Glutamina y arginina
Las enfermedades pulmonares producen una intensa
degradación proteica, sobre todo de los aminoácidos glutamina y arginina.
Debido a esto, ante cualquier problema respiratorio, es importante
incrementar su absorción mediante suplementos y alimentos.
Como preventivo se pueden añadir en la
alimentación como parte de la cantidad diaria de proteínas recomendada. Sin
embargo, si ya existe alguna patología pulmonar, el aporte debe ser un
poco superior para suplir las necesidades. Puedes obtenerlo mediante el
consumo de pescados, huevos y lácteos.
La ingesta de glutamina de forma regular
reduce la incidencia de la enfermedades respiratorias, según un estudio publicado en la revista Nutrients. Además
es capaz de reducir el tiempo de estancia hospitalaria en aquellos pacientes
sometidos a cirugías.
Hidratos de carbono
Un 40 o 45 % del total de calorías de la dieta
para proteger los pulmones debe corresponder a fuentes de hidratos de carbono.
Ahora bien, cabe aclarar que se deben elegir los de tipo complejos, ya
que los simples pueden empeorar la inflamación. Las opciones son:
- Cereales integrales.
- Legumbres.
- Verduras frescas.
- Frutos secos y semillas.
Desde siempre se ha recomendado añadir
abundantes fuentes de antioxidantes en la dieta, ya que son elementos
imprescindibles para luchar contra la acción negativa de los radicales libres.
Por supuesto esto es bastante beneficioso para los pulmones, pues son los
órganos más vulnerables a los daños de las toxinas y la oxidación.
Los mejores alimentos con antioxidantes son
las frutas secas, el aceite de oliva virgen extra y los vegetales.
Asimismo, aunque en menor medida, se pueden obtener de otros ingredientes sanos
como los cereales integrales y frutos secos.
Sodio moderado
El consumo excesivo de sodio está relacionado
con varias enfermedades que se derivan de la inflamación. Por esa razón, a la
hora de hacer una dieta para proteger los pulmones se debe regular su
ingesta. *Se puede sustituir por opciones sanas como las hierbas y
especias.*
Tanto la sal de mesa como los alimentos
procesados ricos en sodio inciden en las complicaciones de las patologías
pulmonares. Al causar retención de líquidos y mala circulación, producen
una sobrecarga en los pulmones que afecta la capacidad de respiración.
Cuida la dieta para proteger los pulmones
Además de considerar los consejos dados
anteriormente, es *bueno conocer otros hábitos que permiten cuidar la
salud de los pulmones con la dieta.* Si el objetivo es tener una
respiración de calidad y buena dilatación de los bronquios, ten en cuenta lo
siguiente:
- Consume cinco comidas diarias (tres principales y dos meriendas).
- Limita el consumo de comida procesada y alimentos enlatados.
- Evita los refrescos azucarados, golosinas y energizantes.
- Calma el hambre con meriendas sanas como frutos secos, yogur natural o licuados de frutas y vegetales.
- Ingiere un “extra” de vitamina C aumentando el consumo de
cítricos.
Finalmente, no olvides complementar estos
consejos de dieta con la práctica regular de ejercicio físico y el
consumo de agua. Ambos hábitos fortalecen las vías respiratorias y
ayudan a desintoxicar los pulmones cuando están saturados.

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