Abro mi percepción para recibir los dones que me pertenecen
por derecho divino,
centro mi conciencia en la gratitud y en la entrega.
Mi entrega generosa vuelve multiplicada cuando doy desde el
corazón.
Toda la opulencia del universo me ciñe y abraza,
soy un ser espiritual dejando atrás mi limitada percepción
de escasez.
Recibo, recibo, recibo, con gratitud y alabanza a la Suprema
Conciencia de Dios.
Con la misma devoción entrego mi ayuda material, mental,
emocional y espiritual a otros,
para que el flujo universal de plenitud y magnificencia
nunca se detenga.
Mi Ser interno reconoce y bendice a tu Ser interno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario