CAPITULO X
SECUENCIA DE LA CURACION MAGICO-ESPIRITUAL.
A. DIAGNOSTICO DEL SISTEMA ENERGETICO DEL
PACIENTE.
Es conveniente que el paciente se quite los
zapatos y se desprenda de cualquier joya u objeto metálico que lleve encima,
pues ello podría interferir las líneas de fuerza aural. A continuación, se
colocará de espaldas sobre la mesa de masaje, a ser posible con una ropa suelta
y cómoda.
En este momento, el sanador ya puede disponer
de un historial del paciente obtenido mediante una entrevista previa, con lo
cual podrá haber deducido en qué chakra/s se podrían encontrar los posibles
desequilibrios energéticos. Además, se puede optar para un mayor análisis en
detalle del sistema de lectura de cada chakra con el péndulo, tanto por la
parte frontal, como por la parte dorsal. Hay algunos sanadores que depositan un
cuarzo rosa grande en la mano izquierda del paciente, y un cuarzo transparente
grande en su mano derecha, para que éstos hagan de acumuladores de las energías
desarmónicas que se desprenden durante los pases magnéticos. Además, como ya
habíamos dicho, en el sanador el chakra más activo durante el proceso de curación
es el cuarto o cardíaco, y por ello una pieza de cuarzo rosa colgada a la
altura del pecho ayuda a que el terapeuta proteja su cuarto centro energético.
B. CONEXION O ALINEACION C.E.U. - C.E.H. DEL
TERAPEUTA - C.E.H. DEL PACIENTE.
Es conveniente que el terapeuta antes de
realizar el primer contacto físico con su paciente se coloque en conexión
directa con las energías omnipresentes, es decir, que son y existen en todo
momento y en todo lugar, abriendo sus chakras superiores a fuerzas cada vez más
elevadas.
Para ello, puede utilizar por ejemplo una
fórmula como la siguiente, que sirve como acto de afirmación para colocarse en
línea con las fuerzas universales de la luz:
"Ruego a las potencias universales que me
permitan ser un canal para la verdad, la curación y el amor, para lo cual
coloco mi conciencia humildemente al servicio de las fuerzas naturales; pongo
mi psiquis en estado de apertura a tus mágicos dones; y abro mi mente y mi
entendimiento para poder comprender y transmitir tus palabras, todo ello en
forma de prístina luz, calor vital y sonido armonizador".
A continuación, silencie durante unos minutos
su mente, inspirando y espirando por la nariz profundamente, con inhalaciones y
exhalaciones largas y pausadas, de manera que el aire frote contra el paladar,
en una especie de silbido bajo y sordo.
Colóquese sentado frente a los pies del
paciente y realice un masaje con sus pulgares en el punto que en la
reflexología del pie corresponde al plexo solar. Este punto se sitúa en la
planta del pie justo por debajo de la eminencia metatarsiana, más o menos en el
centro geométrico de la planta. A continuación siga adelante con su proceso de
concentración metal visualizando que un chorro de luz blanca cae sobre usted
verticalmente en la cabeza y le atraviesa hasta llegar a sus manos, y luego se
transmite desde los pies hasta la cabeza de su paciente. Se trata de conectar
el C.E.U., su propio C.E.H. como canal intermediario, y el C.E.H. de su
paciente. Si posee conocimientos de reflexología, en este instante puede
realizar un rápido estudio de los órganos corporales palpando los puntos
reflejos del pie para detectar así el estado energético de cada uno. Los más
importantes, por lo general, suelen ser los órganos principales del cuerpo y la
columna vertebral.
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