Antes de comenzar la limpieza, te compartiré una fórmula muy
antigua que funciona para diagnosticar si los espacios de tu hogar necesitan
una limpieza energética.
Este método consiste en colocar, detrás de las puertas, en
los rincones o las esquinas de tu casa, en aquellos cuartos en los que
sospeches que pueden necesitar una limpieza, medio limón con sal gruesa encima.
Si la casa se encuentra limpia energéticamente, el limón no
debería enmohecerse durante la primer semana. Puede secarse, pero no debería cambiar
de color.
Si a los pocos días de colocar el limón, descubres que está
verde o que tiene hongos, es sinónimo de que tu casa necesita urgentemente una
limpieza energética.
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