Demasiados calificativos, demasiados años equivocando la
palabra, demasiadas confusiones y demasiados “San Benitos” (y nunca mejor
dicho), nos han colgado para denominarnos, a las BRUJAS.
De tan mal usada, la palabra BRUJA, ya no dice lo que quiere
decir.
UN REPASO POR LA HISTORIA
La palabra BRUJA (WITCH) aparece en el ANTIGUO INGLES
(anglosajón) en el siglo XIII, aunque no se descarta que pueda ser más antigua,
incluso PRERROMANA. Derivada del INDOEUROPEO (raíz UEIK – sacrificio, hacedor
del sacrificio, el que interfiere entre el cielo y la tierra y de ahí WICCA,
antigua Religión europea).
La palabra BRUJA (en castellano) procede del CELTA (BROUG,
lo que esta ELEVADO) de ahí el nombre de una tribu celta situada en Galicia,
LOS BRIGANTES (la actual Betanzos) el nombre de la diosa BRIGANTIA (muy
venerada en Irlanda, BRIGIT) y cristianizada como SANTA BRÍGIDA. Esta palabra
va degenerando (las adoradoras de la diosa, las que adoran lo ELEVADO) y
termina convertida en BRUJA-BRUJERÍA.
Ya conocemos el origen de la palabra BRUJA (quienes adoran
lo sagrado, Sacerdotisas, Sacerdotes del antiguo culto, llamado genéricamente
WICCA, Antigua Religión prehistórica europea.
Pero, ¿en que se ha convertido, o que denomina actualmente
la palabra BRUJA? Esta palabra, que en el origen tenía un significado claro y
conciso, ahora se utiliza para denominar toda clase de cosas, personas,
actitudes… etc. y casi todas PEYORATIVAS:
Por ejemplo, se le llama bruja a un
mujer lista, misteriosa ladina, mala, fea, solitaria, vidente, tarotista,
hechicera, médium, sanadora, instigadora, estafadora… en fin a todo aquello que
tienen una connotación “diferente” a lo común, a lo cotidiano.
Todo esto tiene sentido si lo vemos desde la Edad Media,
cuando se perseguía a todas las personas tildándolas de “herejes” “paganos”
“endemoniados” etc. (casi todos eran mujeres, debido a que el TRIBUNAL
INQUISITORIAL , estaba formado solo por hombres reprimidos sexualmente, ya que
la Iglesia Católica catalogó el sexo como algo horrible, pecaminoso y
prohibido.
Entonces los INQUISIDORES tenían una BOLSA con un nombre
BRUJOS-BRUJERÍA, donde iban metiendo a todo aquél que no cumplía sobradamente
con la Santa Iglesia Católica. Y en esa BOLSA iban metiendo a las mujeres que
curaban, o ayudaban en los partos, a los videntes, a los científicos, a los
astrólogos, a los tarotistas, a los mánticos, a los filósofos, a los que leían
libros o sabían escribir, a los hechiceros… en fin, a todo aquél que destacaba
y sabía, pretendidamente, más que el cura.
Todos aquellos culpabilizados de BRUJERÍA, no lo eran en
absoluto, ya que la ANTIGUA RELIGIÓN EUROPEA/WICCA, había estado perseguida
desde siglos antes. Desde que el 27 de febrero del año 380 d.C. el emperador
Teodosio promulgara el último de los edictos de Roma, en el que se consideró
delito practicar la Antigua Religión (cualquier culto PAGANO). Por lo que en la
Edad Media la BRUJERÍA TRADICIONAL, era casi del todo desconocida. Y como es
natural, no se perseguía a los oficiantes del ANTIGUO CULTO, sino a aquellas
personas con “poderes” extrasensoriales, del tipo que fueran.
Y así estamos ahora. En la actualidad, seguimos llamando
BRUJAS a las hechiceras, a las videntes, a las sanadoras, a las mentalistas, a
las herbolarias… etc. Y lo peor, siguiendo la costumbre de la Edad Media, a las
malas personas, a las mujeres ladinas, astutas, videntes, clarividentes, a las
mujeres extrañas, misteriosas… etc.
Como se comprenderá, todo esto que ha llegado a nuestro
tiempo actual, es erróneo y nuestro deber es esclarecer todo lo posible la
confusión.
Entonces visto lo visto, que es realmente la BRUJA:
sencillamente, una BRUJA es una SACERDOTISA, o una INICIADA, de la WICCA
(Antigua Religión Europea, o BRUJERÍA TRADICIONAL)
Una BRUJA es una mujer que se ha hecho capaz de los DIOSES,
a través de años de aprendizaje (con un Maestro) y haber conseguido “matar” su
EGO (yo personal). Una vez esa parte PERSONAL se ha transcendido, el YO
SUPERIOR se hace cargo de la CONCIENCIA DE LA BRUJA. Al principio del Camino,
el Maestro cuenta con la FUERZA DE VOLUNTAD, de la iniciada, pero cuando ya se
ha recibido la VERDAD DE LA LEY, no hace falta la VOLUNTAD, ya que se practica
la DETERMINACIÓN, y se comprende que todo lo que nos llega es por DETERMINACIÓN
DIVINA.
La BRUJA es incomprendida en la sociedad que le rodea, y se
reúne de personas sabias, independientemente de su edad, credo o filosofía.
La BRUJA sabe que, sabios son los niños, los animales y
todos los seres vivos de la Naturaleza.
La BRUJA no busca nada, lo va encontrando todo.
La BRUJA conoce la ley de la “siembra y su correspondiente
cosecha”.
La BRUJA ama la belleza y no le interesa si la belleza le
ama a ella.
La BRUJA sabe que toda la Naturaleza en su totalidad es
SAGRADA, por ello la respeta y la adora.
La BRUJA conoce el HOGAR de donde ha venido y sabe que
volverá a él una vez terminado el viaje que ella misma ha elegido para realizar
su destino.
La BRUJA oficia el culto religioso e interfiere en los
mundos invisibles, donde puede interactuar.
La BRUJA acepta su humanidad, su debilidad y sabe que donde
hay debilidad por fuerza hay valentía.
La BRUJA al fin, ha abandonado los convencionalismos, las
moralidades interesadas, las falsedades sociales y tiene una AMORALIDAD: “No
hagas aquello que no quieres que te hagan a ti”.
Este artículo trata de dar una pequeña pincelada de luz a
tanta confusión provocada desde hace siglos. Es posible que se tarde en ver la
VERDAD, pero no será por abandono o dejadez.
La BRUJA sonríe a la vida y ve su sonrisa reflejada en el
Espejo donde ella puede mirarse.
Cuando utilizamos bien el lenguaje, nuestra vida se
equilibra y mejora, ya que las palabras crean o destruyen porque son sonidos,
energía que tiende a hacerse acto.
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