
asociada, nos hemos quedado prácticamente sin aire. Si no es así, es
conveniente terminar de vaciar los pulmones suavemente.
Permanezca durante un minuto respirando suave
y profundamente. Este es el período de silencio o de "vacío mental",
lapso en el cual percibimos que hemos liberado totalmente la carga mental
previamente acumulada durante la inhalación; o, dicho de otra forma, es como si
hubiéramos vaciado completamente un cántaro de agua previamente lleno, y esa
sensación de vacío o de silencio nos permite percibir y disfrutar de la
vibración que hemos generado en el ambiente durante la fase de la exhalación
(5º y 6º).
Los pasos octavo y noveno que vamos a
explicar a continuación pertenecen a un nivel más avanzado de la práctica.
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